En este caso específico, hoy tratare de hacer la mayor síntesis posible, intentando, sincerar y exteriorizar, una versión lo más cercana posible a lo que fue la realidad, y es de esa realidad dolorosa y al mismo tiempo misteriosa la que nos hace moldearnos y generar en nosotros formas claras, sin aditivos ni adornos.

Nuestra cotidianidad esta (intrínsecamente) llena de pequeñas muertes que nos susurran sutilmente al oído, cuan acertado estamos siendo en nuestro camino recorrido, y aunque muchas de estas pequeñas muertes nos aporten y nos ayuden a evolucionar, no dejan de estar estrechamente cerca de la oscuridad plena.

Hoy intento acá, ilustrar, como un día puede estar lleno de sorpresas positivas, negativa… Luz y oscuridad; de cualquier manera, desde mi punto de vista lo importante es saber entenderlo y sobre todo poder ver ambos extremos desde un solo punto, y allí mantenerse.

Mi día apenas inicia, es uno de esos días en los que despierto con demasiadas cosas en la cabeza, y es entendible, hace algunas horas que cerramos el horno, probablemente pronto tendré respuestas de ello @armando33 está en casa, y apenas decidimos salir, Whatsapp nos anuncia junto a una serie de mensajes de @adheemar el título de este apenas iniciando el día:

Manos sudorosas, miradas de asombro, miedo y mucha ansiedad nos invaden y de inmediato, aun en ayunas abrimos camino entre la densa y calurosa ciudad a lo que esperamos que sea, una aclaración de los resultados que tanto esperamos ver.

En el taller, el ambiente en general es tranquilo y amigable, hay varios empleados que a decir verdad han disfrutado nuestra estadía aquí, o al menos eso es lo que yo siento… Irónicamente hoy todo se siente aquí más tranquilo de lo normal, no sé si soy yo y mi mente haciendo de las suyas, o todos aquí saben algo que yo no.

Al final del galpón, el área de hornos, como siempre; solo que hoy tienen un acento especial, y es que uno de los hornos está abierto, y son nuestras piezas las que están ahí dentro, a primera vista noto que el señor Adhemar está allí cerca, en las suyas entre formulas y esmaltes, es aquí cuando debo acércame y valientemente asumir lo que me espera allí adelante.

Estoy sudando demasiado, mis manos no paran de moverse y es que después de todo, me doy cuenta que a fin de cuentas me mantuve nervioso, durante toda la noche, no sé si por ignorancia o simplemente novatez, el caso es que hoy yo mismo podre evaluarme y a partir de allí comenzar nuevas y productivas investigaciones, tomando todo esto como bocetos a gran escala.

Los momentos de todo este día creo, puedo sintetizarlos en tres, y así como en tres dividí mi energía para esta producción en tres párrafos podre ilustrar, los resultados obtenidos después de un mes de producción.

En mi cotidianidad hay una frase que no había tenido tanto sentido nunca como hasta el día de hoy; “Pisar suelo” eso significo acercarme en este instante a este horno, a primera vista todo se ve muy mal, probablemente la expresión de mi rostro sea la de alguien de luto, y es que así me siento en este momento. Después de evaluar los daños el diagnóstico es que las tres piezas más grandes que hice, explotaron agresivamente, y aunque suene sarcástico; pudo ser peor… Así como quedaron mis piezas, en pedazos… Quedo mi ego. Es de estas pequeñas muertes de lo que estamos hechos y es con esto con lo que voy probándome, debo admitir que me gusta llevarme al límite, porque son esos límites los que más quiero suprimir y transcender, y así como hoy, esta verdad dolorosa me penetra, mañana vendrán cientos de nuevas espinas que afrontar y e que aprenderé; a sacar medicina de todo este veneno.

Los problemas en la cotidianidad, se podrían explicar cómo humo o neblina que se nos presenta en el camino, y es allí donde se encuentra nuestra tarea, en entender el porqué del humo y el cómo superarlo. Después de llorar mares, en mi mente; después de haber visto y entendido los resultados de mi más reciente “Prueba de fuego” he incluso después de haber sabido que debo comenzar nuevamente y desde cero con mis tres perdidas a no menos de un mes para la inauguración de lo que será nuestra primera exposición como @trifasicolectivo

Me siento bien al haber que a pesar de todo, mi madurez fue suficiente para saber sobrellevarla situación, mi calma se mantuvo en pie incluso después de ver los escombros trato de pensar, sobre todo en lo positivo, y en lo aprendido, no se puede pasar por situaciones amargas sin obtener enseñanzas “Estamos hechos de aquello que nos rompió”

A veces, es perturbador ver como un día convulsiona, grita, se revuelca y cambia; en cuestión de horas, en cuestión de una mañana, incluso antes de almorzar. Veo la experiencia como un gran cumulo de capas, que diariamente se le van sumando varias capas, haciendo de ese cumulo algo más denso cada día.

Después de contemplar los “Resultados mixtos” mi mente, en busca de la productividad, busca seguir adelante, estudiar nuevas posibilidades, ahondar nuevamente en el mar de las inclinaciones y mientras todo esto pasa, me doy cuenta que lo que para mi eran cadáveres de piezas explotadas, para mis nuevos amigos empleados del taller donde hemos estado produciendo, solo eran unos nuevos, grandes y complejos rompecabezas hechos de cerámica , que a decir verdad, dudo hubiese tenido la mitad de la paciencia, con la que ellos han logrado aquí reconstruir todo lo que daba por perdido, en este momento me siento como un preso que sale a la calle y tiene una nueva oportunidad de hacer mejor las cosas.

Resumiendo todo de manera básica; los muchachos del taller reconstruyeron mis huesos hechos escombros, después de esta operación solo me queda esmaltar y luego esas fracturas pasara a ser parte del efecto a esto llamo, volver un defecto, un efecto…

Después de un largo y denso día en el taller puedo decir que hemos cerrado uno de muchos ciclos y aunque los resultados fueron variados, me alegro por ello porque es que si no hay improvisación no hay arte, y es de toda esta improvisación llena de análisis que me estoy construyendo diariamente, y a través de ello, aprendido.

Día a día, entre el barro, mis manos y mi mente… Me iré encontrando y al mismo tiempo, encontrando mí camino.