A todas las personas nos encanta que nuestras ideas sean respetada y cuando se trata de nuestros hijos aún más, pero llega un punto donde ellos también quieren que sus ideas sean respetadas y escuchadas, es por esta razón que cuando le pedimos que hagan algo o cambien una decisión, toman una posición firme y de contesta, muchas veces vemos responder rápidamente a un niño ¿porque? ¡No quiero! o ¡no puedo! Cuando se le pide algo. Esto inmediatamente causa una cólera entre padres e hijos, puesto que las dos partes esperan que sus ideas sean respetadas.

En algún momento de nuestra vida, de seguro hemos escuchado o incluso nosotros mismo nos hemos preguntado ¿que estoy haciendo mal? ¿Por qué se comporta así? ¿Qué gana con llevarme la contraria? ¿lo hará apropósito?, de seguro como estas millones de pregunta más, pero tenemos que tener en cuenta, que la tarea de padres no es nada fácil. Pero no siempre que nuestros hijos hagan algo mal de inmediato es culpa nuestra. En la mayoría de los casos las actitudes de los hijos son forjadas por las actitudes de los padres, pero hay cierto aspecto que forma parte del crecer y la madurez de ellos, formando parte de sus actitudes y acciones.

¿Por qué nuestros hijos son contestones?

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Debemos saber que cuando un niño descubre que tiene el derecho de expresar las cosas que no le gustan o quieren, tienen la necesidad de hacerle ver esto a sus padres y con ello toman una actitud de hostilidad y contesta altisonante, desean tener el control de su vida y sus actos, es por esta razón que le molestan cuando reciben una orden o petición.

¿Qué hay detrás de los niños contestones?

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Cuando un niño responde constantemente a las peticiones de sus padres, ellos realmente tienen una trasfondo con esto, primero poder tener el control de sus acciones, segundo hacer molestar a sus padres, tercero poder evadir responsabilidades y como último poder ganar tiempo ¡sí! Como lo lees, cuando un niño te empieza a refunfuñar una y otra vez, lo hace para ganar tiempo y así poder logar que cambies de decisión o des más tiempo para que hagan lo que ellos deseen.Al empiezas a explicarle a un niño de una manera amable y cariño o incluso furiosa, estas cayendo en su juego, él lo que quiere es conseguir de la manera que sea que tu tengas un círculo vicioso con él, para así poderlo dejar hacer lo que él quiera o poder descargar su frustración.

¿Cómo manejar la situación cuando un niño te contesta?

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• Mantener la calma: debes de recordar que tú eres el mayor y por tal razón eres el que debe mantener la cordura y la compostura, no debes de dejarle ver a tu hijo que sus actitudes causan descontrol en ti.

• No caer en su juego: evitar caer en una riña, donde reine (él toma y dame), si ya él niño sabe sus deberes, tienes que hacerlas cumplir, tienes que hacerle ver que de igual modo como a él no le agrada hacer sus deberes a ti tampoco, pero de igual forma debes cumplirla sin enojarte, porque nada gana con hacerlo si de todos modos tiene que cumplir con su deber.

Por ejemplo: si a tu hijo no le agrada recoger los juguete, cuando empiece a contestar dile. ¡ok tienes todo el derecho a molestarte si eso te hace feliz¡ pero eso no te libra de tu responsabilidad ¡o tú crees que eso me libra de las mías! ¿Tú crees que a mí me encanta limpiar, cocinar y lavar? o (pasar todo el día en el trabajo sin verlos), cuando termines de recoger tus juguetes hablamos de lo que te molesta y te expreso mi opinión al respecto, de esta manera no le damos pie para caer en su conflicto y librase de su deber.

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• Respetar las decisiones que no afecte el núcleo familiar siempre y cuando no hagan daño, hay que recordar que un niño también tiene el derecho de elegir lo que desee. Por ejemplo: si un niño no desea helado de chocolate, pero tu si, tienes que respetar si él te dice que él no quiere eso, y aceptar el sabor que el desee o le plazca.

• Colocar límites y estándares para los cuales los niños pueden hacer valer su opinión, no es lo mismo que un niño de una opinión al respecto de que quiere comer, salir o vestir a opinar acerca de la manera en como está siendo educado o sus permisos concedidos. Por ejemplo tu hijo no te debe cuestionar por qué no lo dejas ir hacer pijamada en un lugar si tu decisión fue no es no y punto, una decisión tomada no está sometida a tratos.

• Conversar ¡sí! Aunque te suene a disco rayado, lo fundamental para una buena relación con nuestros hijos es nunca agotar el dialogo y hacerle ver y saber el porqué de las cosas y que no hacemos las cosas porque queremos, si no por su bien.

• Autoanalizarnos: tenemos que recordar que nuestros hijos son el retrato de nosotros, capaz lo que más nos molesta en nuestros hijos son las actitudes que nosotros mismo tenemos como por ejemplo si nuestro hijo nos preguntan ¿por qué le pedimos algo? y decimos ¡porque yo lo digo! Y cosas así entonces no nos podemos quejar si nuestros hijos hacen lo mismo, trabajemos en pro de la armonía en el hogar.

fuente

Fomentemos valores, tenemos que recordar y asumir que nuestros hijos son nuestro relevo y la generación del futuro, por esta razón enfoquemosno en creer personas responsables y armoniosas para el futuro.

Bueno queridos amigo una y mil veces más muchisisisimas gracias por leerme, espero pasen un bonito día, hasta la próxima…!!