CUENTO DE NAVIDAD.

En éstos gélidos días Decembrinos, nada como un delicioso café calientito, un buen cigarro y algo suave y diferente para leer como un CUENTO DE NAVIDAD.-

El calor era increíble y el olor de ése lugar náusabundo, espantoso, sin embargo a él parecía no importarle, es más, se le veía feliz.
Canturreaba mientras daba grandes zancadas de un lado a otro y todo él manifestaba alegría. De todo el año éste Mes era su preferido.
Había luchado mucho, puesto en práctica un gran número de estrategias hasta que al fin consiguió su objetivo.
Finalmente había logrado se le dedicara un día completo a él y no sólo había conseguido la celebración que tanto buscó, sino que lo hizo de manera tal que todos lo festejaban primero a Él, que a aquellos que por sus buenas acciones y estúpida forma de vida de ayudar a todos y a aconsejarlos a no cometer cosas malas ni vivir con sentimientos feos terminando por ello siendo considerados como Santos ¡Fuchi, Guacala!
Era el día de Haloween conocido en la mayor parte del mundo como el día de las brujas y los demonios. ¡Ése era su gran día..!
Diablos, brujas, vampiros, demonios de mil formas y espantosos monstruos caminaban por las calles y convivían con la gente de una manera feliz.
Eran principalmente niños, almas a las que él dedicaba especial atención y a quienes los adultos mismos vestían y maquillaban para ese glorioso día. ¿A la Iglesia? ¿Quién diablos iba a la Iglesia? ¡Todos a la calle a festejar a las brujas, a los diablos ¡A la maldad!.
¡Era su día!
Paseaba y brincaba por la enorme cueva, movía la cola de un lado a otro y agitaba la cabeza haciendo lucir sus horribles cuernos.
¡Era el diablo y estaba contento!
Todo ese día hubo fiesta en el infierno. Encabezados por satanás los diablos bailaban, gritaban, brincaban, al tiempo que arañaban y mordían a todos los que por haber vivido mal estaban en el infierno y sufrían los horribles castigos que a los demonios se les ocurrían.
No había música, sólo gruñidos, aullidos y gritos escalofriantes que acompañaban las danzas y bailes grotescos de los seres del infierno.
Asi la pasaron todo ése día hasta que al fin Satanás con un terrible bufido dio por finalizada la fiesta.
Todos volvieron a sus quehaceres que en realidad sólo era castigar a los malos, a los mentirosos, a los envidiosos, a los que tomaron algo que no era suyo, a los que engañaron a las personas, a los abusones y a todos aquellos viciosos que cayeron en sus redes.
El infierno estaba lleno pero Satanás quería más pues cada alma que alli se encontraba era un triunfo de su maldad y eso lo hacía feliz.
¡Pónganles tentaciones a los hombres! -gritaba sin descanso- ¡Ofrézcanles poder y dinero y serán nuestros! y los diablos iban y tentaban a la gente y muchos caían y al morir se iban al infierno.
Así, Satanás trabajaba sin descanso.
Ahora deseaba hacer suyo el día 25 de Diciembre, fecha en que la gente celebraba el nacimiento del Niño Dios.
Ni más ni menos que su peor enemigo. El nacimiento de Dios hecho hombre.
¡Ah cuanto lo odiaba! ¡El era el culpable de todas sus desventuras! ¡Él lo había expulsado del paraíso y lo había condenado a vivir entre el fuego por toda la eternidad! ¡Eso no se lo perdonaría jamás porque "Yo -se decía- soy tan poderoso o más que Él, más hermoso que Él y por eso, por miedo a que yo tomara su lugar decidió alejarme y confinarme a éste sitio por los siglos de los siglos".- "Pero así- meditaba sonriendo- como disfruté plenamente echándole a perder su ridícula Semana Santa transformándola de llanto, recogimiento, lágrimas y dolor, en risas, alegría, excesos de todo tipo y ni quién se acuerde de Él. Así acabaré con las fiestas del nacimiento del Niño Dios!" El problema -se rascaba la cabeza- es que no encuentro como hacerlo."
