Serie "El confesionario" (confesión No.2)

in #spanish6 years ago

   Hola  amigos de Steemit, infinitos mundos y posibilidades caben en el alma de quién deja que la creatividad sea su dueña, aquí  vamos en esta gran comunidad compartiendo lo creado, lo vivido, lo soñado, hoy traigo para ustedes la serie de cortos “El confesionario” , una serie hilada en muchas historias  donde mi mente se ha explayado en plasmar en palabras lo que he imaginado. Espero las disfruten.  

Para que puedas seguir la historia te invito a leer: 

Confesión No.1  

En la imagen: Zully C Scott/Miguel Fernàndez -Fotógrafo: Miguel Fernàndez (Elfs)

Serie: El confesionario 

Confesión No.2

Espero que  todo esto que escribo te pueda ayudar a entender mis tribulaciones, y que lo hago para que mi alma pueda retirarse de este mundo con algo de sosiego, sigamos entonces con la historia del pueblo de Santa Clara.

“Esa noche entraba un brisa fresca por el ventanal de mi cuarto en la iglesia, mi cama era sencilla, al frente de mí se encontraba el crucifijo que me había regalado mi madre cuando tenía 10 años  y que  en sus planes con mi padre ese día me dijeron que habían decidido que yo fuese cura.

Pues  en esa noche fresca  aún retumbaban en mí las palabras de Luisa, respiré varias veces y me arrodillé para pedirle a Dios que quitara esas imágenes de mi cabeza, luego tomé algo de agua y me acosté a dormir.

Esa noche mis sueños no fueron los más correctos para un cura, pues al levantarme en la mañana mis sabanas confesaban algo más.

Decidí dar un paseo por una de las hermosas playas que rodeaban el pueblo, necesitaba respirar aire puro, concentrarme en la creación de Dios (pero sacando de esta a Luisa, aunque ella era una perfecta creación),  quería sentirme tranquilo y no pensar en mis sueños.

Llegué al filo de una bella colina desde donde se veía el inmenso mar, allí la brisa hacía que mi alma se sintiera liviana cual gaviota en el cielo, pero justo debajo de esa colina, en un rincón escondido de la playa estaba una pareja, no lograba distinguir bien sus rostros, pero si pude observar cada uno de sus movimientos, debí irme, pero los sentidos de un hombre son débiles y llevado más por los instintos que por la voluntad de mi alma pude observar  lo siguiente:

El caballero era un hombre fuerte, maduro, traía a la mujer por la cintura y verificando que nadie los veía la llevó hasta una pequeña piedra que estaba entre el pie de la colina y el mar, allí vi cómo de forma salvaje le arrancaba los vestidos y la colocaba de espaldas a él tomándola por la cintura y cabalgando en sus nalgas como quien tiene años que no monta a una yegua. Ella parecía disfrutarlo pues hasta la cima de la colina se podían escuchar sus gritos de placer. Luego de algún rato, se veían las dos figuras corriendo rápidamente hacia el pueblo y alejándose en direcciones contrarias.

Para cuando me di cuenta ya me faltaba poco para la misa y debía llegar a tiempo para recibir a mis ovejas en la casa del señor, así que regresé lo más rápido que pude y me instalé en el confesionario para recibir a quién quisiera limpiar su alma ese día, más era yo quien quería quitar muchas imágenes de la mía.

Así pues, llegó la persona al confesionario:

