Para empuñar bien nuestro armamento, debemos saber y confiar en el impacto que nuestras emociones tienen en beneficio de nuestra salud mental, cuando se emplean inteligentemente. Podemos mencionar entre algunas de sus bondades las siguientes:

Autoconciencia:Que bien marcharían nuestros asuntos internos si fuésemos conscientes del valor emocional que poseemos. Una valoración adecuada de nosotros mismos vendría a generarnos la confianza propia que tanto necesitamos: ¿Quién soy? ¿Cuánto valgo? ¿Qué me define?; esto promovería nuestra imagen tanto interna como externamente. Las emociones nos ayudan a conocernos y darnos a conocer.



Autorregulación:
Nosotros somos los únicos responsables de la auto imagen que proyectamos. Nuestras emociones nos proveen el tan valioso autocontrol. Con el uso inteligente de la emociones podremos darnos a conocer como personas íntegras, con un alto sentido de adaptabilidad e innovación



Motivación:
Nuestras valiosas emociones nos impulsan a extendernos hacia el logro de metas y autorrealización. Se sabe que una persona está venciendo en sus luchas emocionales cuando demuestra tener compromiso, iniciativa y optimismo ante el cumplimiento de sus proyectos de vida.



Empatía:
Se conoce a una persona que utiliza sus armas emocionales sabiamente porque es capaz de ponerse en la piel de otra persona. En otras palabras, quien puede comprender lo que pasa por la mente de su semejante, cómo y por qué se siente de una forma determinada. Una persona emocionalmente sana es solidaria con su prójimo. Esto es fundamental para vivir en comunidad.


Habilidades sociales: Como consecuencia de conocer y usar bien las emociones, seremos capaces de impartir influencia en la comunidad que nos desenvolvemos. Para esto, podremos con inteligencia, desarrollar importantes dotes de comunicación, manejo de conflictos y por supuesto, desempeñar un rol de liderazgo, basado en el trabajo en equipo. Todo por emplear asertivamente nuestras armas emocionales.

Es inevitable, que con frecuencia nos encontremos en el terreno combatiendo emocionalmente. Queda de nosotros hacerlo con las armas y tácticas adecuadas. Yo propongo la "Inteligencia Emocional". Que explicada de forma sencilla podemos verla así:

Percibimos nuestras emociones, y crecemos en el conocimiento de las mismas. Esto nos lleva a utilizarlas en toda lucha que libremos; de la forma que las hayamos percibido y entendido, dependerá la pericia con que las manejemos en pleno campo de batalla.

Yo lucho a diario con mis emociones. Salir airosa en el manejo de las mismas nos siempre se me da. Sin embargo, voy camino a ser menos instintiva y más racional. A no reaccionar de manera visceral, en vez de ello, procuro emplear con inteligencia cada una de mis reacciones afectivas. Haciendo caso a mi propia voz interior que me dice:

¡No seas tan suave que te expriman, ni tan duro que te quiebren. Mejor sé sereno y tolerante, e inteligente en la lucha!

¡Les abrazo en la distancia!
@yrmaleza

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Fuentes de imágenes Fuente 1; Fuente 2; Fuente 3 (cuadro); Fuente 4; Fuente 5; Fuente 6; Fuente 7; Fuente 8; Fuente 9; Fuente 10; Fuente 11

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𝘋𝘰𝘺 𝘶𝘯 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘦𝘤𝘪𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘴𝘪𝘯𝘤𝘦𝘳𝘰 𝘢 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴 𝘴𝘦 𝘵𝘰𝘮𝘢𝘯 𝘦𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘦𝘦𝘳 𝘮𝘪𝘴 𝘱𝘶𝘣𝘭𝘪𝘤𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴, 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘳 𝘯𝘰𝘵𝘢𝘴 𝘦𝘥𝘪𝘧𝘪𝘤𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘺 𝘢𝘱𝘰𝘺𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶𝘴 𝘷𝘰𝘵𝘰𝘴.

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