LA VIDA ES UN DELGADO HILO (REFLEXIÓN)
Mucho de ustedes podrán notar algo de melancolía inmersa en el pensamiento anterior. Sí, la hay y es que precisamente me enteré por conocidos que una joven con quien curse algunas asignaturas en la universidad falleció el día de ayer, tras un accidente de tránsito provocado por un automóvil que con exceso de velocidad embistió el vehículo en el que se transportaba. Era la noche de Acción de Gracias. Se dirigía a cenar con su novio, la familia de este, y algunos amigos. Tras el accidente, duró varios días en estado de coma luchando por su vida. Lamentablemente su corazón dejó de latir y le fueron desconectados los aparatos que le hacía respirar artificialmente.
Sinceramente, ella no era mi mejor amiga; sin embargo, no era del todo una desconocida para mí. Como buen venezolano nos relacionamos con todos, compartimos chistes esperando al profesor de las asignaturas que cursábamos en común; compartíamos o comparábamos una que otra tarea y no dejo de sentir pesar y que se me haga un nudo en la garganta saber que físicamente ya no está.
Tan pronto como escuché la noticia, fui directamente a su perfil de Facebook y allí estaba, radiante, feliz, disfrutando de la vida. Se te hace más difícil pensar que algo así haya ocurrido. Su última publicación fue precisamente de un viaje reciente. No puedo dejar de reflejar su historia en mí. Al igual que ella, estoy a muchos kilómetros de distancia de lo que por casi toda mi vida fue mi hogar, mi familia, mis amigos, mi todo. Me da dolor saber que ella no volvió a dar el último adiós a la tierra que la vio nacer; porque su vida se apagó, se esfumo, pereció, y eso es muy duro.
Ser inmigrante te cambia la vida. Todo gira 90 grados; te embarcas en un viaje literalmente con una maleta llena de sueños, fantasías, y anhelos de querer lo mejor para ti y los tuyos; dejando atrás muchas cosas, incluso tus raíces. Relacionando mi vida con la de esta chica se me eriza la piel y te hace reflexionar.
Vivir es una aventura día a día. Sé que es una frase trillada y bastante, pero es la cruda realidad. Nadie garantiza nada, no se sabe a ciencia cierta qué hay después de la vida. Nuestra única garantía es el presente y el ahora. Lo único que podemos hacer es vivir intensamente, darle gracias a Dios por el hoy, el ahora, por lo poco o lo mucho que tenemos.
Tú que estás leyendo esto, ve y abraza a la persona que tienes más cerca; llama a tus padres, abuelos, tíos, y dile que los quieres; esta es tu oportunidad, este es el momento y el ahora, recuerda que la vida es tan vulnerable como un delgado hilo, el cual puede romperse en cualquier momento.
Verdaderamente es un texto cargado de emociones y melancolía.
Pienso que tienes muchos sentimientos encontrados o mas bien unos potencian otros.
El dolor de saber que una persona joven y conocida, con la que pudiste pasar momentos buenos y malos, ya no está y pensar que de un momento a otro perdió la vida. Por otra parte está la melancolía de la separación de la patria y de la familia en busca de nuevos horizontes, y que aunque consigas una vida mejor, eso no hace que no extrañes a tu familia, tus costumbres y tu suelo.
Los venezolanos estamos viviendo está tragedia de forma masiva.
Te saludo por tu escrito y te mando fuerzas para seguir adelante con valentía. Exitos
Hola Vane, excelente reflexión, sobre todo cuando emigramos al exilio en busca de una mejor calidad de vida, como que haces una reevaluación de las cosas importantes y lo que queda por disfrutar, y bueno siguiendote
Muchas gracias por leer, también te sigo de vuelta.
Que cosas hay que vivir... buen post! Gracias por compartir! 😎
Gracias a ti por leerme.
beautiful sharing friend...thanks check your wallet
Thank you so much Kaleem, I did.
Welcome