SpanishChallenge #13 entrada #1: La estrella fugaz que se poso en el olivo

in #spanishchallenge7 years ago

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Como todos los veranos, tras el periodo escolar, la familia de Félix solía viajar a una finca en el pueblo, a unos 400Km de la ciudad. Era un ritual que se había dado siempre, antes incluso de nacer sus hermanos mayores. Dos semanas de desconexión prácticamente total con la civilización, con el fin de descansar de los rigores de la ciudad, del calor del asfalto, el sonido de los coches y las carreras de todas las mañanas en aquella casa donde convivían cinco miembros de una misma familia. Vivian a una media hora del centro, contando el atasco matutino de cada día, asi que la acción empezaba temprano, a eso de las siete de la mañana, salvo en fin de semana, que dependía de la hora del partido de Félix.

Su hermano mayor tenía 17 años y ya tenía su moto y su hermana ya tenía 20 años y era bastante autónoma con el coche, asi que él, con 13 años recién cumplidos, era prácticamente el centro de atención de sus padres, ya que sus hermanos solían ir un tanto a su aire.

Finalizadas las clases y con las buenas notas de los dos hermanos, Marta y Miguel, los padres, cargaron su espacioso todoterreno para irse a la finca, como era costumbre. Su hermana, Claudia, se quedaría iría la próxima semana, ya que tenía aun exámenes en la universidad. Félix la verdad es que está encantado, le encantaba ir por la gigante finca, divida en una zona de naranjos, una de olivos y algunos almendros. Allí tenía su bici y algo aún mejor, una moto de motocross y una pequeña pista que sus padres construyeron cuando nació su hermano mayor Andrés. La casa, por otro lado, por fuera parece algo antigua y mal cuidada, pero hacia unos años sus padres mandaron reformarla por dentro, para modernizarla y que no faltara de nada. Era tan grande que redistribuyeron el espacio, suprimiendo dos de las diez habitaciones internas, para que cada uno tuviera su baño privado y es que aquella mansión era de los abuelos de su padre Miguel, los cuales tuvieron ocho hijos, asi que tenía un montón de tíos y tías y una importante cantidad de regalos en fiestas y su cumpleaños.

La finca estaba bien vallada, asi que no tenía hora para irse a dormir y menos para levantarse, asi que solía explorar la finca por la noche, como si fuera un investigador. La tercera noche vio como descendía algo luminoso a bastante distancia y se ocultaba en la zona de los olivos. Sin pensarlo mucho se acercó sigilosamente hasta el punto resplandeciente. Era un objeto bastante raro, sin una forma determinada y con lo que parecían espigas saliendo, emitiendo el conjunto una curiosa y enigmática radiación lumínica blanca, muy blanco.

Se quedó a unos cien metros, tumbado en el suelo, semioculto tras el tronco de uno de los olivos. Allí no sucedía nada. Era raro, porque tenía una ligera semejanza con las estrellas, pareciendo que una había caído en su finca, pero aquel pequeño objeto, estaba claro, que no lo era. Fue acercándose, sin levantarse, arrastrándose por el suelo despacio, para no hacer ruido y que aquel objeto no se ‘asustara’ o pudiera actuar ante su presencia. No parecía una opción inteligente, ya que había visto hacia poco La Guerra de los Mundos, pero aquello no parecía un robot descomunal llegando de otro planeta para exterminar a la raza humana.

Cuando estaba a punto de tenerlo a la distancia suficiente para estirar el brazo y tocarlo escucho una suave voz de mujer. En primera instancia no termino de entenderla, pero luego entendió que le decía que no tuviera miedo. La cogió con la mano y se abrió una especie de compuerta o escotilla. Salió una figura, con forma de mujer, vestida de verde íntegramente, volando, pero sin alas.

Ella le explico que venía de muy lejos, exploraba todos los planetas, una tarea ardua, pero que estaba encantada de hacer. Era de un planeta bastante pequeño, algo asi como una cuarta parte de la tierra y que allí todos tenían este tamaño. Había logrando grandes avances, pudiendo viajar de mundo en mundo en una fracción de segundo, prácticamente y solo investigaban, no solían aterrizar o interactuar, siendo ella solo una de los cientos de pilotos que surcaban el firmamento. Gracias a su pequeño tamaño, muchos mundos habitados los confundían con estrellas o restos galácticos que pasaban a gran velocidad, dejando un rastro lumínico en el firmamento, pero, su nave se había estropeado y por desgracia no tenía las piezas para repararla.

Como no solían parar en ninguna parte, no había hablado nunca con un ser de otro mundo, como hacía con Félix. Lo había visto mientras caía y tenía curiosidad, asi que no había pedido auxilio. Rara vez comunicaban, salvo para mandar datos. Estas misiones podían durar varias semanas y las naves estaban bien provistas, pero se habían quemado varias piezas y no tenía repuestos, asi que llamaría a casa para que le mandaran ayuda. Antes, aprovechando la situación, quería hablar con los seres que habitaban el planeta y aprovechando que Félix estaba allí, le seria de utilidad y aprendería de él.

Aprovechando que hacia unas horas que había iniciado la nueva misión, esa mujer de verde se quedó hasta el final de las vacaciones. Hicieron buenas migas y es que el mundo del que provenía, era bastante amistoso y había dejado atrás tiempos más oscuros. El ultimo día, tras reír un rato y divertirse juntos, fue la hora de despedirse, ya que había llamado a su planeta y le dijeron que tardarían, pero que una nave de recogida iba en camino. Eran grandes y pesadas y tardaban horas en llegar. Tardo tanto que se hizo la una de la madrugada, más o menos, cuando la nave llego.

La nueva nave era cinco veces más grande que la de su amiga y de un color cambiante, iba del naranja al rojo. No se bajó nadie. La nave de su amiga levito y se introdujo por una abertura en la otra nave. Se despidieron, prometiendo que se volverían a ver algún día, que intentaría pedir permiso en su misión y volver a verle.

Félix jamás la volvió a ver. Pensó que en una de sus misiones volvió a tener problemas y no tuvo tanta suerte. Una noche, cuando Félix ya estaba en sus últimos días de vida, recibió por sorpresa la visita de su amiga de verde, esta vez, iba de azul y su nave no brillaba. Hablaron durante toda la noche. Ella le conto que sus misiones habían tenido gran éxito y conto todo lo que hablaron y fue ascendida dos grados por aquella misión. Hoy en día era la directora del programa, por eso su traje azul. Ella le comento que había seguido su vida, sin interferir de nuevo en ella, que venía una vez al mes, teniendo en cuenta el periodo de tiempo terrestre, ya que su planeta tenía otro medio de medir el tiempo. Sabia de su vida y ella le conto alguno de sus viajes. Asi se despidieron estos dos curiosos amigos, que se encontraron por casualidad. Félix, horas después de partir su misteriosa amiga, que jamás le revelo de donde venía y como se llamaba, murió, en compañía de su familia a los 92 años de edad.

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Muy bueno tu relato. Felicitaciones y suerte en el challenge!
Saludos.

Muchas gracias amigo

extraterrestres, trabajos galacticos y toda una vida esperando... me ha encantado tu relato, suerte!

Gracias, estoy desarrollando uno nuevo.

extraterrestres, trabajos galacticos y toda una vida esperando. Me ha encantado tu relato, ¡suerte!

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