SpanishChallenge #18 [Relato] - Creadora de historias
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Si alguien sabía viajar, era Carina. Callada, dulce, curiosa, y ansiosa por conocer el mundo, ella hacía de cada día un nuevo viaje.
La pasión, la emoción y la intriga con la que observaba los detalles de los sitios a los que iba era algo formidable. No había insecto, planta o animal que pasaran desapercibidos por esos grandes ojos que se llenaban de un brillo sin igual, cual niño en navidad recibiendo sus regalos. No solo observaba todos estos detalles con gran detenimiento, sino que también los fotografiaba, una y otra vez hasta obtener la captura perfecta y así tener un negativo digital de ese cuadro que se robó su atención por un breve lapso de tiempo, solo para volver a empezar nuevamente con su siguiente objetivo. Lo mejor de esto, sin duda, era escuchar las historias de sus fotografías, llenas de recuerdos, llenas de emoción.
Siempre he pensado que su pasión por los viajes y conocer nuevos lugares viene de su gran amor a los libros. Cuando ella empezaba a leer un libro nuevo no había nada ni nadie que la detuviera de seguir leyendo hasta que llegaba a su fin, y luego, empezaba otro libro. Para muchos la experiencia de terminar un libro que tanto te ha gustado es una experiencia que puede causar tristeza, dejar un cierto vacío, en cambio Carina afirmaba que eso era lo mejor de los libros, que cuando una historia terminaba, podías conseguir otra inmediatamente. La manera en la que su mente se trasladaba al lugar de la historia era algo excepcional, y puedo casi jurar que incluso se volvía parte de ella. Para una persona que puede recrear todo un mundo con tanto detalle en su imaginación a partir de tan solo palabras, tiene que ser todo un éxtasis visual disfrutar del mundo real.
Sin embargo, lo mejor de haberla conocido es que yo también aprendí a viajar junto a ella, empecé a conocer nuevos mundos, y es que ella definitivamente no era de este mundo. No sé cómo explicar que tan solo me bastaba tomarla de la mano para sentir que estaba en el cielo, y al mirar sus ojos podía ver a las estrellas a tan solo unos centímetros de distancia. Dicen que los viajeros son buenos escritores, y eso lo pude constatar, pues cada día solo me bastaba con tomarla de la mano y esperar escuchar su dulce voz diciendo:
Para saber que iba a ser el protagonista de una nueva historia sin igual a su lado. La nuestra, era la historia que no me cansaba de leer.
Con esta historia estoy participando en el SpanishChallenge #18 de @spanish-trail, haz click aquí para saber cómo puedes participar.