El solitario juego de basquetbol [Cuento corto]

Johnny estaba parado solo enfrente de la canasta con el balón en sus manos, parecía cansado como si acabara de correr un maratón.

Era de noche, la cancha estaba completamente sola, no había nadie afuera ni en las gradas, las únicas luces encendidas eran los gigantescos reflectores encima de la cancha.

—Un simple juego de 5 puntos – dijo Johnny.

Hace el primer lanzamiento y anota, a pesar de que él sea la única alma en todo ese sitio la corneta suena ferozmente y el marcador sube a 1, el balón vuelve cae y rebota hasta sus pies como por arte de magia.

—Si jugar al juego de la vida fuera tan sencillo… - murmuro Johnny mientras se preparaba para su segundo tiro.

Golpea el balón contra el suelo tres veces y lo lanza a la canasta, falla.

La cancha aún sigue sola pero los alaridos de las gradas no se hacen esperar, los gritos de felicidad porque el balón no entro llegan desde la solitaria penumbra de los asientos como el sonido de un tren que se aproxima a lo lejos.

—ESTE JUEGO APENAS EMPIEZA SEGÚN LAS APUESTAS LA COSA SE VERA RUDA EL DIA DE HOY PARA JOHNNY – Grito la voz en el megáfono haciendo retundar todo el sitio y logrando que las voces se alegraran aún más.

Esta vez en balón reboto, pero no regreso a los pies de Johnny, reboto 3 veces hacia el frente hasta quedarse botando al lado de Johnny exactamente como si alguien estuviera controlándolo con la mano, pero toda la cancha aún seguía vacía cual empezó.

El balón golpea el suelo 3 veces muy rápido y luego sale disparado hacia la canasta ¡Anota! La multitud invisible de las gradas enloquece y este vuelve una vez más al mismo sitio donde estaba. 3 golpes rápidos de nuevo y sale disparado hacia la canasta ¡Anota! Los invisibles fanáticos gritan y ríen entre comentarios como ¡Vas a caer Johnny hoy no es tu noche! Y ¡No perteneces aquí flacucho regresa por donde viniste!

—El juego acaba de comenzar – dijo Johnny para sí mismo — ya verán quien ríe al último.

—ESTO NO PINTA NADA BIEN PARA EL JOVEN JOHNNY DAMAS Y CABALLEROS 2-1 EL MARCADOR—Grito el locutor con su voz animada como de vendedor de autos completamente confiado.

Nuevamente el balón regresa a su puesto botando de un lado a otro como si un jugador confiado estuviera mostrándole su control con él a Johnny.

En la cancha suena una típica canción de baseball como para animar al jugador invisible y parece que nadie le da mucha atención a que se está jugando es basquetbol.

Esta vez el jugador invisible lanza y falla mientras las gradas se llenan de silencio y suspiros de sorpresa.

El balón regresa botando hacia Johnny mientras este lo toma con ambas manos mirando hacia los lados mientras trata de recordar que está haciendo en una cancha vacía en medio de la noche jugando basquetbol con gente que ni siquiera puede ver, luego de un momento deja de darle importancia y se prepara para lanzar.

—No vayas a fallar flacucho, pudieras llevarte un buen susto—Dijo una voz fría y un poco callada a su lado. Johnny volteo espantado pero su vista no se topó con ninguna figura, solamente con el otro extremo de la cancha.

—DEMOSLE UN APLAUSO A NUESTRO INVITADO A ESPECIAL YA QUE AUN NO SE HA MUERTO DE MIEDO A PESAR DE TODO— Dijo el locutor mientras un mar de risas se escuchó en todo el lugar.

Tres rebotes en el suelo y luego lanza la bola ¡Anota! La multitud abuchea y grita. El balón regresa a las manos de Johnny y este se ríe mientras mira las gradas.

Otro lanzamiento y ¡Anota! La multitud invisible abuchea y grita nuevamente tratando de desmoralizar al Joven Johnny.

—3 A 2 EL MARCADOR, ESTE LUGAR TENIA MUCHO TIEMPO SIN PRESENCIAR UN JUEGO TAN CERRADO ENTRE LA CASA Y LOS VISITANTES—Dijo el locutor con bastante ánimo para ser su equipo o más bien su jugador quien estuviera perdiendo.

Johnny se prepara para el tiro y justo cuando estira los brazos para lanzar siente un empujón en el costado ¡Falla!

—¡Eso es falta me empujo! – Grito Johnny a la nada.

—SI SE HUBIERA VISTO ALGO SI PUDIERA DECIRSE QUE FUE FALTA ¿ALGUIEN VIO ALGO? — Pregunto la ruidosa voz del locutor mientras se escuchaba una enorme respuesta negativa viniendo de todos lados.

Johnny mira a su alrededor y sabe con seguridad que las cosas se podrán complicar si hacen trampa en contra de él.

El balón regresa al lado de Johnny botando de un lado a otro. Sin estar más de 2 segundos en ese sitio, sale disparado y ¡Anota! El público invisible vuelva a alegrarse.

—¡Esta noche será la noche señor Johnny! —Gritan desde las gradas.

