SpanishChallenge #19 [Relato] | Las gaviotas.

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5:00 AM. Suena el despertador.

Despierto sobresaltada por el ruidoso y molesto sonido de esa pequeña lata que dice llamarse despertador. Insisto en que debería llamarse El asustador mañanero o El sobresaltador 3000.

Hoy es domingo, te preguntarás porqué tengo que levantarme a tal horas de la mañana. Pues, es día de pesca... Aburrido y abrumador día de pesca.

Mi padre murió cuando yo era pequeña. En ese entonces yo tenía unos 5 años de edad. Ahora mismo tengo 19 años. Han pasado 14 largos años. Lo extraño.

Él era el pescador estrella del pueblo. En ese entonces, era divertido ir de pesca. Mi padre lo hacía parecer fácil y sencillo. Era muy admirado por todos. Sin embargo, era un hombre muy bueno y humilde.

Un día, uno de sus amigos pescadores se vio en apuros. Ese amigo era como un hermano para mi padre. Estaban en Alta mar, su amigo se había caído de la borda. En ese momento habían varios pescadores en el barco, pero mi padre era el que se encontraba más cerca de él. Asustado y angustiado cogió un salvavidas y saltó de la borda a por su amigo. Logró salvarlo, pero él... no volvió. Eso fue lo que ocurrió. O al menos así lo narran los pescadores del pueblo y su amigo a quien le salvó la vida. Es un héroe.

Pescar cada tercer domingo del mes, es tradición aquí. Mi madre me obliga a ir con el amigo de mi padre. Me cae bien, pero no es como ir de pesca con mi padre.

El cielo está un poco nublado y oscuro. Por alguna razón siempre he detestado cuando hace mucho sol. Mi piel es muy sensible y se quema con facilidad. Sin embargo, hoy, el cielo está perfecto para mí. Debo ir a desayunar.

Mi madre se va a trabajar a las 4:30 AM. Ya que siempre debe ir temprano a su trabajo, me deja el desayuno dentro del microondas.

Cojo mi desayuno y lo envuelvo en papel aluminio para que se conserve caliente. También voy por mis materiales de pesca. Mi padre me enseñó a utilizar la caña de pescar, pero no me gusta para nada. Decidió enseñarme a pescar con nylon, y eso si me gustó más. Solo necesito un palito, sujetar el nylon del palito y enrollarlo. Luego necesito colocar el anzuelo sujeto al nylon y unas dos bolas de plomo o una piedra para que hagan peso. Y listo.

La playa se encuentra no muy lejos de mi casa, por lo cual me voy caminando.

Llego y puedo ver ya a los pescadores. Me miran y me dan un caluroso saludo. La mayoría de los pescadores me conocen, ya que soy la hija de un legendario pescador. Padre...

Ya después de haber saludado a todos, me coloco en el lugar donde mi padre solía enseñarme. Era un lugar donde no podía fallar mi pesca. Era y es mi lugar.

Cojo un pequeño tronco, tomo asiento, respiro hondo. Luego cojo mi pequeño envase lleno de carnada y se las coloco al anzuelo. Ya teniendo todo listo, voy a la carga. Giro el nylon en forma de espiral y lo suelto rápidamente dejando que el peso del plomo despliegue el nylon del palito y así pueda alcanzar mayor distancia.

Mi pesca fue exitosa, en tan solo una hora ya había pescado muchos kilos de peces. Se podría decir que mi padre me enseñó a pescar de excelente forma.

Ya estaba cansada y aburrida. Al levantarme del tronco, una fuerte brisa agita y levanta toda la arena. El viento sopla y sopla fuertemente. Esa sensación... no la había sentido en mucho tiempo. Me sentía con mi padre. Cerré los ojos para recordarlo. Algo que él me dijo hace mucho vino a mi cabeza.

Pequeña, habrá tiempos en los que podrás estar con tu madre y conmigo. Tiempos en los que podremos sentir este viento juntos. Tiempos en los que podremos escuchar el sonido de las olas del mar y el sonido de las gaviotas. Hija, mira, arriba de ti, hay muchas gaviotas. Eres una gaviota, una gaviota que volará muy lejos y hará cosas grandiosas. Hija, así como están las gaviotas, juntas, así estamos nosotros. Mira aquella gaviota, está sola. Habrá tiempos en los que también parezca que estás sola, pero no lo estarás. Te amo hija, y cuando esta gaviota vieja no esté, escucharás que todas las demás gaviotas te dirán "Te amo" de mi parte.

De repente, algo sucedió. Empecé a escuchar el sonido de las gaviotas. Abrí los ojos y me percaté de la cantidad de gaviotas que volaban sobre mí.

Esas gaviotas me hicieron recordar todo el amor que mi padre me había dado. Todo el amor que él junto a mi madre, me habían dado.

Impresionada, con mucha nostalgia pero a la vez muy feliz, arranqué a llorar.

Fue una experiencia que jamás olvidaré.

Que hermosas gaviotas... Te amo papá.

Después de un rato mirando el vuelo de las gaviotas, poco a poco se fueron alejando de mi, hasta que ya no podía verlas.

Sentada, ahí en ese tronco, me quedé pensando en la suerte que tengo por haber tenido un padre así.

Hablé con el amigo de mi padre para decirle que dejaría mis peces junto a los suyos. También le dije que los lleve a casa cuando pueda. Él estaba sorprendido por la cantidad de peces que yo había recolectado. Me dijo:

Tu padre estaría orgulloso de ti.

A lo que le respondí:

Lo sé, sé que lo está. Y sé que me ama desde ahí donde quiera que se encuentre.

Él sonrió.

Partí de la playa hasta casa con la mente centrada en mi padre y mi madre. Cuando llegue a casa, abrazaré a mi hermosa madre y le hablaré sobre todo lo que ocurrió en la playa. Le diré que mi padre estuvo ahí.

Te amo padre. Las gaviotas lograron la labor que le encomendaste, recordar lo mucho que me amas.

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Hola gente hermosa ^^ Espero que se encuentren muy pero que muy bien. Espero que este pequeño relato les guste. Quiero decir que nunca se me ha dado bien el escribir una historia, espero que esta no les parezca aburrida o mala. Quiero agradecer a las personas que siempre me leen. Si llegas hasta aquí simplemente sé que eres una de ellas ^^ . Gracias por todo el apoyo. También quiero agradecer a las personas que hacen estos concursos posibles. Gracias. Sin más, que tengas un bonito día.