De repente feliz por algo.

Sentimientos tales, me gusta un cautivo
¿Para roer menos pena?
Solo quedarán un poco esos
Más fuerte que las criaturas aterradoras.

Llenaste de puro resplandor
Betty no puede ser llamada infeliz
Habrá sol en su cenit
Del vacío en el alma perdió por completo su mente.

Que la lealtad mantenía encadenados.
Esta mujer no es tensa, que alma al tacto.
Qué pocos los que dicen: no sé.
Zapara en todos los días.

Porque nos levantamos del polvo, y seremos cenizas.
Siente mis cálidas palmas,
Quien robó a los enfermos y robó a los viejos.
Te espero en la linterna.

Ella viene de la oscuridad.
¿Qué le vas a pedir que se vaya de nuevo?
La niebla se cernía sobre la ciudad.
Y se irá olvidando de Dios.

Yo no soy yo y tú tampoco eres tú mismo
Nos valoramos a nosotros mismos,
Color de la caída de la estrella todo el cielo.
Y en las ventanas, como en lápidas de piedra.