[Superando dependencias.]

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Cada minuto se hace más y más desagradable para tu diminuta mente. Se retiró de tus paredes, se borró de tus lienzos como lo fue también los versos inspiradoras del autor; Se retiró cual otoño en noviembre, estimado cedro; ahora tus ojales se han muerto y navegantes las hojas sobre los vientos del invierno acompañan.

No se retiró por no comprender tus anhelos o tu entusiasmo; no se desvaneció de tu vida como acontece tu inconsciente. No se retiró por desconocimiento. No, no se retiró por descontento en su unión; parecer que éste juego de palabras hizo paradoja hacía su tiempo surrealista… o dadaísta. ¡Desvalido desdichado! ¡Cómo el ser humano se siente más con hacer de menos a su semejante!

Entender y comprender son actos que casi nadie logra por el patético ego que engalana su mente. Tener razón es la prioridad, sin saber que la obtienen por falacias vacías y oscuras, como lo fueron en tus coplas, intentándolo jugar al papel de Neruda.

Libertad, oh deseada libertad; acusas sin pruebas. Te basas a tus miedos y prejuicios. ¡Qué desdicha justificable para un destierro! ¡Qué pena empobrecida de autonomía!
Uno no culpa de verdad a la libertad para sentirse superior; se culpa cuando los actos son incorrectos. Ahí no hubo alguno. Juzgando sin ver, sentir y empatizar los límites que se te dicen.

Todo fue como un típico patrón: De los colores más cálidos y prolongados a nítidos fríos y desolados con menor amplitud; no es de sorprenderse cuando se encuentra en éste último.
Lo disfrutaste tanto que te cegó sin control lo real e irreal del asunto. Perdiste los estribos desde que la dependencia te consumió cuál cigarrillo de tabaco del mismísimo Gainsbourg. Hiciste del mundo un cofre y sacaste de ahí tu burbuja que terminó siendo tu único mundo: Tu farsa perfecta.

Las ocasiones se hacían fastidiosas si eran obligadas de tus intenciones, intenciones que terminaron con tu burbuja azucarada. Cómo posible fue que no mantuviste tu desprecio que tuvo que llegar a orejas ajenas; no sólo terminó con tu estaca moral, sino también tu círculo se vió afectado... Pero negarás la metedura de pata por querer que la contraparte que te hizo suspirar entre los mejores campos que se cosechó en temporada más adecuada de tu existencia lo haga primero y acecharla hasta que sea vulnerable por rencores que ciegan tu razón.

Aquí es donde uno puede preguntarse, ¿qué ganarás si no superas la dependencia de tu burbuja reventada? Tu amargura como la deshonra que domina tu racionalidad terminará contigo antes que la primavera haga florecer tus ojales y las ramas terminan secas antes de la sequía, y muertas tus raíces para la primera lluvia. ¿Es necesario sobre-exprimir a lo que una vez amaste para satisfacer la negación de tu realidad?

Las metáforas dejaron de cobrar magia desde que careció de sentido unitario para ambos. Te dejó en pleno mar, marinero novato; lo ha reconocido en cantidades que ni Mar Muerto se compara. “¡Insolente sirena! ¡Me has jugado!” Palabras de odio que permanece en ilusiones prejuiciosas. ¡Insolente tu melancolía! ¡Detestable arma psicológica que te tortura!

Difícil ha de ser superar a lo que temporalmente se acostumbró a tu rutina; la cotidianidad era una visión deseada en tí; una fuente más de conocer un cacho de lo que llaman humanidad que denominaste por peculiar de tu círculo. La ruptura no es más que un nuevo paso al camino que divide deliberadamente sus metas que no mezclan de otras; Es de aquellas fases que todo ser teme, pero qué más sana. Un paso más hacia la experiencia.

No deslindes tus errores que pronto primavera hará su misteriosa labor; mientras disfruta la autosuficiencia que hace ser tú mismo, no es necesario exhibir desgracias y lamentos que no corresponde al hecho, puesto que los diálogos de aquel otoño quedó en acuerdo. No inesperado pues era evidente la noticia. “Eres muy joven para conocer un amor lleno de libertad” Es lo que pronuncias poeta desesperado. ¿Qué es amar? ¿Tiene edad para tí?

El ser humano no sabe la facultad de amar, y te incluye como también a mí. No desprecies y lamentes sin razón; no justifiques con autores sin aún comprender sus ideas de éstas índoles. No llores de más, que las aves cuna buscan ésta velada, Sp0k.

Para evitar incertidumbre, mi ausencia debido a mi reciente independencia como escritora me ha impedido frecuentar mi contenido; sin embargo regreso con un relato despechado en respuesta del post publicado el 27 de este mes por parte del equipo @cultura.bitcoin sin causar problemas de convivencia ni causar polémica hacia los lectores.
No se espera nada a cambio, pero dio inspiración a la creación de dicho relato.

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