Spanishchallenge 15. Entrada #1. Su nombre era Vav.

in #spanishchallenge7 years ago (edited)


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NOTA: por favor, escuchar el siguiente audio mientras leen el texto. Que lo disfruten tanto como yo lo hice al escribirlo.


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Fue así como comenzó el fin. La tecnología artificial había avanzado tanto, que era difícil distinguir humano de máquina, órgano vivo de sistema computarizado. Como toda profecía auto cumplida, los robots habían dominado a los humanos y se habían fijado la tarea de destruir a sus creadores. No buscaban su compasión, como alguna vez lo hizo el monstruo de Frankenstein a Víctor. Nada de eso. Se habían dado cuenta que el planeta sin los humanos resultaba un problema menos en la ecuación de subsistencia.

A mediados del siglo XXIII, la Tierra se encontraba sobre poblada. Y no era este el único problema. Los ríos se habían secado, los campos agrietados, los polos casi enteramente derretidos y los ganados se encontraban casi extintos. Ya nada era propiedad del hombre. Ahora ellos se habían convertido en la propiedad de aquellas máquinas, llamadas Dalila, por su creadora Dahlila Harold. No sólo habían sido programadas para adquirir las mejores características del hombre: desde su bondad, gentileza y carisma hasta los límites del cuerpo habían sido superados. Corrían más rápido, eran más altos, más fuertes, más hermosos. Pero, como estos habían sido creados por los humanos, también adquirieron inevitablemente algunas de sus fallas. Una de estas fue la necesidad de ser cruel, cuando sentían que eran injustos con ellos.

Como al principio los humanos se servían de los Dalila para hacer las funciones que deploraban, cualquier tipo de trabajo forzado en general, los primeros se entrenaron en funciones que sus creadores iban delegando poco a poco hasta abandonarlas por completo. Los humanos luego se dedicaron tanto al ocio que no se percataron de la rebelión que estaba surgiendo entre aquellos complejos sistemas binarios que ya ellos no entendían ni sabían cómo funcionaban.

Así que después de masacrar a casi la totalidad de la población, los humanos fueron convertidos en esclavos. Para ser reconocidos por los Dalila - ya que debemos recordar que eran exactamente iguales - les colocaron unos zapatos distintivos. Estos eran blancos, y su suela emitía un brillo blanco fantasma, como en lo que se habían convertido. De este distintivo surgió el epíteto espectral. Se los veía caminar harapientos por la calle, pidiendo dinero, limpiando las calles, sirviendo de juguetes sexuales, de sirvientes. Esclavos para los caprichos de los Dalila, mientras estos se encargaban de convertir al mundo en uno mejor.

Sin embargo, de cierta forma los papeles se habían vuelto a invertir en todo sentido. Los Dalila se volvieron algo descuidados. Los humanos, luego de dos siglos, más perspicaces. Además, ya algunos habían salido de la esclavitud una vez, no se la iban a calar de nuevo. Es por esto que todas las noches de los meses impares y en los días impares, los humanos se reunían en un callejón detrás de la ciudadela Dalia.



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Aquella noche del mes lambda varios esclavos se reunirían para una sesión crucial. Su líder, Vav, los esperaba casi al final del callejón, apoyado en la pared. Inquieto. Veía a los fantasmas acercarse, aquellas botas blancas de luces que resaltaban en la oscuridad. La decepción y nervios fueron en detrimento mientras que Vav veía que aquella masa de fantasmas que se acercaban podía llenar el purgatorio entero. Una vez que todos lo rodeaban - serían miles - con rostros ansiosos y de rabia, empezó a hablar.

-Heki nomu! Aurgui nefro domma noku meme! (¡Oh Fantasmas! ¿Están listos para el fin?) - Era un nuevo idioma que habían inventado los fantasmas, por precaución.

-Gragui norgue! (¡Listos para morir!) - Respondieron con emoción aquellos espectros.

-¡Deiki sorte makku sreit! _(¡Entonces, todos a la carga!) - Gritó desaforadamente aquella alma en pena.

En conjunto, toda aquella legión tomó las armas que estaban escondidas al final de aquel callejón y se encaminaron a Dalia, para acabar con sus opresores y demonios. Y fue así como empezó el comienzo del fin de los Dalila. Por lo menos fue este el primero de los intentos. ¿Que cuando los humanos recuperaron la Tierra fue mejor o peor? No se sabe. Lo que sí sabemos, es que el nombre de Vav trascendió el tiempo y el espacio y sus hazañas fueron contadas a través de los siglos hasta que...

¿Qué y si la historia se repite?

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