El artista, quizá ahora más que nunca, es un personaje activo en el juego político y social, y en una situación como la de Venezuela, eso es importantísimo. Es trabajo del artista tomar estos problemas, que en muchas veces son sólo números sobre el papel, y agregarles humanidad, sentimiento. Sólo así se puede generar empatía, y esa es la manera de crear cambio. Estamos es una situación muy difícil que nos lleva a cuestionar muchas cosas, incluso sobre nuestra propia identidad como artista y el papel que jugamos. ¿Qué podemos hacer nosotros? Y en todo caso, ¿qué deberíamos hacer? Está complicado dar respuesta. Pero el arte siempre encuentra la forma de expresarse de la forma más honesta que puede, y quizá eso sea justo lo que necesitemos...