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-Este calor me esta matando- Jonny casi no podía ni hablar.

Eran las dos de la mañana, sin más en la calle que los MeatRunners y la policía que los buscaba. Ya habían hecho varios trabajos juntos pero seguro todavía no sabía su nombre.

- Y que lo digas, noto mis deportivas derretirse en mis pies- Quería sonar gracioso pero de su cara no salió una sonrisa.

Ir a buscar comida NO debería ser ilegal, pero las cosas han ido tan mal en los últimos años que ya nadie puede ir a comprar a un supermercado, todo esta vigilado, todo esta controlado por este gobierno que nosotros mismos pusimos hay, dejándose convencer por sus ideologías falsas. Ahora da igual ser rico que pobre, ellos dominan el mercado pero
no hay comida y eso, nos hace a todos iguales

-¿Que vas a buscar esta noche?¿Que dirección llevas?- Jonny siempre pregunta lo mismo

La noche es nuestra cómplice y de nuestras habilidades depende que coman tres-cuatro familias. Ahora mismo estoy haciendo un trabajo para la mujer de un policia que esta de patrulla... ya se, es cómico, debo correr para alimentar la familia de la persona que me persigue, de la persona que debo correr.

-Voy al norte, llevo las deportivas bien cargadas y he oído que llegó un barco. Es el camino más largo pero lo conozco bien. ¿Te apuntas o tienes algo mejor?

Siempre me ha gustado el brillo de las deportivas de Jonny, el único Meatrunner lo suficientemente rápido para dejar las luces puestas en trabajos clandestinos. También sé que estaría en contra de ayudar a la familia de un policia, asi que dejo los detalles para otro día.

-Debes de tener más cuidado con los trabajos que eliges. Hay peligros que no puedes ver.- Me dijo con un golpecito en la espalda.

Son varios los amigos que he perdido en esa ruta, y la verdad, ver sus restos quemados, mutilados o simplemente con un agujero en la cabeza no es algo que desee. Por eso tengo mi ruta secreta, más larga pero que nadie conoce: un túnel que une las dos fronteras y que seguro se utilizaba para el movimiento de drogas hace mucho tiempo, cuando la gente se podía gastar el dinero en caprichos.

Su manera de hablar resonó muy dentro de mi. Un miedo escondido hace mucho, mucho tiempo se agarró a mi estómago, hizo temblar mis rodillas y una imagen apareció por detrás de mis pupilas: una figura oscura se apoderaba de mi.

No hubo problemas esa noche y cruzamos el borde dos veces con calma y sin ningún susto. La comida que conseguimos no fue mucha pero ayudó mucho a esa familia porque estaba pasando un mal momento con dos chiquillos muy hambrientos. Me prometí que pasaría la frontera para ellos una vez más.

-¡Police! No se muevan! NO SE MUEVAN!!- ¿Son esos gritos aquí???

Mientras mi mente se despertaba, tres hombres bien protegidos y con cascos se abalanzaron sobre mi, me ataron manos y pies y me empezaron a golpear. Tan brutales eran los golpes que solo TRES pude sentir. El resto mi mente fue incapaz de asimilarlo, aunque mis ojos estaban abiertos mi mente se apagó.
Para cuando acabaron conmigo, mi alma aunque aterrorizada ya estaba volando por encima de sus cabezas.

Ahora ya muerto, recuerdo aquel golpecito de Jonny en mi espalda. Aquel cariñoso gesto que escondía un geolocalizador y mi muerte segura

Jonny no se dejaba las luces de sus zapatillas puestas por chulería, y seguramente nunca tuvo que correr de la policía, Jonny era la nueva herramienta de un gobierno para controlar su gente y su dinero.

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Quiero decir que nunca querría haber escrito este texto, que aunque ficticio esconde una verdad oscura. Desgraciadamente la imagen de esta semana se mezcló en mi cabeza con un blog de @jeicko19 "crossing the border, escaping from the police"
https://www.google.com/url?q=https://steemit.com/life/%40jeicko19/crossing-the-border-escaping-from-the-police&sa=U&ved=0ahUKEwi3oeXF6-DUAhUGvBoKHSDhDJQQFggEMAA&client=internal-uds-cse&usg=AFQjCNGecOGCEWP_up5sLg5ScLURiMRSZQ
y sentí la necesidad de hacer esto. Una manera indirecta de acercarles, a ustedes mis queridos lectores, a una verdad que no nos podemos ni imaginar:

La necesidad de hacer algo ilegal para alimentar a tus hijos