Y paseaba de un lado a otro de su cueva. Grandes pasos y bufidos se escuchaban y de pronto gritos horribles de desesperación pues no hallaba la forma de lograr su objetivo.
"Ya sé- dijo de pronto- voy a llamar a los demonios más malos, más feos y más apestosos para entre todos encontrar la manera de echar a perder la Navidad."
Fue hasta un rincón donde salían llamaradas enormes y empezó a soplar por un gran cuerno de chivo negro. El sonido se extendió a todas las cuevas y rincones del infierno y pronto los llamados fueron apareciendo ante el demonio mayor. En poco tiempo estuvieron todos presentes y entonces Satanás habló;
"Los he llamado para entre todos encontrar la forma de triunfar de manera definitiva sobre nuestro eterno enemigo. Hemos obtenido al paso del tiempo grandes triunfos y día a día avanzamos más, sin embargo, debemos terminar con la máxima celebración del innombrable (Todos hicieron aspavientos, visajes horribles, muecas y señas ofensivas), debemos terminar con la celebración de su nacimiento, debemos terminar con ¡La Navidad!.
¡Bravo! gritaron todos. ¡Magnífica idea, terminaremos con Él de una vez por todas!
¡Al fin nos libraremos de su presencia y de su poder! Todos se abrazaban y felicitaban por tan extraordinaria idea. ¡Al fin, al fin se decían unos a otros.
"Calma, calma mis queridos diablos -les dijo Satanás- es cierto que ése es el sueño anhelado por todos y también es cierto que para lograrlo estamos dispuestos a hacer lo que sea, sin embargo necesitamos hacer bien las cosas. Debemos de pensar con calma como hacerlo.
" No -dijo un diablillo panzon y narizón- a éso si yo no le entro. Yo soy bueno para dar de latigazos a los mentirosos o para meter en ollas con agua hirviendo a los envidiosos y para otras dulzuras de mi oficio, pero para pensar no. Yo no sirvo para éso.
"Yo tampoco-dijo otro-.. Ni yo, se agregó uno más. Yo menos rugió uno en la esquina" y asÍ uno por uno fueron negándose a hacer lo que les pedía el diablo mayor.
¡Ah ah se retorcía el diablo jalándose los cuernos y mordiéndose la cola de coraje. "Eso me pasa por tratar por puros tontos y retrasados. Los diablillos se miraban unos a otros con cara de ¿Que dijo?
¡Vayan y traíganme al diablo del fuego- explotó Satán- al que se la pasa sentado entre la lumbre según él meditando. A ver si se le ocurre algo".
En un instante todos fueron por el diablo de fuego y cargandolo lo trajeron ante Satán.
!Ahora- gritó el demonio mayor- Todos fuera de aquí!
Todos salieron corriendo y con ellos también el diablo del fuego. "Tú no atarantado- le dijo el diablo mayor agarrándolo por la cola- tu te quedas.
El diablo de fuego espantado se hacía bolita diciendo "Yo no fui jefe, Yo no fui"
"¡Tú no fuiste que!- se le encaró el diablo mayor-. No sé jefe, no sé pero yo no fui, se lo juro por Dios.
"Ay Ay Ay estúpido- el diablo mayor se tapaba con la cola las orejas- haz hecho que me dé un miserere, un camafat y un patatús al mismo tiempo. ¿Que no sabes que ese nombre está prohibido pensarlo siquiera aquí en mi reino? Pues decirlo !MENOS, MENOS, NUNCA, NUNCA".
"Perdón, perdón mi gran señor, soy un diablo tonto y atarantado, te prometo en castigo comerme la cola y los cuernos pero no te enojes conmigo, no me castigues, haré lo que tu quieras, seré tu esclavo por siempre".