Luego de sus rebotes el balón se sitúa otra vez a la derecha de Johnny, pero esta vez sin botar, solamente se queda en el aire como si alguien lo tuviera en sus manos.

—Esta noche será la noche—Dice la voz fría a su lado.

El balón se alza un poco y sale disparado a la canasta y ¡Anota! Las voces del publico invisible ya no se distinguen si están abucheando a Johnny o celebrando por el 4to punto de su jugador.

El pulso de Johnny se acelera bastante y su respiración se hace más pesada, siente como si toda la sangre se le fuera a la cabeza mientras da media vuelta y se da cuenta que el hecho de estar jugando solo en una cancha a media noche es mucho más aterrador de lo que parecía hace unos minutos.

—VAMOS PUBLICO DENLE UN RESPIRO A NUESTRO DELGADO AMIGO, ESTA CASI MUERTO DE MIEDO PARECE UN FANTASMA, QUIZAS SE NOS UNA LUEGO DE ESTO—Dijo el locutor con su voz de vendedor de autos.

—Me encantaría que esto fuera una simple pesadilla—Dijo Johnny mientras veía al balón regresar a su lado.

Esta vez reboto 3 veces en el suelo y salió disparado hacia el aro ¡Falla! Nadie dijo nada ni siquiera el locutor.

—Utilízalo bien Johnny quizás sea tu ultimo tiro—Dijo la voz mientras el balón botaba hacia las manos de Johnny.

Apenas puede retener el balón firmemente en sus manos — No me cabe duda de que este juego está arreglado, no lo gano ni ganando— Dijo Johnny bastante nervioso por su siguiente tiro.

Tres rebotes en el suelo y lanza ¡Falla! El silencio que reinaba en la cancha se rompe en el momento que el balón choca contra el tablero. Aplausos y pisadas muy fuertes se escuchan, gritos de victoria y alegría mientras el balón regresa al lado de Johnny.

Sus ojos están tan abiertos como los gigantes reflectores del lugar esta pálido y sin ninguna palabra que decir.

—¿Es solo un simple juego de 5 puntos, no Johnny? — Pregunta la voz fría mientras la respiración de Johnny se acelera más y más.

El ambiente es totalmente distinto al del principio, gritos aquí y allá, trompetas, aplausos y silbatazos en todas partes. El balón bota como loco al lado de Johnny en un hipnotizador movimiento de arriba hacia abajo.

Tres rebotes lentos.

Uno —NO DEBIO VENIR SEÑOR JOHN — Grito el locutor.

Dos —¡No perteneces aquí Johnny! — Se logra distinguir entre las gradas.

Tres — 5 Puntos Johnny — Dijo la voz a su lado.

El balón salió disparado hacia la canasta ¡Anota!

El ruido que generaban las personas invisibles de las gradas era tal que parecía más bien un estadio profesional enorme que una pequeña cancha vieja.

—NUESTRO JUGADOR ESTRELLA GANA CON 5 PUNTOS OTRA VICTORIA INDISCUTIBLE PARA EL DAMAS Y CABALLEROS — Grito el locutor mientras el público celebraba la atroz victoria.

Esta vez el balón no regreso a los pies ni al lado de Johnny, solamente atravesó el aro y se fue botando hacia otro lugar. La expresión de sorpresa de John no había cambiado aun, era como alguien que sabe perfectamente que le van a disparar y solamente está esperando el momento en que halen el gatillo.

De repente todas las luces se apagaron y las voces se acallaron. Johnny estaba en la completa oscuridad y silencio absoluto, desesperado y asustado comenzó a dar rápidos pasos hacia los lados y empezó a correr sin ninguna luz ni sonido que le guiase. Al cabo de unos 10 segundos todas las luces se encendieron, no solamente los gigantescos reflectores si no todas, se iluminaron las gradas, la cancha y el edificio que estaba a su lado a su parecer no había un solo sitio donde se pudiera esconder una sombra.

Las gradas estaban llenas de gente hablando tranquilas y disfrutando del rato y Johnny se encontraba en medio de la cancha mientras el árbitro le pedía que saliera de allí para que continuara el juego.

—¿Qué paso? —Se preguntaba Johnny mientras miraba a todos lados para entender apenas un poco de lo que le había sucedido.

Mientras salía de la cancha reconoció a sus amigos y fue a hablar con ellos todavía con la cara pálida y sus ojos muy bien abiertos.

—Parece que hubieras visto a un fantasma John—Dice uno de los compañeros—No, solamente estoy bastante cansado—Responde él.

Al terminar de hablar con ellos recibe una llamada a su celular de un número desconocido.

Era una voz bastante grave de un hombre mayor—No toleramos las trampas señor John, ese empujón en el juego fue claramente una falta y debido a ello esa victoria quedo anulada—Escucho John a través de su celular mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro como aquella que tiene una persona cuando le dan una buena noticia que no se esperaba.

Antes de que pudiera decir una sola palabra la llamada se cortó y el celular se apagó, al encenderlo no había registro de llamada alguna.

—¿Qué prefieres Johnny, jugar solo o acompañado? — Le pregunto uno de sus amigos.

—Jugar acompañado claro, nunca más me gustaría volver a vivir un solitario juego de basquetbol.

Fin.