Spanishchallenge 12 entrada #1

( Fuente )

Cada quien con su carga, de acuerdo a sus amontonazones. Cada cual con su canasto lleno de recuerdos y alusiones que se escurren por los hoyos que la mala memoria, roedor del tiempo, va abriendo. Caen los recuerdos, gotean, adrede se arrojan al camino para escapar del suplicio de ser invocados y proyectados en la pantalla arrugada de las evocaciones trasnochadas. Como migajas de Hansel y Gretel caen irreconocibles y van marcando futilmente el camino sin retorno. A pie y sin prisa que demora la muerte, a pie la brisa nos devora la suerte, nos hiere las sienes de nostalgia y de ansias por voltear a ver (acaso urgencia impaciente por volvernos estatuas de sal). Al sol tiende, la nieve, su resplandor; Prometeo del agua que nos vierte en las sienes su claridad, su ceguera que nos guía de día, su concupiscencia blanca que nos mancha la negra conciencia. Caminata perpetua en peregrinaje al no-sé-dónde. El viaje no requiere destino, sólo pasajeros. Faena peripatética que nos provoca sueños y mares, ideas divergentes que se expanden en el silencioso jadeo de quien va ya muy cansado. Hace falta detenerse y apartarse para presenciar la escena. Dar la espalda a la montaña que acecha a plena vista y que espera nuestra caída para hacernos rodar hacia abajo, Sísifo inverso. Reconoceremos desde esta perspectiva lo absurdo de esta diligencia pronta de caminar sin descanso con el pasado a cuestas. Lucidez: insomnio de día, aguardiente de la razón que nos reseca la dicha. Ya ebrios de vértigo: ¿Habremos de reincorporarnos a la andanza de carácter himenóptero, o, al igual que Cardoza, habremos de lanzar nuestro lastre al pasado para hacernos todo alas?

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