"Ya lo eres-le gritó el diablo mayor- ¿o que piensas que estás aquí de invitado o de vacaciones? ¿Y ya cállate!
"Escucha bien lo que voy a decirte. Si no quieres sufrir castigo por la palabrota que dijiste tendrás que decirme como hacerle para echar a perder la Navidad.
¡La Navidad mi señor? preguntó el diablo del fuego.
"Si burro-le gritó desesperado el diablo mayor. La Navidad, la fecha en que todos celebran el nacimiento de de de ése."
"Ah entiendo"- balbuceó el diablo del fuego.
"No quiero que entiendas idiota, sino que me digas como hacerle"
"Eso es muy fácil mi señor" sonrió el diablo del fuego.
El diablo mayor abrió los ojos y la boca enormemente, levantó la cola, enterró los cuernos en una piedra y lanzó humo por la nariz y las orejas. ¿Fácil? ¿Fácil?- Llevo años y años tratando de encontrar la forma de hacerlo. He hecho mil pruebas y todas han fracasado. Estoy desesperado y tú, tú me sales conque es ¡Muy fácil?
El diablo del fuego se hacía bolita. Quería hacerse cada vez más chiquito, tan chiquito que al fin lograra desaparecer. Ya había hecho enfurecer a su jefe dos veces y eso era demasiado. Temblaba de miedo y en medio de la llamas empezó a tener frío. El diablo mayor empezó a calmarse y dando vueltas por la cueva respiró hondo y se detuvo ante el otro. "¡Dime que es lo fácil y más te vale que sea bueno!"
El pequeño diablo del fuego sin mirarle a los ojos le dijo tímidamente "Los niños mi señor, Los niños.
¿Los niños?, los niños decía para si el gran diablo mientras paseaba por la espantosa cueva. Los niños, repetía mientras se acariciaba la horrible barba o se rascaba la cabeza.
"A ver- dijo de pronto- explícame tu idea. Hazlo claro y despacio y procura que sea buena porque ya te he tolerado bastante".
El diablo del fuego se incorporó un poco y comenzó a hablar "Señor, mi Señor, los niños son la máxima razón y causa de felicidad de los humanos. Los adultos terminan por ligarse tanto a ellos que los convierten en la razón fundamental de su existencia. Cuando los niños ríen el mundo entero goza y vibra de alegría, pero cuando los niños lloran o se entristecen, el mundo tiembla y se preocupa y entonces hacen de todo para que vuelvan a recuperar su inigualable alegría. Y es que la niñez mi Señor no sólo se refiere a una cierta etapa o edad de la vida sino más bien a un estado del alma.
Cuando el niño es pequeño, su inocencia, su búsqueda de protección y seguridad, su ingenuidad y su dependencia hacen de él un ser admirable, pues en su inocencia carecen del sentido del bien y del mal, por lo tanto, no hay intención de actuar o hacer ni una cosa ni la otra, simplemente se hace y de esa manera el niño puede hacer mil cosas pero ninguna mal intencionada. Así pues, mantiene su pureza.
Cuando el niño crece y empieza a competir sobre todo con sus semejantes, la inocencia es relegada a un rincón de su corazón y aparecen al frente sentimientos diversos, cargados todos de potencial de maldad y de bondad, mismos que aplican de acuerdo a las circunstancias. Se trata ya no de vivir sino de sobrevivir mi Señor. Sin embargo, la inocencia allí está. Oculta y cohibida,pero allí está.
Por éso, Aquél ( haciéndole señas con la mano hacia arriba) cuyo nombre no podemos pensar y mucho menos decirlo, dijo muy claro que sólo irían con Él los que se mantuvieran como niños. Pero, ¿Que es lo que hace más felices a los niños chicos o grandes? ¡Dar y Recibir! y en Navidad dar y recibir regalos es para ellos la fuente más importante de felicidad, porque simbolizan muchas cosas. Principalmente expresan sus sentimientos mas bellos.
