Como El Ave Fénix

Hoy quiero hablar de mi país.
De mi linda Venezuela.
Tierra de incalculables riquezas,
e inigualable belleza.

Hoy quiero hablar de mi tristeza,

al verla sumida en tal miseria
y no por sus carencias,
sino por la decidía y la soberbia.

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De gente mala, hambrienta de poder,
que un día profesó igualdad,
y con una máscara de humildad,
ocultó su verdadera faz,
sumiendo a un pueblo entero
en desconsuelo y calamidad.

Hoy sufro por ver las cenizas,

donde una vez hubo opulencia,
y donde a pesar de ser ricos,
se nos niega esa riqueza.

NO quiero para mi país,
más tiranía, ni maldad.
NO quiero que por pensar diferente,
se me prive de libertad.

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NO quiero ver a mi patria,

con gente muriendo de hambre,
con enfermos desvanecidos en sus camas,
y familias separadas.

Aún no pierdo la esperanza,

de volver a ver a ese país,
que me vio nacer y crecer en bonanza,
y que hoy añoro con tantas ansias.

Ya es tiempo Venezuela,

de limpiar estos escombros,
de cambiarnos estas suelas,
y enderezar los hombros.

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Construir un nuevo camino
de valores y principios positivos,
que nos forjen un mejor destino,
y sobre el cual puedan caminar nuestros hijos.

Y si algo saco positivo

de esta etapa de mi vida,
es que cuando menos tienes,
más valor le das a lo poquito que posees.

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Te quiero mi Venezuela

Fotografía y texto de mi autoría: Cámara Samsung Mini S3.

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