Sensorama. La realidad virtual hace 60 años

Llevaba años queriendo sumergirme en la realidad virtual y  comprobar que se siente formando parte de ese mundo artificial y ficticio.  

Y el pasado fin de semana tuve la oportunidad de vivir la experiencia. Me habían comentado que existía un centro especializado en mi ciudad, el primero dedicado en exclusiva  a este tipo de propuestas. La mecánica es muy simple: reservas hora, eliges una temática, te colocas las gafas especiales, agarras un mando y a disfrutar.  

Entre las diferentes propuestas que me ofrecieron escogí un juego de temática zombi; soy un fan absoluto del mundo zombi, tanto a nivel cinematográfico como de videojuegos. Verse inmerso en un mundo virtual de apocalipsis zombi donde eres el protagonista y  tienes que eliminar muertos vivientes para poder sobrevivir, fue una experiencia altamente estimulante; confieso que disfruté como un niño y recomiendo encarecidamente a todo el mundo que lo pruebe. 

A raíz de eso he intentado profundizar un poco en los orígenes de la realidad virtual, y me he llevado una gran sorpresa ya que personalmente pensaba que se trataba de algo relativamente nuevo, de no más de 15 o 20 años de antigüedad desde que aparecieran los primeros ensayos. Sin embargo he podido comprobar que el primer antecedente de dispositivo de realidad virtual se remonta nada menos que al año 1957.  

                                                                Fuente

Su nombre era  Sensorama, y se trataba de una máquina parecida a los clásicos videojuegos de los salones recreativos, en forma de cabina para uso individual, que pretendía emular una experiencia de realidad virtual reuniendo todos los estímulos sensoriales posibles, de tal forma que el usuario se sintiera totalmente inmerso en la aventura.  

En aquella época obviamente no existía el desarrollo tecnológico e informático de hoy en día, así que su inventor tuvo que ingeniárselas para reproducir la realidad virtual de una manera totalmente diferente, pero también profundamente atractiva y estimulante. 

El dispositivo fue inventado por un personaje llamado Morton Heilig que entre otras múltiples  facetas, era cineasta. Heilig previamente grababa una película en 3D que posteriormente servía de  base de la experiencia de realidad virtual. Esta película se reproducía en el Sensorama, pero además iba acompañada de numerosos estímulos sensoriales añadidos. 

                                                                Fuente

El usuario, al encontrarse dentro de la cabina, se aislaba del exterior, y por una especie de visor recibía las imágenes tridimensionales de la película en 3D.  Pero además recibía estímulos visuales añadidos; también podía moverse inclinándose, el asiento vibraba, se reproducían sonidos estereofónicos, soplaba aire para percibir mejor la sensación de movimiento e incluso se percibían olores, todo ello acorde a la aventura que vivía la persona y que le permitían verse totalmente inmerso en la situación.  

El Sensorama de Heilig, fue un fracaso; se trataba de una máquina excesivamente cara para su época, en torno a 1,5 millones de dólares, y en el año 1962 dejó de fabricarse. Sin embargo todavía pueden verse algunas de estas máquinas  expuesta en algunos museos y lo mejor de todo es que siguen funcionando. 

                                                               Fuente

Fuentes: 

http://alpoma.net/tecob/?p=1141 

http://www.neoteo.com/realidad-virtual-en-1957-5380/ 

https://marceloleyton.wordpress.com/sensorama/ 

https://blogthinkbig.com/realidad-aumentada-origen