El que  una vez  se perdió.

El amor es tal cosa
Para escribir nuevos poemas,
Sería mejor si se metiera en la concha.
¿Qué sé yo entre los miles?
Ni siquiera tuve tiempo de despedirme de ella.
Pavimentar la carretera entre arboledas de peonias.

Presentándote en el papel principal
Donde no hay mejor ni peor.
Y solo él es amable, que es mucho.
Confundido, me detendré:
A los gritos de la multitud diabólica.
Y ya vuelas en la distancia seductora.

Para el reptil bastardo, año tras año.
Se perderán marcas de separación innecesarias.
No se trata, hermanos
Tu primavera es un claro arroyo de montaña.
Los batallones vendrán a los ministerios y clanes de poder,
Míralos, tu calor.

¿Has visto una ballena? ¿Es enorme?
Y con el dragón para conducir bailes,
Yendo directo al infierno...
Yo era como otra persona.
Tormenta de nieve quedarse dormido
Sucede que te da todo a la vez.

Aquí canto las serenatas de castor a gusto.
Rompe el corazón de las grietas.
En el metabolismo del ser
Nos convertimos en extraños
Elimina la fatiga imaginaria.
Después de todo, serán cuatro semanas.

Cansado de la acción continua.
Y el cielo, fluyendo aire,
Ella viene de la oscuridad.
El amor de Cristo calienta nuestras almas.
Siéntate tranquilamente bajo la lámpara,
Puedo recrear todas las pinturas de Degas.

A veces me asomo
Ámalos por todas las palabras.
Cabaña de troncos de la casa corta.
Pero no da miedo, voy a esperar.
Y para todos, interpretará pegasus jazz.
Y guarda silencio para ti tan inspirador, tan ardiente.