Repensando al «Hombre Renacentista Moderno»

Allá en mis inicios en Steemit, hace ya más de 3 meses, escribí un artículo que, hasta el momento, es uno de los que más me llenan de orgullo. En aquél, hablaba del choque entre dos formas muy distintas de enfocar el desarrollo personal: la del Hombre Renacentista y la del Ultra-Especialista.

En aquel artículo intentaba enfrentar ambas ópticas en igualdad de condiciones, evaluando los pros y los contras de cada una. Pero lo cierto es que no pude evitar decantarme ligeramente por los ideales del hombre renacentista, y el paso del tiempo solo ha inclinado aun más la balanza a su favor. Cada día me convenzo más de que es ese el camino que deseo recorrer, así que he querido dedicar un artículo para expandir un poco mis ideas sobre lo que significa ser un Hombre Renacentista Moderno¹.

En aquel viejo artículo di una gran importancia a lo que significaba decisión entre la polimatía y especialización para la carrera profesional. Pero el tiempo me ha hecho entender que ese factor puede no tener tanto peso como le conferí entonces. Después de todo, es imposible conocer el futuro, y puede que el efecto de esta decisión en nuestra carrera profesional no dependa de nosotros. Quizá, en tu contexto específico, la ultra-especialización te ayude a conseguir el trabajo de tu vida, y durante tu vida activa no se presente nunca un avance tecnológico que deje obsoleto tu cargo. En ese caso, mi consejo en contra de la especialización sería contraproducente para tu carrera profesional.

Ahora considero que el ideal del Hombre Renacentista Moderno (que de ahora en adelante abreviaré HRM por comodidad) no tiene tanto que ver con el futuro como con el presente. Después de todo, puede que convertirse en ese HRM ideal, maestro de todas las áreas, sea una meta poco realista, reservada a aquellos pocos individuos privilegiados que a veces llamamos genios. Por eso no creo que la meta deba ser «convertirse en un HRM», sino mas bien vivir «avanzando hacia el ideal del HRM»².

El camino del HRM no es fácil, y si no garantiza demasiado el éxito profesional, ¿por qué tomarse la molestia? La respuesta es muy simple: porque hace a la vida más interesante. El aprendizaje constante y la apertura a todo tipo de nuevas experiencias son las mejores formas que conozco para enriquecer nuestra experiencia vital. Dada nuestra incapacidad de conocer nuestro futuro, ¿por qué negarnos entonces a vivir un presenta más interesante?

Sin duda voy a seguir dando vueltas a este tema por un rato. Por hoy, les voy a dejar por acá una cita que conseguí mientras investigaba un poco el tema. No necesariamente refleja mi ideal de HRM, pero es tan elocuente que no puedo dejar pasar la oportunidad de compartirla con ustedes:

"Un ser humano debe ser capaz de cambiar pañales, planear invasiones, carnear cerdos, navegar barcos, diseñar edificios, escribir sonetos, contabilizar saldos, levantar paredes, tratar fracturas, dar consuelo a moribundos, recibir órdenes, dar órdenes, cooperar, actuar solo, resolver ecuaciones, analizar nuevos problemas, palear estiércol, programar computadoras, cocinar bien, luchar eficientemente, morir con gallardía. La especialización es para los insectos." — Robert A. Heinlein, en Tiempo para amar.

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1: Aunque use «hombre» en el término, me parece evidente que aplica de igual manera para cualquier mujer. Pensé en utilizar mejor el término «Polímata», pero me parece que no tiene tanto gancho como «Hombre Renacentista Moderno».

2: Estoy considerando la idea de escribir una especie de «Manifiesto del Hombre Renacentista Moderno». Pocas cosas hay tan pretenciosas como escribir un manifiesto de cualquier cosa, pero siento que sin algo así voy a tener que explicar a cada rato que entiendo YO por HRM, y siento que sería un desperdicio de energía.