¿Y que pasaría si no hubiera regalos? ¡No serian felices Señor y como consecuencia ya no tendrían el gusto de celebrar ésta fecha.
¿Que es lo que tenemos que hacer? ¡Evitar que reciban regalos!
Un niño sin regalos es un niño triste y un niño triste es causa de tristeza de los demás.. Estando todos tristes, ¿Como celebrar algo?
El diablo mayor meditaba. Todo se veía muy simple. ¿Como era posible que no se le hubiera ocurrido a él?
Era cierto que la alegría infantil era motivo de alegría general, como también que la tristeza de los niños daba como consecuencia la tristeza de todos.
Los regalos. ¡Tenía razón el diablo del fuego! Para los niños los regalos eran siempre algo lleno de emoción. ¿Y si no los había? Ja ja ja, no habría risas ni retozos. Todos se quedarían esperando y tristes y Yo ¿Gozando por ello!
Puede funcionar-pensaba entusiasmado- puede funcionar
¿Que necesitamos para que no haya regalos? preguntó el diablo mayor.
Calma mi Señor, calma. Debemos éste año hacer una prueba. Escoger una comunidad y en ella trabajar para que los niños ése día no reciban regalo alguno. Si tenemos buen resultado, el próximo año nos extenderemos a todos lados.
Yo quisiera de una buena vez acabar con todo pero tienes razón-dijo Satanás- hagámos la prueba primero y luego ya veremos.
Tomó de nueva cuenta el gran cuerno de chivo y sopló y el sonido fue reconocido por un diablo lejano quién de inmediato dejó lo que estaba haciendo y fue a atender el llamado de su jefe. Era el diablo explorador.
"Pon atención diablo explorador- le dijo el diablo mayor-, se me ha ocurrido un plan maravilloso para terminar con la celebración de la Navidad- y mientras hablaba se pavoneaba y presumía como si en realidad a él se le hubiera ocurrido el plan- te vas a ir de inmediato al mundo y vas a buscar un sitio más bien pequeño pero donde haya muchos niños y en donde los veas más entusiasmados por la cercanía de las fiestas navideñas. En cuanto localices ésa población vienes de inmediato a notificarme y a darme detalles sobre ella."
Mal terminó de hablar y el diablo explorador partió a cumplir su misión.- Poco después llegó con el informe esperado.
"Regreso después de cumplir tus órdenes mi Señor. He encontrado una población en un valle conocido como Valle de la Alegría. Son apenas 60 casas donde habitan gentes que se dedican a las labores del campo. Son pobres y como los adultos tienen que trabajar dejan todos los días a los niños en una casona antigua bajo el cuidado de una señoras mayores, quienes les hacen de comer, les enseñan a leer y escribir y a cumplir con labores propias de su comunidad. Los niños que son 65, viven allí toda la semana y sólo van a sus casas los Domingos a visitar a sus papas. Toda la comunidad planea hacer la fiesta de Navidad en la casona, asi pues, los tenemos a todos en un solo sitio donde podemos hacer la prueba de tu fabuloso plan.
El diablo mayor interesado pregunta ¿De que manera pueden ellos conseguir regalos si ésa gente trabaja nada más para irla pasando? ¿Como los consiguen cada año? Hay un señor rico- contestó el diablo explorador- que les compra sus cosechas y siempre en éstas fechas les adelanta dinero para que puedan festejar con sus niños. A él, todos los papas le llevan las cartas que los niños hacen para pedir sus regalos y él se encarga de enviarlas.
"Y -pregunta Satán-Que es lo que acostumbran para la cena y las fiestas?
"Ellos usan de sus productos-contesta el explorador-. De su maíz hacen palomitas a las que les añaden mantequilla que hacen con la leche de sus vacas. Con la misma leche hacen chocolate y las señoras de la casona hacen pan sabroso para ése día. También con sus verduras hacen cremas y sopas y combinan unas con otras para preparar alimentos agradables y del gusto de todos. Finalmente, ponen música y todos cantan y bailan y viven felices todo ése día y en general todos los días.
