¿Existe la Verdad?
Ayn Rand, una de las personas más influyentes en la modernidad, llegó una vez afirmar que los negativos no se deben probar, y que esto además es una ley lógica. Este mismo argumento es repetido constantemente por escépticos de todo tipo, que para justificar su incredulidad o ignorancia, recurren a repetir una sentencia de la cual desconocen.
A mí me va a disculpar Rand, que es una persona de inteligencia extraordinaria, pero solo está tratando de justificar una posición dogmática, con leyes lógicas que sinceramente no existen. Lo único que no se debe probar en un cuerpo teórico, en un dialogo o en una discusión, son los axiomas, es decir, proposiciones que se consideran tan evidentes al sentido común que no necesitan prueba. Pero toda afirmación, sea positiva o negativa, debe ser probada. De hecho, la misma afirmación “los negativos no se prueban” requiere prueba, pues es en sí misma una afirmación positiva.
Imagínense ustedes si alguien nos dice “el mundo no existe” y sin presentar prueba alguna se escuda diciendo que los negativos no se prueban. Nos encontraríamos nosotros en una incómoda posición. Pudiéramos señalarlo a él, y decir que si él existe, entonces debe existir un mundo en el cual él habita, no obstante, el pudiera nuevamente negar su existencia, y sin pruebas, porque los negativos no se prueban, y exigirnos a nosotros prueba de su existencia. Pudiéramos decir que lo vemos y lo escuchamos, pero él pudiera argumentar que los locos ven alucinaciones y escuchan voces que no existen, así que eso no es una prueba suficiente, aunque también pudiera negar la existencia del sonido que escuchamos y de la visión que vemos, pues los negativos no necesitan pruebas, y exigirnos que le probemos la existencia de tal sonido y tal visión. De hecho, podemos repetir este proceso quizás ad infinitum si permitiéramos tomar por certeza un absurdo lógico como que los negativos no se prueban.
Todas las afirmaciones, me atrevo personalmente a afirmar, son positivas y negativas a su vez, dependiendo de la formulación. Si yo afirmo que la verdad es que el mundo existe, entonces afirmo a su vez que la mentira es que el mundo no existe, pues una afirmación, no únicamente nos dice lo que es cierto, sino también nos dice todo lo que no es cierto, es decir, todo lo que no es esa afirmación.
Si yo afirmo que la pelota es totalmente roja, entonces afirmo a su vez que la verdad es que la pelota tiene un color y es el rojo, y que la mentira es que la pelota no tiene color, o es de color azul, amarillo, verde, y un largo etcétera. De hecho, existen otras afirmaciones implícitas como que existe una pelota, o que yo soy capaz de percibir la existencia de la pelota, de percibir su color, y de percibir su totalidad.
Ahora, ¿esto quiere decir que debemos aceptar proposiciones absurdas como que los alienígenas habitan el planeta Tierra porque no podemos probar lo contrario? No. Todas las afirmaciones necesitan se probadas, de lo contrario, son afirmaciones carentes de validez lógica.
Tanto los positivos, como los negativos se prueban.
Para el humano poder construir conocimiento, para poder construir una estructura de verdad sólida, estableció sus fundamentos en los axiomas, cosas que parecen tan evidentes que no necesitan prueba, no obstante, los axiomas no son tomados como verdad, son tomados como el status quo, y cualquier cosa que contradiga o refuerza los axiomas, o que se monte sobre ellos, debe probarse.
Y creo que esto es muy importante aclararlo hoy en día, que parece que todos quisieran ignorarlo, pero cuando alguien no puede probar que algo existe, y a su vez tampoco puede probar que no existe, esto no quiere decir que esa cosa existe o no, sino por el contrario quiere decir que ignoramos su existencia, y cualquier postura ajena a esta es una postura irracional.
También es importante mencionar que, a no ser que nos encontremos en una discusión, nadie, absolutamente nadie, nos tiene que probar nada, en todo caso somos nosotros quienes debemos buscar las pruebas. Si usted está esperando que alguien o algo venga a probarle algo que usted ignora, entonces demuestra no únicamente su ignorancia, sino que demuestra además que lo es por propia cuenta, y por falta de interés en la verdad.
Ahora, si nuestros conocimientos están fundamentados en axiomas, y no tenemos capacidad de probar los axiomas, ¿esto no significaría necesariamente que no existe tal cosa como la verdad, o que aún si existe, es esta relativa o desconocida al hombre?
¿Existe la verdad?
En la modernidad han surgido diversos grupos que rechazan la existencia de la verdad, o en menor medida, que el humano pueda acceder a esta, tales son los casos del nihilismo o el relativismo, aunque no se trata de una creencia nada nueva.
