(VI) Destruyendo el mundo tu solo: ¿Para que quiero eso?

La segunda arma de destrucción masiva es de acción inmediata. Si la primera (reducir la natalidad) Era lenta en su acción, y los daños colaterales (Pensiones) llegarían también al cabo de bastantes años, esta segunda es mucho más rápida.

Sus efectos alcanzan a todos los sectores de la economía. El daño se produce a medida que aumenta la cantidad de gente que la utilice; y los daños colaterales también crecen de la misma forma y a la misma velocidad. Pero en cambio los beneficios particulares que recibe aquel que utiliza esta arma, son inmediatos e independientes de la cantidad de personas que se inicien en esta batalla de liberación y destrucción.

Evidentemente estamos hablando del átomo creador de la economía mundial y la esclavitud de la población: El consumo.

Sería fácil, obvio y una estupidez decir que hay que dejar de consumir. Si alguien leyó la presentación del proyecto “Destruyendo el mundo tu solo” recordará que allí les decía que para destruir esta economía esclavista no íbamos a volver a vivir en cuevas. Y eso es lo que me propongo explicarles con un razonamiento sobre el consumo.

Recordando el artículo de esta serie titulado “El nuevo contrato social” Planteábamos que todo el dinero que recibíamos por nuestro trabajo debíamos devolverlo antes de que nos llegara el siguiente salario. Eso es el consumo. Pero yo lo divido en dos partes.

Necesidades mínimas:

Aquí entra lo principal para seguir viviendo en sociedad. Comida, Ropa, vivienda, transporte, energía y telecomunicaciones. En general, esto podemos consumirlo, si lo hacemos sin excesos, sin ocupar, ni mucho menos, el total de nuestros ingresos (Partimos de la clase media hacia arriba, La gente en estado de pobreza ya es otro problema)

Consumo no vital:

Lo denomino así, para no llamarlo consumo no necesario, pues yo creo que sí que lo necesitamos. Como realmente me resulta difícil explicar este apartado, me voy a poner yo como ejemplo y creo que se entenderá mejor a que me refiero con esto. Yo parto de la idea que el sentido que tiene esta vida es el de ser feliz. Y a la felicidad se llega de muchas maneras. Así que cuando decidí poner en práctica esta segunda arma lo primero que hice fue analizar qué cosas me proporcionaban felicidad. Aunque al principio la lista era larga, luego la fui acortando hasta llegar a lo más esencial para mí: Compartir con mi esposa, leer, escribir, viajar, cocinar y en menor grado la fotografía. Entonces ¿cuál es mi consumo no vital? Pues algo de libros, Un portátil entre mediano y bueno que cambio cada 8 años aprox. Línea de internet, Utensilios e ingredientes de cocina y una cámara digital semiprofesional que por ahora no veo la necesidad de cambiar. Viajar resulta costoso, pero viajes cortos por el país en estancias de 2 ó 3 días, a veces durmiendo en el coche. Y viajes internacionales pues cuando se puede, cada 3 ó 5 años. Lógicamente esto no me impide de vez en cuando ir al cine, espectáculos, cenar, exposiciones o museos. Pero es algo que hacemos de vez en cuando, como por darnos un lujito.
Ahora lo importante es lo que dejé de consumir. No tengo ni anillos, pulseras, collares, ni reloj, ni tatuajes. Mis tennis no son Adidas ni Nike, no tengo bicicleta, no voy a buenos restaurantes ni a grandes conciertos, tampoco a eventos deportivos de interés internacional, el coche de mi esposa tiene 12 años y esperamos que nos dure otros 5 más. No tengo teléfono celular, ni bebo, ni fumo, ni tomo drogas. Y muchas otras cosas. Pero la realidad no es que estas cosas no las consuma, es que estas cosas las dejé de consumir. Es decir que dejar de consumir tantas cosas que no me daban ninguna satisfacción, me produjo un ahorro tan grande que incluso acabe saldando mis cuentas con los bancos. Hoy no tengo deudas a pesar que mis ingresos no han crecido.

¿Te gusta la moda y las marcas? Pues compra ropa como quieras; ¿te gustan los restaurantes de la guía Michelin? Pues disfruta de ellos; ¿Te gustan los coches? Compra uno bonito y cuídalo como a un hijo tonto. ¿Eres hincha del Manchester United?, pues síguelo borracho y peleando por todo el mundo; ¿te gustan los mundos oníricos? Pues cómprate una buena heroína.

Lo importante no es lo que te gusta, sino dejar de gastar en aquello que no te aporta nada

Ahora vienen los daños. Si la población deja de consumir, se entrara en una crisis como nunca ha existido, y pasaran generaciones antes de que el consumo y la capacidad de producción vuelvan a llegar a un equilibrio. Por medio habrá millones de personas que pierdan sus empleos y los que estén endeudados pueden perder mucho más.
Pero para el final dejo lo mejor de todo. ¿Qué haréis cuando con el dinero que os sobra hayáis liquidado toda relación de dependencia con los bancos?
Hasta ahí yo ya he llegado, pero os lo contaré en el próximo artículo, porque esa ...

¡será el arma definitiva!.

Imagenes:

1.-http://klitorianarevolucao.blogspot.com.co/2013/01/
2.-http://www.diario4v.com/salud/2015/12/28/2016-todo-claves-para-conseguir-felicidad-9585.html
3.-http://www.elmundo.es/economia/2016/01/26/56a74920268e3e74588b461b.html
4.-http://www.20minutos.es/noticia/1143589/0/nueva-york/irene/apagones/