Cuento corto: EL EXTRAÑO
Crear historias es grandioso, cualquier cosa puede hacer detonar una maravillosa historia en nuestra imaginación, en mi caso…cuando voy caminando por las calles voy observando detalles, situaciones, y mi menta me lleva a mundos donde todo puede ocurrir. Así nacen mis cuentos. Hoy les comparto mi último cuento corto creado mientras caminaba por una de las calles de mi ciudad. Un abrazo.
El extraño
Cierto aroma de flores de jazmín impregnaba a aquel lugar, se veían personas deambulando de aquí para allá con tonos sombríos en sus rostros, algunos conversaban algunas cosas en voz baja, otros simplemente estaban callados como a la espera de que algo sucediese, aunque ya la esperanza se había ido muy lejos.
Al llegar la tarde los encargados del lugar notaron que él había llegado, esta vez ocupó un lugar diferente, sentado con una expresión fría en su rostro, simplemente se dedicaba a observar todo el ambiente, un sobretodo gris y unos zapatos negros recién lustrados hacían notar que se había preparado con tiempo para la ocasión.
Habían llegado a pensar que tendría muchos amigos en la ciudad, ya que sus visitas frecuentes daban la sensación de alguien que supervisara aquel recinto frío y pragmático, lleno de olores a flores y café viejo; y buscase que tuviese todas las condiciones adecuadas para que sus visitantes lograsen su objetivo, tener algo de paz.
Cada tarde de cada día, allí estaba él. Más esa tarde fue diferente, su ausencia se hizo notar, se sentía el vacío en la silla que siempre ocupaba. La encargada revisó cada cuarto del recinto, todos estaban llenos menos uno...en ese, sólo había un ataúd, con unas pocas flores, se acercó y pudo reconocerlo, era el extraño… su rostro sin vida expresaba la sensación de tranquilidad por conocer el lugar.