Spanishchallenge entrada # El oso y la Princesa. Un cuento moderno

Su nombre era Víctor, pero todo el mundo le llamaba “Oso”. Vivía en un destartalado apartamento céntrico cuyo alquiler pagaba su familia. Hacía tiempo que lo habían echado de casa, no le querían a su lado. Eran ya muchas las denuncias, juicios, noches en comisaría detenido.

Víctor, al que todo el mundo llamaba “Oso” era un personaje muy conocido en el ambiente nocturno. Pero no solo conocido sino también temido. Sus casi dos metros de altura y ciento treinta kilos de peso causaban impresión. Vestía ropa militar aderezada con cinturones, cadenas metálicas y botas bomber que le eran útiles en caso de una pelea. Su cabeza rapada y sus múltiples cicatrices de navajazos recibidos acrecentaban su imagen de tipo rudo y peligroso. Víctor, al que todo el mundo llamaba “Oso” se declaraba un seguidor de la ideología neonazi y hacía gala de ello.

Había sido contratado como portero de un local de copas llamado “Indians”. Lo curioso es que se trataba de un local frecuentado por rockeros y amantes de las motos. Su dueño, de forma inteligente aunque arriesgada, contrató a Víctor para evitar problemas entre su clientela y grupos neonazis que se reunían por la zona. Víctor era muy respetado por todo el mundo y eso aseguraba la paz en el local.

Por aquel entonces empecé yo a salir con una chica jovencita, una Princesita de piel muy blanca y aspecto angelical. Un buen día me dijo:

• “Te voy a llevar a Indians, me gusta mucho la música que ponen”
• “Pero eso sí, no intentes entrar si yo no voy contigo porque el portero es muy peculiar y podrías tener problemas”.

Quedamos un viernes por la noche y nos presentamos allí. Fue entonces cuando conocí a Víctor, al que todo el mundo llamaba “Oso”. Alicia me lo presentó y noté una mirada penetrante e inquisidora junto a un apretón de manos sostenido durante unos segundos que casi rompe la totalidad de mis huesos metacarpianos. Parecía como si me estuviera examinando, haciéndome un scanner. Reconozco que Víctor asustaba. En seguida te dabas cuenta que si quería podía acabar contigo en un abrir y cerrar de ojos, y lo peor es que no iba a sentir remordimientos por ello. Entré al local con Alicia y pedimos unas cervezas. Al instante vino Víctor y se puso a nuestro lado. Estuvimos los tres charlando durante bastante rato. Conforme iba tratándolo iba descubriendo a una persona afable, podría decir que incluso tierna y cariñosa. Nos invitó a unas cervezas mientras alternaba su charla con nosotros y mantenía el orden en la puerta haciendo valer el derecho de admisión.

Nos fuimos pasadas tres horas. Se despidió de mí con una sonrisa. De regreso Alicia me comentó que yo había tenido suerte ya que le había caído bien a Víctor:

• “Yo soy su Princesa y me trata como tal”
• “Víctor es mi protector y tiene que dar el visto bueno a todos mis novios”
• “Tu le has caído bien, ha estado cariñoso contigo”
• “A otros chicos que le he presentado los ha echado, amenazado e incluso pegado”.

Sentí un alivio inmenso y no puedo negar que un cierto orgullo. Había superado la prueba. En otras ocasiones tienes que superar la prueba de los padres, pero en el caso de Alicia, esa prueba era Víctor al que todo el mundo llamaba “Oso”.

Visitamos en más ocasiones Indians. Por aquella época la zona estaba un poco revuelta debido a las agresiones puntuales de los grupos neonazis. Sin embargo en torno a ese bar siempre había calma, eso si, una calma tensa. Víctor siempre me trató bien incluso parecía alegrarse cuando me veía.

A los pocos meses dejé de salir con Alicia. La Princesa se buscó otro Príncipe Azul. Desconozco si fue del agrado o no de Víctor y cuantos más pasarían por su Reino en los años posteriores. Nunca la volví a ver.
De Víctor supe, al cabo de cierto tiempo, que había abandonado su afiliación neonazi y se había reconvertido en un Angel de Infierno a bordo de su flamante Harley. Desconozco si sigue manteniendo relación con la Princesa.

Esta es la historia de Víctor al que todos llamaban “Oso” y la Princesa Alicia. Una historia moderna y urbana de Osos y Princesas.