"Que tengan tanta felicidad me cae muy mal-dijo el diablo mayor- tenemos que hacer lo necesario para que eso acabe."
"Que venga de inmediato el Diablo más malo" ordenó.
Al oir ésto, el diablo del fuego y el diablo explorador se retiraron hasta el más lejano rincón de la cueva, pues sabían que el diablo más malo era tan tan tan malo que hasta el mismo Satanás se cubría con un escudo de roca y fuego cuando hablaba con él.
El diablo más malo llegó y de sus ojos salían rayos que se estrellaban en las paredes de la cueva rompiendo rocas y haciendo grandes agujeros.
Los dos diablos arrinconados se abrazaban y temblaban hasta la cola mientras Satanás cubierto con su escudo cabeceaba tratando de vitar los rayos y las rocas.
"Cierra los ojos animal-gritaba Satanás- cierra los ojos.
El diablo más malo obedeció y se acabaron los rayos.
"No te muevas-le ordenó Satanás- y quédate como estatua, inmóvil"
El diablo más malo se quedó parado, quieto, sin mover nada ni siquiera a cola.
Cuando Satanás lo vio quieto se quitó el escudo y pudo mirarlo ben.
Aparte de ser el más malo era también el más feo pues tenía la cara chueca, un ojo le colgaba en la cara y el otro lo tenía donde debería estar la oreja. No tenía nariz, solo un feo agujero de donde salían víboras y alacranes que le caminaban en la cara y la cabeza. Estaba cojo y tenía un nudo en la cola..
Satanás sonrió al verlo y pensó-perfecto, perfecto.
"Fíjate bien lo que te voy a ordenar y que tu vas a cumplir sin preguntar nada. Vas a ir a un lugar que el diablo explorador te va a señalar y que es conocido como el Valle de la Alegría- Al oir ésto, el diablo más malo se estremeció de coraje y de uno de sus dedos salió una gran llamarada azul- Satanás rápido se cubrió con su escudo al tiempo que le gritaba "Quieto, quieto, no te muevas"
Nuevamente tranquilizado Satanás continuó " Primero vas a ir con el viejo rico que le compra las cosechas a los pobladores y lo que es peor, que envía las cartas que hacen los niños para el niño, para el niño, para para ¡Para ése niño! A ése hombre lo vas a hacer pobre y una vez que le entreguen las cartas tu te las vas a ingeniar para hacerte de ellas y las vas a destruir y así ja, ja, ja, nadie se enterará de lo que quieren para navidad. Luego vas a ir a enfermar a sus vacas para que no den leche y finalmente vas a destruir sus cosechas. Que no tengan nada, absolutamente nada para celebrar esa fiesta. Que no tengan ni un motivo para estar contentos ése día.,Más bien que estén enojados y tristes y que ni siquiera se acuerden de que es Navidad.
"Diablo explorador-gritó el jefe- indicale a éste donde se encuentra ese valle, pero no lo hagas aqui, hazlo allá en lo más hondo y lejano del infierno"
El diablo explorador temblando de miedo soltó a su compañero de abrazo y avanzó fuera de la cueva mayor. Poco después poniéndose su escudo de fuego y rocas Satanás le ordenó al mas malo que se fuera.
Cuando el más malo abrió los ojos de nuevo horribles rayos y truenos salieron en todas direcciones mientras que de los dedos de sus manos salían grandes llamaradas de colores y la cola lanzaba terribles latigazos.
Satanás esperó a que se fuera y luego quitándose el escudo sonrió. Estaba feliz. Por fin lograría que no hubiera Navidad ni amor ni alegría. Ni un solo juguete o regalo Ja Ja Ja. El rico estará enojado con los otros porque sus cosechas no sirven y por ello no podrá hacer negocio y se hará pobre y de tan enojado que se pondrá tirara las cartas de los niños y su enviado se encargará de destruirlas.
