Psicosis (versión de Alfred Hitchcock): Una breve reseña

Ojo: Posibles spoilers.

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Recuerdo que vi esta película por primera vez en la televisión de paga. Era apenas una niña que no comprendía bien las razones por las que Norman cometía tan horrendos crímenes a pesar de las explicaciones del psiquiatra al final del film.

Años después la vuelvo a ver, y justamente ahora comprendo muchas cosas que de niña no alcanzaba a entender.

El personaje de Norman Bates es trágico y oscuro que logra engañar al espectador al principio, pero que lenta y progresivamente se va revelando conforme avanza la historia. Al principio el director nos lo presenta como  una persona agradable, muy tímido pero hablador. Sin embargo, en la escena en donde charla con Marion, hay una especie de primera pista que él, sin querer, nos indica que las apariencias engañan: los pájaros disecados.

Norman tiene una pasión tremenda por la taxidermia, y sin embargo no quiere disecar perros, lobos, conejos, ni siquiera alces. Sí, no todos los taxidermistas son amantes de disecar a todos los animales, pero en el caso de Bates existe una razón para concentrarse solamente en el pájaro: Libertad.

La libertad de ser él mismo, de que nada ni nadie imponga su libertad sobre la suya. Esa libertad que  le fue arrebatada por la madre tanto en vida como después de muerta. Esa libertad por la que Norman lucha desesperadamente dentro de su mente ya dañada por el control excesivo y enfermo de su madre.

Una lucha que pierde ante la abrumadora fuerza dominante de su contrincante, permitiendo que sea ella quien ejerza el control de su mente y cometa todas las atrocidades habidas y por haber. 

Sin duda alguna el espectador, especialmente si es estudiante de Psicología, encontrará este material digno de ser analizado, ya que su observación podría llevar a una reflexión sobre qué tan escabrosas y oscuras pueden ser las profundidades de la mente humana.

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