Contábamos con todas las comodidades propias de un hotel 5 estrellas, algo que siempre destaco en mis viajes es la atención que nos brindan, creo fervientemente que esto es parte fundamental para el disfrute de tus vacaciones, se puede estar en el mejor o peor hotel, pero si la atención del personal es buena ya tienes el 50% de disfrute garantizado. Por cosas de suerte nos tocó una habitación con vista al mar, recuerdo que al llegar a nuestra habitación lo primero que hice fue dirigirme a la terraza, pero era de noche y no se veía, solo podía escuchar las olas, era tan solo una antesala de las vistas que nos esperarían a la mañana siguiente. Despertamos muy temprano a pesar del cansancio, pero valió la pena, ¿Qué opinan?

Después de ver esto no podíamos esperar más, desayunamos algo rápidamente y a la playita!

El hotel contaba con 2 opciones de restaurantes, uno estaba abierto las 24 horas y podias degustar la gastronomía típica mexicana e internacional, postres y bebidas todas las que quisieras, calculo haber subido unos 4 kilos en esa semana pero era inevitable, me declaro fan de la comida mexicana. Por otra parte teníamos un restaurante francés, platos más elaborados pero igual de suculentos.

Ese mismo día en la recepción del hotel, el Sr. José nos ofreció paquetes turísticos a diferentes atracciones y parques naturales, no pudimos desaprovecharlos y accedimos. Es entonces cuando realmente comienza nuestra aventura por la maravillosa ciudad de Cancún. Les estaré contando más de este maravilloso viaje en próximos post, espero les haya gustado el comienzo y te invito a que me acompañes en esta gran aventura. Saludos y muchas gracias por leer.