Los adultos estarán enojados con el rico porque no les prestará dinero para la cena de Navidad. Los niños estarán tristes porque no habrá cena y las señoras que los cuidan estarán enojadas con los adultos porque no les darán lo necesario para la fiesta.
Ja ja ja ¡Todos contra todos! y al final todos conmigo.
Como disfrutaba el diablo ese momento. Se alisaba la cola y con un cuero arrugado se limpiaba los cuernos mientras reía y gritaba "¡AL FIN, AL FIN"

El diablo más malo se dirigió al Valle de la Alegría dejando a su paso un olor insoportable a azufre y pudrición siendo éso lo que alertó al Espíritu Navideño quién de inmediato comenzó a seguirlo pues sabía que nada bueno significaba su presencia..- Así pudo darse cuenta de lo que hacía y desde luego de cual era su diabólica intención.- La Navidad se acercaba y algo tenía que hacerse para evitar cualquier cosa mala.
Rápido se presentó ante Dios a quién lo puso al tanto de lo que había visto.
"No temas Espíritu Navideño- le dijo El Señor- estoy enterado de todo pues tu bien sabes que no hay nada que pueda pensarse, decirse, quererse o hacerse sin que Yo no me dé cuenta. Deja que todo siga su curso y observa"
El Espíritu Navideño se retiró y como se le indicó se puso a observar lo que pasaba. Así, pudo apreciar la angustia de los adultos al darse cuenta que sus cosechas no servían, estaban malas y no se explicaban porqué.
Apesadumbrados veían que los días pasaban y no hallaban la forma de ir a decírselo al señor que siempre se las compraba.
Finalmente se animaron y formando una comisión se presentaron ante el señor diciéndole "No sabemos porque razón todos nuestros cultivos se echaron a perder y venimos a decirle que por éste año no podremos traerle nada para su negocio. Esperamos que comprenda que no es culpa nuestra pues estando todo listo para la cosecha algo les pasó y no sirven. Usted sabe que siempre hemos quedado bien y que todos los años el dinero que nos paga y la ayuda que nos da lo utilizamos para festejar la Navidad. Si usted no nos ayuda no podremos contar con nada para ello y los niños pasarán una Navidad muy triste. Le pedimos que como hombre lleno de bondad nos ayude que ya después nosotros le iremos pagando poco a poco".
Los adultos esperaban una buena respuesta del señor pues en verdad siempre había sido muy bueno con ellos, sin embargo el diablo más malo se le metió en el corazón ordenandole que no los ayudara con nada, diciéndole que lo que querían era aprovecharse de él y que siempre se burlaban diciendo que era tan tonto que les daba de más. "Es más- le dijo el diablo malo- yo hablaré por su boca y usted hará lo que yo diga"
El pobre hombre sin poder hacer nada se enderezó en su silla y abriendo la boca dejo que el diablo malo hablara.
"Son ustedes una bola de abusones malagradecidos. Por su culpa, por no recibir sus cosechas yo perderé todo lo que tengo y seré pobre. No quiero ayudarlos con nada y mejor lárguense de mi casa que no los quiero ver más"
Los adultos sorprendidos por aquellas palabras pero más con el aliento con olor a azufre, dieron media vuelta y salieron asustados y tristes. "La mala suerte se nos vino encima decían algunos. Esto es obra del mal" y así pensando y diciendo muchas cosas llegaron al pueblo donde los esperaban las señoras de la casona para informarles que las vacas se habían enfermado y que en lugar de leche producían pura agua sucia.
No podían creer tanta desventura.
El Espíritu Navideño observaba y lleno de inquietud se alisaba las alas y se estremecía de tristeza.
