Las leyes son un problema, la moral es la solución.

A pesar de los múltiples avances sociales, políticos, tecnológicos y de todo tipo que han tenido las sociedades como parte del estado constante de evolución humana debido a un efecto de bola de nieve, un problema que no hemos podido solucionar a estas alturas de nuestra existencia son las leyes.

La mera existencia de leyes es un problema y su presencia indica que algo está corriendo mal en la sociedad. Una ley significa que el Estado no ha podido solventar un problema y tiene que recurrir a ilegalizarlo para que este pueda ser penalizado y solventado con el uso de su fuerza coercitiva. Al crear una ley, el gobierno admite que es incapaz de evitar que sus ciudadanos cometan un acto no deseado, y por ende procederá a castigarlos.

Los problemas sociales son problemas, sean o no ilegales. El hurto es ilegal, y es un gran problema, en las sociedades actuales lo mejor sería que este permaneciese ilegalizado, pero en un modelo de sociedad superior, el hurto no debería ser ilegal, puesto que la misma idiosincrasia de esos "ciudadanos superiores" vería imposible cometer tal atroz acto.

La moral es la principal arma con la cual combatir las leyes, después de todo, las leyes nacen de la moral de un pueblo. Muchos de nosotros seriamos incapaces de hurtar algún objeto ajeno inclusive si esto fuera legal, no importa, es la moral la que hace al hombre, y solo es la moral la que ha permitido que el hombre pueda crear y vivir en sociedad y de forma civilizada durante tantos años.

En el futuro debemos dirigirnos a una sociedad con la menor cantidad de leyes posibles, siendo los ciudadanos lo suficientemente libres como para realizar cualquier acción que deseen, pero siendo también poseedores de suficiente moral como para no corromper la sociedad.

El problema de las leyes radica en que, luego de crearlas, los problemas no dejan de existir, sino que empiezan a subsistir al margen de la sociedad. Y es porqué el causante de todo el mal que se desea extirpar de la sociedad mediante la ley no es una acción, sino es más bien parte de sus ciudadanos que tienen una conducta asocial que causa efectos negativos en la sociedad.

La solución más acertada para estos problemas no es intentar cambiar la naturaleza asocial de estas personas, puesto que sería un gasto innecesario de energía, la solución real para combatir con los problemas de hoy es educando correctamente a los niños, para que el día de mañana en la sociedad del futuro, estos problemas no sigan sucediendo.

Los problemas sociales como la discriminación sexual, racial, étnica, cultural y religiosa, no se resuelve con la ilegalización de sus acciones, cuartando la libre expresión, o aplicando corrección política, se resuelven mediante la homogeneización moral de la sociedad.

Si vivimos en una sociedad en donde todos consideramos que las normas básicas de cohabitación demarcan bien y correctamente que es lo bueno y lo malo, entonces los delitos se reducirán abruptamente.

Si vas a una iglesia, no escucharas a nadie maldecir, puesto que todos comparten un sistema moral similar y condenan ese lenguaje.

En conclusión, y para no extenderme, la sociedad actual necesita menos leyes y más moral.