¡Si las muñecas hablaran! (Relato)

Virgínea y Valentina son dos hermanitas amantes de los juegos y las aventuras, viven en una hermosa casa a las afuera de la ciudad, sus padres dos grandes empresarios que trabajan en la ciudad, tienen una vida rodeada de estrés y compromisos laborales, pero tratan en lo posible de no descuidar a las niñas.

Como el recorrido entre el trabajo y la casa les quita mucho tiempo han decidido comprar una propiedad en la ciudad, pero las niñas se niegan a dejar ese ambiente tan cálido donde viven, rodeado de árboles, mascotas, un hermoso y grande jardín donde pueden imaginar millones de aventuras. Cristina la hermana de Francisco se ofrece a quedarse con ellas, así las niñas estarían seguras y no tendrían que dejar su hogar, además estarían cerca de la abuela Francisca que es súper protectora y amorosa con ellas y las visita casi que a diario.

Todo empezó como planearon, los padres se mudaron a la ciudad y se quedaron con la tía Cristina, los padres la buscaban los Sábado y la regresaban los Domingo, la abuelita cada vez que podía le daba un vistazo a su hija y sus adoradas nietas.

El tiempo fue pasando, las niñas crecían y cada día tenían nuevas aventuras, pero notaban que su tía se encerraba durante horas en el cuarto de juego y no las dejaba entrar, esto para ellas era curioso, pero no le daban mayor importancia. Cada vez estas jornadas se hacían más extensas y extrañas, del cuarto salían sonidos extraños que ellas en su inocencia no lograban comprender.

Valentina la niña más curiosa pensaba en esto por las noche, puesto que los mismo sonido salían del cuarto de su tía, además que había notada que las muñecas de trapos que tenían como adorno en su alcoba ya no estaban, Virgínea por su parte no le prestaba atención, pensaba que era paranoias de Valentina, sabía que su tía era extraña para que darle importancia.

Un día mientras dormían Valentina escucha cada vez más fuerte estos sonidos, como una niña valiente toma la decisión que este día era tiempo de descubrir lo que pasaba, se bajó de su cama, se puso sus pantuflas y con mucha cautela se dirigió al cuarto de su tía. Al llegar al sitio no podía creer lo que vio, su tía estaba desnuda encima de una muñeca haciendo cosas con ella que en su cabeza no comprendía, no dijo nada y salió de prisa al cuarto, pero en el intento un florero se calló, su tía de inmediato se da cuenta y salió tras de ella, valentina corría porque su instinto se lo decía; pero realmente no sabía porque.

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Cuando la tía la alcanza la toma del hombro y le dice ¡Te gusta espiar, ahora tú serás mi muñeca! Valentina a sus cortos 7 años no comprendía para que su tía la quería de muñeca, pero pronto lo descubriría. La tía le pide que haga silencio, que si se le ocurre gritar algo malo le sucederá, entonces procedió a desnudarla y empezar a hacer con ella todo lo que hacía con sus muñecas, pero esta vez su tía sentía más placer, las muñecas eran solo de tela o un plástico muy duro, en cambio con Valentina sentía algo distinto.

Al Principio para Valentina era extraño pero placentero, su tía le hacía cosas que le daba una sensación un tanto extraña, creía que era amor pues su tía la llenaba de besos y caricias, le decía que la amaba que era su muñequita, un día Valentina le pregunta a su tía que si Virgínea puede saber del juego, le dice que no, que si le llega a decir dejaría de jugar.

Ya Cristina no utiliza el cuarto de juego, ni salían sonidos extraños de él, pero esta vez a Virgínea no le extraña eso, le extrañaba el cambio en su cuerpo, no podía entender porque después de la cena le daba una sensación de soñolencia tan fuerte. Tampoco comprendía porque Valentina ya no quería jugar más con ella y pasaba el día entero con su tía, ella se sentía sola, pero no fue hasta que empezó a ver moretones en el cuerpo de Valentina que una alarma en su mente se activó.

Cristina ya había dejado de ser cariñosa y ahora era agresiva con Valentina, ya el placer se había convertido en dolor y Valeria no entendía porque, le decía a su tía que le dolía, pero esta le decía que era mientras se acostumbraba, era una nueva parte del juego que se quedara tranquila que pronto Virgínea la acompañaría.

Un día mientras cenaban Virgínea miente y esconde su comida, se dirige a la alcoba y finge quedarse dormida, De repente empieza a escuchar esos sonidos que hacia su tía ¡Pero ahora de Valentina! Con mucha cautela sale del cuarto, al llegar a la alcoba de su tía no puede creer lo que ve, ella logra comprender un poco más rápido ya tienen 9 años, así que decidió esperar un poco. En un instante sale corriendo, pero esta vez no fue a la alcoba se dirigió a las afuera de la casa, corrió sin pensarlo a casa de su abuela. Al llegar al sitio le contó todo a su abuela está desesperada toma el arma y sale de prisa al hogar de las niñas.

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Al llegar al sitio la señora no puede creer lo que ve y su emoción fue más fuerte que su cuerpo, así que Cistina tuvo la ventaja sobre ella ¡Asesino de una forma horrorosa a su propia madre! Sin dudarlo tomo del hombro a Virgínea. Le dijo !Ahora tú también serás mi muñeca! Esta vez el lazo de hermanas fue más fuerte que ella, entre las dos le dieron una muerte merecida a Cristina. Juraron nunca más hablar sobre el tema y le dijeron a sus padres que había sido un hombre quien mato a su tía y abuela, se mudaron a la cuidad y vivieron una infancia más o menos feliz tratando de olvidar a su tía Cristina.