El demonio revisando el trabajo de su enviado gozaba intensamente ¡Ahora si, ahora si! se decía carcajeándose.

Las mujeres del pueblo empezaron a inventar para la cena. El día 24 había llegado y sus niños cenarían a como diera lugar.
Juntaron lo poco que les quedaba en las alacenas e hicieron con el maíz atole y masa para tortillas y pan. Con epazote del campo y algunas hierbas de olor hicieron una rica sopa de tortilla y luego con verdolaga silvestre prepararon una rica ensalada fresca y aderezada con sal y un poco de queso en trocitos. Finalmente prepararon una gran olla de thé de canela.
No era la gran cena navideña pero con ello estarían juntos y esperarían hasta la medianoche cantando y alabando al niño Dios quién nacería como siempre.
Les preocupaba mucho la mañana siguiente. Los niños se levantarían con la ilusión de los juguetes, los mismos que cada uno de ellos había pedido en su cartita. No sabían que hacer para evitar su tristeza y pensaban en poner juegos diversos que los entretuvieran o concursos divertidos y muchas cosas más pero sabían que nada sería suficiente.
Como estaba planeado en la noche reunidos en un gran salón y sentados en varias mesas alineadas tomaron la cena entre risas y bromas. Los niños estaban contentos y eso hacía felices a los adultos.
Terminaron de cenar y entonces comenzaron a entonar canciones de Navidad al igual que en todas las casas del mundo.
Satanás se fue a su cueva. Sabía que esa noche no podría dormir bien porque los cantos de alabanza a Dios llegarían como siempre hasta el infierno. Se tapó las orejas con lodo, luego se puso unas orejeras de cuero de buitre y finalmente un casco que le cubría toda la cabeza. Se encerró en su cueva y trato de descansar., No pudo hacerlo. A pesar de sus esfuerzos los cantos navideños penetraban hasta su cerebro haciéndolo rabiar, gritar, golpear el casco con las manos y jalarse la cola. Toda la noche la pasó así.
Al día siguiente totalmente desvelado, con los ojos rojos y dolor de cabeza hasta los cuernos, se reanimó pensando en el Valle de la Alegría.
Rápido se quitó todo y tomando su tridente se dirigió al mundo para disfrutar de su éxito con la tristeza y decepción de los niños.

En la casona el día 25 muy temprano se empezó a escuchar movimiento. Eran los adultos que paseaban inquietos y hablando en voz baja se preparaban para tratar de hacer que los niños no pensaran en juguetes, lo que sabían no lograrían.
Poco después, el dormitorio de los niños comenzó a cobrar vida. Las vocecitas, las risas y los pasitos empezaron a hacerse más sonoros señal de que se estaban levantando.
Los unos despertaron a los otros y todo presurosos buscaron como siempre en su cama el juguete que le habían pedido al niño Dios. Todas las camas quedaron totalmente distendidas y no apareció juguete alguno. Desconcertados buscaron debajo de las camas, le quitaron las fundas a las almohadas, corrieron al baño porque tal vez allí estuvieran los regalos ¡Y nada!
¿No vino el Niño Dios'? preguntó Paquín con voz tímida.
¡Claro que si! contestó el gordo
"Pero ¿Y mi avión? insistía Paquin.
¿Y mi muñeca? preguntaba Juanita
¿Y mi tren? ¿Donde está mi tren? buscaba desesperado El Pecas
¿Saben que?- les dijo El Gordo- nos están vacilando.En algún lugar deben de estar. Pero ¿Donde será?
El diablo no podía creer que hubiera tanta fé.
Nadie en el dormitorio pudo contestar y el silencio estremeció a los adultos que escuchaban al otro lado de la puerta. Algunas lagrimas se escaparon de los ojos de las mamás y suspiros de resignación se dejaron escuchar en los papás. El momento critico había llegado.
¿Y AHORA?
El diablo se carcajeaba, estaba lleno de gozo. Al fin había hecho de la Navidad un día triste.