Estas hipótesis carecen de lógica, y no se pueden sostener ni mediante el más superficial análisis.
Al alguien afirmar que la verdad no existe, no está en lo absoluto negando la existencia de la verdad, todo lo contrario, la está aceptando y se la está apropiando, pues está haciendo una afirmación. Si alguien dice que la verdad no existe, y cree que es verdad lo que está diciendo, entonces podemos notar esa gigantesca contradicción. Por el contrario, si cree que es mentira, entonces está aceptando que existe una verdad. Como dije, una posición que no aguanta ni el más básico análisis.
Por otro lado, aquellos que dicen que sí existe la verdad, pero que el hombre no puede entenderse con esta, están nuevamente afirmando que ellos poseen la verdad, por tanto, se entra nuevamente en una contradicción. ¿Si el hombre no puede entender la verdad o conocerla, como es posible que sepa en primera instancia esto? Contradicción básica.
Finalmente, hay quien dice que la verdad es relativa, y este concepto se divide en dos; en primer lugar, que es subjetiva, es decir, que la verdad varía dependiendo del observador; y en segundo lugar, que es temporal, es decir, que lo que es verdad hoy no lo es mañana. No obstante, y como ya podrán notar, este argumento también tiene una contradicción en el seno de su existencia. Si la verdad es efectivamente relativa, entonces estamos afirmando a su vez que existe una verdad no relativa que dicta que “la verdad es relativa”. Si yo digo que la verdad es relativa, afirmo a su vez que no existe relatividad en el hecho de que la verdad es relativa, o en otras palabras, afirmo que existe una verdad eterna y esa es que la verdad es relativa. Y como nos dimos cuenta, la verdad no puede ser dos cosas contradictorias al mismo tiempo, como nada puede serlo, es el principio básico de la no contradicción. ¿Cómo la verdad va a ser relativa y eterna al mismo tiempo? Atribuirle relatividad a la verdad es confundir la verdad con algo que no es.
No obstante, habiendo desmembrado todos los débiles argumentos que intentan negar la existencia de la verdad, y siendo esta negación una prueba misma de su existencia, no creo que quede duda de la verdad, y esta verdad es que la verdad existe.
Pero más aún, voy a presentar la prueba máxima de que la verdad existe, y es precisamente la ignorancia de ella, aunque para explicar tal oxímoron me remontaré más de 2000 años atrás, y me ubicaré en la antigua Grecia, a relatar una pequeña historia de uno de los pensadores más importantes, influyentes, y sabios de toda la historia humana; Sócrates.
Sólo sé que no sé nada.
Cuando Querefon, en la antigua Grecia, le preguntó al oráculo de Delfos si había en el mundo un hombre más sabio que Sócrates, estos le respondieron que no, que Sócrates era efectivamente el más sabio de todos. Al enterarse Sócrates de tal respuesta, estupefacto intentó descifrar aquel mensaje divino, pues para Sócrates, no existía sabiduría alguna en él.
Fue entonces, paseándose por la ciudad, visitando a los sabios de diversas profesiones, para encontrar así un hombre más sabio que él, y presentárselo al oráculo, mostrándole así su equivocación al interpretar las divinas señales, pues él evidentemente no poseía semejante sabiduría. No obstante, Sócrates fue incapaz de encontrar a alguien que supiera más que él, si bien el consideraba que no sabía nada.
Estas señales fueron interpretadas magistralmente por el mismo Sócrates, quien tomando como verdad la sentencia del oráculo, solo pudo decir que el más sabio de los hombres, por sanción divina, es aquel que reconoce, como Sócrates, que no sabe nada. He allí la fuente de la sabiduría, el admitir nuestra propia ignorancia.
Esta sentencia es a menudo utilizada únicamente en el sentido metafórico, cuando no es malinterpretada para fundamentar el relativismo, no obstante, creo que la única verdad de la cual el humano puede partir para conocer todas las demás, no es el famoso “cogito ergo sum” de Descartes, sino la aceptación de la ignorancia propia de Sócrates.
Lo único que el hombre puede saber con certeza, es que no sabe nada, por tanto, esta es la primera afirmación verdadera de la cual deben partir todas las demás certezas. Cuando el hombre cree que sabe, demuestra que no sabe, pero cuando el hombre acepta que no sabe, demuestra que sabe por lo menos algo, su ignorancia.
Y esta es la base lógica de tal pensamiento; el hombre no es omnisciente, por tanto, siempre existe algo que escapa de su conocimiento. Si algo se le escapa de su conocimiento, el hombre no puede estar totalmente seguro de ninguna afirmación. Si el hombre no puede estar totalmente seguro de ninguna afirmación, entonces el hombre debe admitir que no tiene la certeza de saber nada. Si el hombre no tiene la certeza de saber nada, entonces el hombre no debe presumir que sabe. Por tanto, el hombre que dice saber, no sabe, y el hombre que acepta que no sabe, por lo menos sabe algo.
