5G: la carrera por el dominio del mundo.

Antes del siglo XIX los grandes estadistas de la historia decían: "quien domine el mar domina el mundo" lema que la Gran Bretaña aplicó con mucha destreza para forjar un gran imperio. Posteriormente durante el siglo XX el dominio de átomo marcó la diferencia entre quienes tienen armamento nuclear y los que aún no forman parte de ese club, poniendo a Estados Unidos a la vanguardia de la carrera por el dominio del mundo. Pero ahora en este siglo XXI surge una nueva pieza en el gran tablero de ajedrez al que llamamos Tierra: la tecnología 5G.

La 5G es considerada como la tecnología disruptiva de este siglo, hará un cambio drástico en la vida cotidiana de los seres humanos en la medida que se vaya afianzando entre los países. No se trata únicamente de generar una velocidad de descarga 20 veces más rápida que la 4G sino que esta cualidad será determinante para darle rienda suelta al llamado internet de las cosas (IoT de acuerdo a sus siglas en inglés). Es necesario considerar que los países más desarrollados del mundo se están preparando para implementar tecnologías que permitan a sus ciudadanos utilizar sus teléfonos inteligentes (smartphones) para interactuar con objetos cotidianos, desde el TV de la sala hasta un cepillo de dientes. Importante destacar que esto no se limitará únicamente a los objetos de los hogares si no también todos los elementos que forman parte de la ciudad como el transporte público, dinero, bancos, universidades, oficinas, autopistas, clínicas, edificios, estadios, cines, teatros, comercios, en fin, todo lo que nos rodea.

Como podrán suponer nada de lo antes mencionado sería posible sin la red 5G por lo que dominar esta tecnología implicaría entonces tener acceso no sólo a la información que nosotros mismos les proporcionamos a los gobiernos y empresas a través de las redes sociales sino también a todo lo que nos rodea. Luego de las declaraciones del señor Edward Snowden, antiguo asesor de la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos denunciando que el Gobierno de su país nos espía a través de nuestros dispositivos electrónicos (especialmente teléfonos celulares) y redes sociales. Por otra parte, recientemente la administración Trump asegura que el gobierno de China espía al mundo a través de los dispositivos telefónicos de la compañía Huawei por lo que incluyeron a esta empresa en su "lista negra" de amenazas a la seguridad de la nación, por lo que no podrán comercializar sus productos en la unión americana.

Es evidente las capacidades tecnológica tanto de China como de Estados Unidos en las áreas militares y espionaje, sólo imaginar el poder que tendrían si también pueden hacer uso de todas las cosas a nuestro alrededor entenderán el impacto que implica estar a la vanguardia de la carrera por el 5G. Por ahora el gigante asiático va adelante en la carrera por el 5G apoyado por la enorme inversión de la empresa Huawei en esta red. Es necesario destacar que el 36% de las patentes a nivel global sobre esta tecnología la controlan Huawei y otras empresas de capital chino (sobre el 5% de las norteamericanas) lo que da a entender la seriedad con que China apuesta por ser el dominador mundial de la conectividad a alta velocidad. Para Estados Unidos evitar el ascenso del país asiático significa el mantener su estátus como principal potencia en el orden global por lo que apuestan por su gran influencia militar, económica y diplomática para logra evitar mantener su estátus cuasi hegemónico.

Las cartas están echadas, un nuevo actor busca su ascenso como la gran potencia del Siglo XXI mientras que su antecesor hace lo posible por derrumbar ese proyecto.

Internacionalista Carlos D. Pérez Guerrero.