De pronto se oyó la voz de una niña que gritaba ¡Vengan Vengan! ¡Miren Miren!
Era Melisa que trepada en la cama buscando su regalo corrió la cortina y miró al exterior. Rápido todos se treparon a las camas que daban a las ventanas, corrieron las cortinas y un grito de alegría general estremeció la casa sorprendiendo a los adultos e hizo que le diera un cólico al diablo.
No se veían los árboles, ni las plantas, ni los sembradíos. No se veía nada hasta más allá de donde alcanzaba la vista. Sólo un hermoso y brillante manto blanco que cubría absolutamente todo lo que se encontraba en el suelo.
¡Es nieve! gritó uno, es nieve, nieve. El grito se generalizó y las voces de los niños se extendieron por toda la casa y aún más allá.
El diablo se empezó a dar de golpes en la cabeza con la cola, El Espíritu de la Navidad temblaba de alegría y los adultos tuvieron que hacerse a un lado rápidamente cuando la puerta del dormitorio se abrió y los niños formando un rio de felicidad y risas salieron presurosos al exterior.
Jamás habían visto una nevada.
Su asombro duro solo unos instantes pues uno de ellos curioso se agachó y tocando la nieve formó una bola que con toda intención arrojó a uno de sus amigos que sorprendido y feliz recibió el contacto sin daño alguno. Al ver ésto, todos empezaron a hacer lo mismo y en un momento el cielo se llenó de bolas de nieve que iban de un lado a otro y de risas que llenaban de gozo a Dios y de frustración y coraje al diablo.
Los adultos se integraron a los juegos. Tablas de aqui y allá se convirtieron en trineos que tripulados por unos y empujados por otros se deslizaban en las suaves ondulaciones de la nieve bellamente adornados por las felices caras infantiles.
Un mono de nieve apareció por aqui y uno de los adultos perdió su sombrero que fue colocado en la cabeza del muñeco. Poco después apareció otro por allá más delgado y más alto que el anterior. Mamá perdió los botones de su saco que le fueron colocados al muñeco como ojos. Una simple rama se transformó en nariz y la boca sonriente una línea trazada con el dedo.
El diablo se sintió morir. ¡Eso no era posible!
Unas niñas formaron muñecas, Paquín le dio forma a su avión, el Pecas hizo su tren mientras el gordo le daba forma a su carro. Todo era algarabía y dicha.
Al diablo le dio un soponcio. En verdad los niños no recibieron regalos, ¡LOS HICIERON!
No puede ser, No puede ser gritaba el diablo enfurecido. Le empezó a temblar una pata, un cuerno se le dobló, la cola se le hizo nudo y con un pujido sonoro cayó desmayado.
El hombre que durante tanto tiempo los había ayudado estaba solo en su casa y sorprendido por el ambiente de gozo que se respiraba salió siguiendo el sonido de la felicidad llegando al pueblo donde al ser reconocido por los lugareños fue invitado entre abrazos y saludos amistosos y pronto se encontró jugando con los niños como uno más de ese lugar.

Dios que todo lo observaba miraba complacido pensando para si "Ese tonto de Satanás no entiende que mi máxima obra no es él, sino el hombre, que dotado de imaginación y voluntad fuentes poderosas de creación es muy superior a él y que por muchas trabas que le ponga y muchas tentaciones que le ofrezca, el ser humano con sólo decir NO lo manda directo al fondo del infierno donde estará por siempre.

Por hoy ¡VIVA LA NAVIDAD!
¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!
Y el universo entero se llenó de gozo y alegría, de risas y felicidad pues en cada corazón había nacido de nuevo el NIÑO DIOS.

                                                                                                                       FIN

                                                                       
                                                                                                                                                                             urbygenel
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Excelente cuento Navideño arranca una sonrisa y enseña una valiosa leccion, para leerselo a mis hijos!!!!!!!!!!

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