Así, si un hombre sabe que no sabe, está descubriendo a su vez la verdad, que es que no la sabe.
Arriba mencioné que si no existen pruebas para decir que los alienígenas habitan el planeta Tierra, así como si no existen pruebas para decir que no lo habitan, entonces lo único de lo que podíamos estar seguros era de nuestra ignorancia. Ignoramos si habitan o no el planeta porque no tenemos las pruebas, y nuestra única certeza, es que no lo sabemos.
Es este, desde mi parecer, el único camino correcto para estar siempre acercado a la verdad. Y es esto, exactamente lo mismo que decía el gran sabio e ignorante Sócrates, que tan magnifico mensaje nos ha dejado, y que solo lo hizo en sus últimas declaraciones.
Esto no quiere decir que no podamos creer cosas, pues creemos cosas todos los días. Esto significa que debemos saber que lo que creemos, es solo eso, una creencia, y que la verdad, puede o no ser esa. También es una base para saber que la verdad existe, y que debemos intentar acercarnos lo más posible a ella, sin creer nunca que la poseemos.
Todos los conflictos en la historia humana se han creado porque dos personas o grupos de personas con posiciones diferentes creen ambos poseer la verdad. Nadie jamás ha peleado creyendo que es el malo, o que posee la mentira, o que es injusto, todos por el contrario han creído ser los buenos, poseer la verdad, y ser justos, lo que pasa es que difieren en tales ideas.
Todo aquel que cree que posee la verdad, no la posee, pues la verdad es de dioses más que de humanos, pues estos últimos no son omniscientes para conocer todo lo inteligible, ni omnipresente para conocer todo lo sensible, y siempre cabe en ellos el error.
Ustedes pueden ver cómo mientras más alguien sabe de algo, más se da cuenta de lo que desconoce. Aquel que sabe poco cree saber mucho y aquel que aparenta saber mucho, sabe que sabe poco. Mientras más sabemos de algo, más nos damos cuenta de nuestra ignorancia.
Para concluir voy a citar a Simón Rodríguez que decía:
La ignorancia es la causa de todos los males que el hombre se hace y hace a otros; y esto es inevitable, porque la omnisciencia no cabe en un hombre; puede caber, hasta cierto punto, en una sociedad (por el más y el menos se distingue una de otra). No es culpable un hombre porque ignora -poco es lo que puede saber-, pero lo será si se encarga de hacer lo que no sabe.
Podríamos decir entonces nosotros, que si un hombre ignora su ignorancia, entonces todo lo que haga estará viciado, porque estará haciendo exactamente lo que no sabe.
Muy realista lo que escribes, aqui el mensaje es que la unica verdad absoluta es que tenemos niveles de ignorancia porque como lo da a entender Simón Rodriguez al no poder caber del todo la omnisciencia en el hombre implica que podra saber y demostrar teorias o hechos hasta cierto punto, pero en el mejor caso que logre probar cualquier cosa significa que al demostrar algo prueba la ignorancia de no saber que hay más alla de lo que sabe o descubrio por eso podemos tomar como elemento que el hecho que los mundos o culturas cambian y hasta logran modernizarse en determinada medida es porque el ser humano al no ser omnisciente pero tener capacidades hasta cierto punto implica que el hecho de probar y refutar disminuye pero no acaba la ignorancia del ser humano porque por más que avancemos en la ciencia global de experimentar y demostrar, por más que avancemos siempre habrá algo que va más alla de lo que podemos entender. Por eso concluyo diciendo que el hecho de reconocer no saber nada nos genera situaciones en que esas verdades construyen nuestro nivel de conocimiento y capacidad y por lo tanto también es reconocer que tan alto o bajo es nuestra ignorancia en cualquier aspecto de la vida, intelectual, emocional y psicologico
Así es.
Me parece curioso como una autora de ese nivel hace una afirmacion de ese tipo, ciertamente no hay nada intachable en nadie. Ciertamente me recuerda un poco a la situación de Descartes, el mayor detonante del pensamiento lógico actual, precursor del método científico que ponía de exepcion a su regla a Dios, aludiendo como lo único que no debe ser probado.
Lo mismo digo. Lo curioso es que ambos cometen un error similar para defender posiciones exactamente distintas; Rand se niega a cuestionar la inexistencia de un Dios, pues eso descartaría su objetivismo, y Descartes se niega a cuestionar la existencia de Dios, pues eso descartaría su catolicismo.
Bien hecho ... te invito a leer un trabajo mio sobre la verdad