Nuestra alma tiende hacia arriba , mientras el cuerpo nos retiene con sus demandas tan insistentes de sustento o gratificación físicas, es como una vela: la llama alzándose en el aire, tendiendo hacia arriba como hacia Dios, pero el pabilo la tira de vuelta hacia la tierra.

Para ser una persona completa y sana, el cuerpo y el alma deben trabajar en armonía. En un libro por ejemplo las palabras que cubren la pagina son el cuerpo y las ideas detrás de ellas el alma. El primer paso hacia la espiritualización de lo material, es unir nuestro propio cuerpo y alma, debido a que el cuerpo opera con instrumentos sensoriales (vista, oído, olfato, gusto, tacto), mientras que el alma opera en lo suprasensorial (emociones, conciencia, inteligencia) y, lo más importante las fuerzas espirituales subliminales. Debo decir que nos hemos hecho tan dependientes de nuestros instrumentos sensorial, donde a menudo sentimos como si fueran los únicos de los que disponemos. Es tan difícil captar el significado de nuestra alma usando solo los cinco sentidos, es como usar los ojos para escuchar un trozo de música.

Qué tal si apagaríamos nuestros instrumentos sensoriales. ¿Qué nos quedaría?, Quizás pensaríamos que nos quedaríamos sin nada. Pero no es así: nos quedaría lo que somos nosotros mismo. Necesitamos los sentidos solo para interactuar con el mundo fuera de nosotros. No necesitamos ojos para vernos u oídos para oírnos a nosotros mismo. Sabemos quiénes somos, sin usar ninguna herramienta sensorial; lo sabemos simplemente por conciencia que es un sentido totalmente distinto.

Gozamos de vida plena aun sin los sentidos. Sin el alma, en cambio, no hay vida. La vida tal como la entendemos no es más que la búsqueda de sentido, la búsqueda de nuestra alma, la búsqueda de Dios. Si no reconocemos todas las fuerzas que nos mueven, incluida el alma, nunca nos comprenderemos a nosotros mismos. La oración es la escalera emocional que nos conectas desde abajo; la oración, no el materialismo, nos da un hogar real, un sitio dentro del cuerpo donde el alma puede hallar paz y perspectiva.