Las nuevas economías, procesos de inclusión o de exclusión

Las nuevas economías, que resultan de las evoluciones tecnológicas, está llevando a que las formas tradicionales de generación de riqueza; como los puestos de trabajo habituales, las empresas tradicionales y hasta las profesiones universitarias usuales dejen de dar en la práctica, los buenos resultados que se obtenían hace veinte (20) años atrás.

En función a lo anterior, la disminución de la "efectividad" de la economía “tradicional” puede deberse a varios factores; uno de ellos que antes éramos menos personas con más recursos, y otra que la evolución de la tecnología, tomando en consideración el avance del pensamiento humano (intelecto) que se crea en estos entornos, está haciendo que se abra una brecha de paradigmas, arquetipos o ideales muy distintos entre las personas que se desarrollan dentro como fuera del entorno de influencia de dichos avances.

Por su parte, se tiene la “terquedad” de los estados (gobiernos) de mantener formas de mercado tradicionales y obsoletos que incrementan los conflictos socio-económicos que vivimos a diario los “ciudadanos de a pie”, dejando fuera de atención, por lo menos a niveles políticos, la consideración de los avances a niveles intelectuales como los tecnológicos tanto internos como los externos, viendo estos como “resultados de sus medidas aplicadas”, y no como medidas a aplicar para conseguir mejores resultados; generando una pérdida de tiempo, de recursos, y hasta de vidas humanas, sumando a lo anterior los daños generados a los ecosistemas.

Con respecto a los avances tecnológicos, desde siempre estos se han dado como procesos conflictivos; desde el descubrimiento del fuego, el uso de las estrellas para la navegación náutica, la creación de las monedas fiduciarias, la invención de la pólvora así como de la imprenta, de la máquina de vapor, de la electricidad, del telégrafo, del método científico, de la producción en serie, de las ciencias y las tecnologías modernas; todas estas han dado base para muchas disputas y escándalos sociales, políticos y hasta ideológicos, pero a pesar de los inconvenientes iniciales de cada proceso, la iniciativa se termina adecuándose y aceptándose; pasando por procesos de mejora hasta que se crea una tecnología sustituta mejorando y desplazando la anterior.

Para finalizar, y luego de más de 3000 años de experiencia en avances tecnológicos, que ventajas obtendríamos desde el enfoque de la eficiencia el aceptar, recibir, adoptar y adaptar las nuevas propuestas tecnologicas, viéndolas como el resultado del avance de la humanidad, y no como fuentes de polémicas sociales, políticas y/o ideológicas, permitiendo el avance de las sociedades de manera más armónica, !promoviendo la inclusión y no la exclusión!.