CANAIMA: KEREPAKUPAI / PARAKUPA-VENA
Hablemos en presente.
✔Son las 3:00 a.m, suena el despertador. Me visto de ganas azul turquesa con unas bermudas de sonrisa y mi sombrerito de emoción; saco la lista de cosas para llevar: Mochila con galletas, agua, frutas y un cuaderno y lápiz para escribir… ¡todo listo!
✔Ya, en la orilla de la laguna del campamento, me espera nuestro guía anfitrión y experto para atender tantas preguntas, junto al grupo de excursionistas para arrancar.
✔El guía se llama Daco, un indígena pemón vestido de urbano y lentes de sol.
✔Son 4 horas en curiara. Son unas lanchitas diseñadas y realizadas por los indígenas, hechas a base de madera que miden entre 3 a 8 metros de largo. Son muuuuuy angostas, dignas de obligarte a estar quieto durante el recorrido, ¡¡no se vaya a voltear!!, y aunque ellos aseguren que no, yo me quedo quietica, y así, soy más bonita. Hoy en día ya usan motor, pero imagino cómo tuvieron que darle brazo cuando era a punta de remar y remar.
✔El recorrido lo hacemos por el río Carrao, vamos contra corriente, como en subida. Recuerdo la primera vez que vine hace muchos años, adolescente (¡no cuenten los años, solo sigan el cuento!) con un grupo de compañeros que estudiábamos Turismo para ese entonces. El río estaba bajo. En esa oportunidad nos indicaron que, en caso de atorarse la curiara con las piedras, debíamos bajarnos y empujar la canoa, cuando sintiéramos el jalón de la corriente, subirnos de prisa para no quedarnos. En caso de caídas, debíamos quedarnos tranquilos con los salvavidas puestos (ni que me lo digan), dejarnos llevar por la corriente mientras daban la vuelta para recogernos. Si, así de “sencillo” y “relajada” la cosa jajajajajajaja.
✔Vuelvo al presente. 4 horas que piensas son eternas, mientras, la pequeña barca nos navega por la película de paisajes de los tepuyes Kurawaina, Kusari y Parakaupa, cuidadores del viaje, abuelas ancestrales de pureza. Tanta belleza hace corta la travesía.
✔Llegamos entrando por el río Churún.
✔¡Listos! Ahora iniciamos una caminata que dura una hora aproximadamente, de acuerdo a los turistas y su capacidad cardiovascular para ir en subida en plena trocha selvática.
✔Tomamos un pequeño descanso.
✔Mientras caminamos, nos vamos presentando ante tantas especies de flores, plantas, insectos que jamás hemos visto.
✔Seguimos caminando. ¡Oh Margot!, nos topamos con una culebrita bebé, y de inmediato escucho: ¡Dale rápido que por ahí anda cerca la mamá! Pues, “disciplinadamente”, hice caso.
✔Seguimos caminando, subiendo, ya comienzo a sentir la eternidad.
✔Pregunto: ¿sabes cómo se siente la eternidad? Con cansancio, mucha expectativa y la emoción de escuchar un ESTRUENDO de chorro que está cayendo de alguna grifería natural.
✔Miro hacia arriba, y veo cómo se abre la selva dando paso al cielo, y junto a él, la caída de agua bendita MÁS GRANDE DEL MUNDO.
✔Tomo asiento en las piedras del mirador Laime, para mirar… ¡perdón!, admirar.
✔Lloro, dejándome abrazar por su llovizna.
✔Río, secándome un poco el Salto Ángel de mis ojos, diciéndome lo afortunada que soy, que somos.
✔Foto 📸 foto 📸 foto 📸 foto 📸 foto 📸 foto 📸 foto 📸
✔Saco mi cuaderno y mi lápiz.
✔Escribo:
Luego de más de 10 años que no respiro energía en un lugar tan sublime para mí, aprovecharé para silenciarme nuevamente y desvanecerme ante la magnitud de mis orígenes. Escucharé con humildad lo que el río me cante, lo que el viento susurre y lo que mil años de antigüedad quieran transmitirme. No dudo que esa energía se manifestará cada vez que la respire sabiamente y que el beso soberano de esta tierra prodigiosa y virgen deje en cada parte de mi cuerpo la fuerza de siempre, pero renovada, para continuar junto a los que amo, con base a mis convicciones, la amorosa misión de hacer todos los días algo hermoso por mi Patria. Miraré al Tepuy como lo que es "el lugar de los Dioses" y daré un Parakupa-vena de mi conciencia, que quier decir "salto desde el más alto lugar" (también llamado por lo lugareños lo que, comercialmente, se conoce, Salto Ángel) y devendré estoicamente lo que venga... en fin, ya aprendí a respetar la vida. ¡Te adoro Canaima querida!
Las imágenes JAMÁS logran mostrar y expresar la magnitud y grandeza de este lugar. Como todo, hay que vivirlo.
Luego de 7 horas de trayecto, me sentí renovada y bendecida al recibir en mi rostro y cuerpo la llovizna de la caída de agua más hermosa del mundo. Es inexplicable las sensaciones de este sitio, y como dijo nuestro guía Daco: "aquí les muestro lo que afuera le llaman Salto Ángel, pero para nosotros es nuestro Kerepakupai que significa “Caída de Agua Bendita"... ¡Para mí, así será por siempre!
la cantidad de emociones que habrás sentido ante tan maravilloso viaje!!
Créeme, he recorrido muchos lugares hermosos, dentro y fuera, pero este lugar, va más allá de la beleza tangible, la belleza es más emocional, espiritual. Gracias por leer y comentar.
simplemente brutal esperó algún día estar en tan majestuoso lugar antes de partir tengo que ir y conocerlo
Es un deber conocerlo. Y me refiero al deber como regalo hacia nootros mismos. Mil gracias por leerme y comentar.
así a principios de año estuve averiguando sus precios
Wuao!! Que impresionate de verdad, se que algún día conoceré esa mágico lugar. Una de las cosas que destaco es que lo mencionas con su nombre originario, cómp debe ser. En el 2.016 fui a Roraima y quedé enamorado. Un merecido voto y te sigo. Saludos
Oooyeee! Gracias!. RORAIMA! Ese me lo debo todavía. Es lo último que me debo. En cualquier ratico lo haré. Saludos
Hermoso... Algún día antes de morir, se que iré.
Sí, realmente es hermoso con locura!
Que hermoso viaje.
Único e inolvidable, la verdad.
Es un post inspirador y relajante
Que fascinante, este es el viaje que me falta hacer.
Bellas imágenes, que afortunados somos de tener ese paraíso en nuestra Venezuela.
Que riiiicoooo!!!! Tuve el placer de conocer canaima,,, algo que de verdad se tiene que vivir.
Algún día me quedaré a dormir allá.