Reseña del libro "1984", de George Orwell

in #spanish5 years ago

Nota de la autora: La siguiente reseña contiene spoilers. Para leer la reseña sin spoilers, haz click aquí.

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Fuente

  Cuando vi la adaptación fílmica de 1984, la primera sensación que sentí fue de terror; de hecho, recuerdo que me la pasaba gritándole al protagonista que huyera, que luchara contra esa tiranía, que levantara la voz aunque sea en medio de las masas. Esa misma sensación la sentí justo después de leer la obra; el solo pensar en ese futuro tan siniestro en donde no puedes ser tú mismo se me hace mucho más aterrador que cualquier pesadilla que haya soñado en mi vida.  

Si Rebelión en la Granja fue una crítica dura y bien explícita sobre el comunismo político, 1984 es, con justicia, una visión realista muy aterradora sobre la evolución social en los años posteriores, pues hay ciertos aspectos que observamos en nuestra vida cotidiana que se han normalizado gracias al constante bombardeo en los medios de comunicación.    

Un primer ejemplo lo podemos encontrar en la figura de la telepantalla. Este aparato, presente hasta en el baño, es símbolo de la invasión a la privacidad; en la primera parte del libro, Winston tiene que ocultarse de ella a la hora de escribir en su diario, pues si redactaba en aquél cuaderno todo lo que sentía, la Policía del Pensamiento iría por él y lo torturaría.  

Otro ejemplo es la estructura social manejada en aquella realidad distópica. Si observamos con detenimiento, el Partido Interior equivale a la clase política y a la clase privilegiada; ésta maneja los distintos aspectos de la vida nacional, desde la información real que se obtiene de las afueras hasta la economía. El Partido Exterior, al que pertenecen Winston, Julia y algunos personajes secundarios, son los burócratas; ellos son los que reciben las órdenes, los que hacen la parte administrativa sin cuestionar nada; son la viva representación de “obedece o vete”, pues una sola duda te puede costar no solo el trabajo, sino tu misma vida social.    

Por último tenemos al proletariado, el sector social más amplio en el mundo de Orwell; con él se cumple el dicho “pan y circo al pueblo”, pues el Estado (representado, por cierto, por el Gran Hermano) controla con eficacia a sus miembros a través del entretenimiento, desde la lotería hasta la pornografía. A diferencia de los miembros de los Partidos, ellos gozan de una supuesta libertad e incluso son los que se atreven a desafiar el orden establecido sin temor, tal y como lo muestra el autor en la tercera parte de la novela, cuando Winston se encuentra en la prisión.

El Gran Hermano. Escena del film 1984. Fuente: Europa Press    

Los que son fans de la serie Black Mirror quizás recuerden el episodio Nosedive, en donde el puntaje que tengas en las redes sociales te garantiza o te restringe la mejora socioeconómica. En ese capítulo en particular encontramos la escena del encuentro de  Lacie, la protagonista, con una mujer que manejaba un tráiler; ésta tiene un puntaje menor al socialmente aceptado, catalogándola como alguien “antisocial”. La interacción entre ambas nos deja entrever que la aplicación implantada en el ojo de su portador había creado una atmósfera hipócrita y represiva en donde los sentimientos, los pensamientos y hasta las reacciones reales son consideradas de mal gusto y amenazantes.    

Quienes desarrollan aquellos comportamientos “antisociales” son los que gozan de una mayor libertad en sus acciones, sean éstas honestas o erróneas, pero no mejoran su situación económica. En cambio, los que se ubican en la cúpula más alta de la escala social son reprimidos en todos los aspectos; el hecho de ser ellos mismos significaría una estrepitosa caída de la escala.    

Winston y otros anteriores a él tuvieron una experiencia similar, solo que sin aplicaciones ni redes sociales; sufrieron una caída al atreverse a ser ellos mismos y cuestionar las verdaderas intenciones del estado. Sus “privilegios” les son arrebatados al ser “vaporizados”; no se unen al proletariado, pero tampoco regresan a sus empleos o posiciones.    

Simplemente mueren en vida en un mundo en donde la libertad es la esclavitud, la guerra es la paz y la ignorancia es la fuerza.    

Ahora bien, es pertinente señalar que el autor ha hecho descripciones precisas y minuciosas de los objetos, los personajes y los lugares. Los personajes principales, Winston y Julia, están muy definidos; en cierto modo desarrollas sentimientos encontrados por ambos, desde la empatía hasta la indiferencia y la desesperación.   

Es un libro ideal para los estudiantes de ciencias sociales por el tipo de temáticas que maneja (distopía, orden y realidad social, hábitus, etc.) y que pueden abordarse en un ensayo académico. Incluso es ideal para los que han visto cualquiera de las dos adaptaciones fílmicas (1984 y 2017) y comprender mejor el contexto manejado por el autor.   

¿Dónde puedo adquirir la obra?  

Sort:  

Me parece excelente la reseña, mientras la leía sólo pensaba que la sociedad universal ya se encuentra en transito hacia el máximo control social bien sea por la necesidad de una seguridad que tiende a ver sospechosos a todos o simplemente sea por el hecho de pensar en eso el colectivo en general se encuentra impulsando inconscientemente a ese destino. Vale la pena seguir abordando el tema.

¡Muchas gracias por tus palabras, @imagot! Fíjate que también estaba pensando en ese detalle, especialmente con las redes sociales; con todo lo que se ha visto, leído y escuchado en documentales, podcasts y noticieros, es probable que uno no se sorprenda que 1984 nos ha alcanzado. Hay un documental, de hecho, que te haría pensar muy bien en el libro; no sé si siga en el canal de Youtube de Deutsche Welle Documental, pero habla del creciente poder socioeconómico de Amazon y su intervención en la mayor parte de los mercados.

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