Poema: dos almas

Nos vimos, nos conectamos, nos reconocimos. Al entrelazar nuestras manos sentimos como el magnetismo fluía. Supimos de inmediato que esta conexión sería para siempre. El universo no pudo unir en una perfecta causalidad a dos personas más destinadas a estar juntas. Lo sentimos, lo sabíamos. Si se mueve uno, el otro también debe hacerlo, giramos con la fuerza de atracción gravitacional que nos adhiere. No solo es simple energía, es la potencia de dos almas que se reencuentran en armonía. Es la consciencia de saber que esa otra alma es tu espejo, pero no como un igual. Ambos reflejos son el aprendizaje de cada uno. Se muestran sus fallas, pero también sus virtudes.