  • -Perdóneme padre, porque he pecado-me dijo la voz de un hombre de forma un  tanto agitada.
  • -Habla hijo que tu siervo escucha- contesté, imaginando con certeza que este era el hombre que acababa de ver en la playa.
-Padre, he cometido pecado, pero ha sido algo que no he podido resistir, es que ella es tan mujer, tan voluptuosa, sus caderas invitan a explorarla toda, y cada día he ido a la tienda y ella me miraba como quién tiene tiempo sufriendo los deseos de la carne, escuche: le he montado una trampa, le dije que viniera a la playa para entregarle unos productos para ayudarla con su tienda  y ella ha ido, y dándose cuenta de mis propósitos accedió, ha sido demasiado, mi cuerpo se volvió loco, quería poseerla y la he llenado de mí, le arranqué los vestidos cómo niño que quita el envoltorio de un caramelo que se quiere comer desde hace tiempo,  la bese toda , llene su sexo de mi aliento hasta sacarle gritos desesperados y viendo cuanto lo deseaba  la coloqué de espalda, la tomé  por sus caderas  y me introduje en ella volcando toda la fuerza de mis deseos, desde esa posición pude tocar  sus senos inmensos, no cómo esas miniaturas que tiene Luisa, mi esposa… ¡Dios, ya sabe quién soy!, por favor esto no puede saberlo nadie, júrelo padre!
  • -Tranquilo hijo, todo lo que digas aquí queda bajo secreto de confesión-le respondí tratando de calmarlo.
  • -Padre- ella es Ana María, la dueña de la tienda, la viuda de  Don Santiago…¡pero es muy joven para haber quedado viuda!, aún su cuerpo necesita calmar muchos dolores y es mi deber como Alcalde, jemm, bueno, es mi deber ayudar a todos en este pueblo y no sé que hacer pues quiero volver a verla-
  • -Hijo, tu pecado de adulterio para ser perdonado requiere de mucho esfuerzo espiritual, debes rezar mucho, harás un rosario cada mañana y no debes pasar más por la tienda, ahora reza 6 avemarías y  6 padres nuestros y trae una ofrenda la próxima misa de Santa Clara.

Quedé pensando en que  la descripción de su pecado había quedado corto para lo que yo había logrado ver y escuchar.

 Esa mañana al dar la misa, podía notar cómo el Alcalde sentado en los bancos principales miraba de reojo a Ana María, que estaba sentada un poco más atrás a la izquierda junto a su hijo, y el muchacho lo miraba fijamente, tal vez sospechando algo, al mismo tiempo estaba Luisa al lado de su esposo que  no dejaba de entregar una que otra mirada al chico, y yo... yo no podía dejar de mirarla a ella, ella era distinta, no era voluptuosa pero tenía algo de inocente picardía que me estaba llevando a pensar fuera de mis hábitos sacerdotales y eso no estaba bien.”

Creo que por hoy dejaré la historia hasta aquí, luego seguiré escribiéndoles sobre Santa Clara, ese pueblo donde pasaron tantas cosas. Hasta pronto, Atte. El padre Andrés.



GRACIAS POR LEER, VOTAR Y COMENTAR MIS CREACIONES

UN ABRAZO

MONARCA AZUL


Sort:  

jaja epa estoy pecando leyendo estos cuentos hot. ayúdeme padre. pero no sea fisgón.
me gusto la historia. esperare la proxima

Yo también me siento pecadora solo por leer. Es que está muy bien hecha la historia.

Sé que es ficción, o almenos eso creo XD pero algo es indiscutible los sacerdotes deben ser muy,muy fuertes para suprimir ese instinto que todos llevamos, por ello estoy en desacuerdo, junto con muchas cosas más, con la iglesia en general. Espero con ansias las siguientes confesiones y por cierto que foto tan... cautivante, eres una mujer muy bella. Fuerte abrazo @zullyscott ;)

Es cierto, la foto está chévere.

La narración estuvo tan bien redactada que me imagine todo con "pelos y detalles" ja ja ja. Excelente relato lleno de tanta realidad. Que difícil debe ser para los sacerdotes suprimir algo tan natural que forma parte de nosotros. Me pregunto si se dejará llevar... espero el siguiente!

Desde que comencé a leerlo, no me pude detener, eventos que se entrecruzan para crear un ambiente lleno de sentimientos y confusiones internas en cada personaje que debilitan las bases y sus principios. Interesante relato, a la espera del próximo. Un abrazo.

Se está poniendo bueno el confesionario. No me pierdo la tercera entrega. Gracias Monarca Azul.

Ese pueblo es candela pura... Saludos de corazón.

Coin Marketplace

STEEM 0.25
TRX 0.11
JST 0.029
BTC 69377.84
ETH 3684.22
USDT 1.00
SBD 3.36