Microcuentos de Amanda.
— Amanda, te noto muy distinta.
— ¿Será porque tienes mucho tiempo sin verme Cori?
— No lo creo.
— ¿Será mi nuevo color de cabello?
— Si pero no. ¡Vamos! Tu sabes a lo que me refiero.
— Si, se a lo que te refieres. Me siento como las hojas en otoño, cuando bailan con el viento.
— Ya te me estas poniendo poética. Contrólate, solo estas hablando conmigo.
— No veas solo que estoy diciendo cosas a lo que no estas acostumbrada, te describí un sentimiento a través de una imagen. Imagina un poco conmigo ¿cómo se sentirá bailar así lejos del suelo? ¿Como se sentirá estar segura de que la corriente de aire no te hará daño pues ya la dominas y tu cuerpo se adapto a sus movimientos cambiantes?
— Creo que se debe sentir cierta serenidad, paz, seguridad y sobretodo debe sentirse en libertad.
— Lo ves, si puedes comprenderme cuando te hablo. Solo debes poner a trabajar tu perezoso cerebro.
— ¡Amanda no empieces!
— Lo que te quiero decir querida es que estos meses he sido tan sacudida que pensé por un momento que no iba a poder con las circunstancias. Pero, entendí que uno puede tener paz sin importar que este pasando pues todas las cosas ayudan a bien y eso me hizo liberarme de mis temores. Ahora disfruto un poco más de los vientos cambiantes de las estaciones que el cielo le manda a la vida de uno.
— Ya suenas como la abuela pero, tienes razón en eso. Creo que estas madurando.
— Yo también lo creo hermana.
— ¿Sabes? Desde que eramos niñas, aunque yo sea mayor, tu siempre fuiste la madura. Amanda tu lo entiendes, tu comprendes mejor que yo la vida y eres tan fuerte.
— Bien, creo que eres la única que piensa que en mi hay fortaleza.
— No es así. Amanda, la magnitud de tu fe y de la esperanza que siempre tienes en los ojos del alma hace que hagas cosas que nadie más haría. Yo amaba la arquitectura pero me aterraba salir de la linea de las ciencias, pues se supone que en nuestra familia todos somos doctores o abogados pero tu no, tu fuiste valiente. Estudiaste arte y mírate, todos decían que serías un fiasco y le demostraste, bueno, nos demostraste a todos que romper tradiciones es bueno y da resultados positivos. Estoy tan contenta de la nueva sucursal de tu galería por cierto, en serio, felicidades. Saber que mi hermana logro sus sueños a toda costa, me alegra y me da una gran lección a mi. La abuela siempre ha tenido razón el algo que me decía de ti, antes no lo entendía pero ahora comprendo mejor.
— ¿Qué cosa decía?
— Ella decía que hay personas que nacen para marcar grandes diferencias en una generación y que quizá en el pequeño mundo de perfección que es nuestra familia hacia falta un poco de chispa y que esa chispa de desequilibrio, eras tú. Ella tenía razón, tienes a nuestro Padre tan feliz por tus obras y por el próximo libro de poemas. El hombre que solo sabía ser juez dentro del trabajo y fuera de el, que nunca nos abrazo de niños, desde que comenzó a leer tu blog de poesía, nos abraza a todos, no es siempre, pero lo hace y hasta es mas sensitivo. ¡Ahora sonríe más! Eso pasó gracias a esa chispa.
Los ojos de Corina se llenaron de lagrimas y Amanda solo la abrazó mientras le decía a su hermana cuanto la amaba. En su corazón ella daba gracias a el Padre de las Luces, pues su familia comenzaba a entender que la unidad filial nos hace bien a todos, daba gracias porque todas las veces que el viento la sacudió en el pasado la habían traído hasta aquí; donde todo hizo clic, donde ella fue libre de los miedos, donde eso hizo que todo fuera mejor.
Que buen post @valentinagrv, me quedo con la frase "hay personas que nacen para marcar grandes diferencias en una generación", pienso igual, opino que cada uno de nosotros debemos escoger nuestro propio camino, para ser únicos e innovadores
Me alegra que disfrutaras la lectura. Gracias por leer, saludos.
¡Buen post!