Infancia robada
Hambre. Es lo único que tiene el chico de 13 años que aparenta unos 10, por la desnutrición y factores genéticos. Este estudiante de primer año de bachillerato forma parte del grupo de personas que a diario va al Mercado de la urbanización Tronconal III de Barcelona para hurgar entre los desperdicios que botan los verduleros en el estacionamiento, cerca del Centro de Acopio y Ayuda al Productor Hugo Chávez Frías.
El liceísta se alegró al consiguir unos pedazos de yuca en buen estado. Limpio los tubérculos y los metió en su morral amarillo, azul y rojo para llevárselos a su madre, una costurera viuda que se las ingenia para remendar el hambre y la miseria.
Texto y foto de Yraida Núñez