Sapiosexualidad. La sexualidad de la inteligencia

Las conversaciones sobre lo que nos atrae sexualmente de otras personas son un tópico inherente al ser humano; de hecho en determinados grupos, sobre todo en la adolescencia y en la juventud, en muchas ocasiones se convierte en un tema recurrente y monopolizador. Lo normal es que cuando sentimos atracción sexual por alguien, esta tenga un fuerte componente físico, por no decir que es el único y exclusivo factor para decir “esta chica/o me gusta” y sentir una excitación hacia esa persona.

Las preferencias dependen mucho de cada individuo en particular: algunos se sienten atraídos por el conjunto, otros se fijan especialmente en la cara, o determinados rasgos característicos como los ojos o la boca, y por supuesto la atracción por aquellos aspectos más relacionados con la sexualidad propiamente dicha, como pueda ser los pechos y el trasero en las mujeres y el físico atlético en los hombres.

A partir de ahí evidentemente entran en juego otras cualidades, como la simpatía, la facilidad de conversación, las afinidades… aunque estos factores ya jugarían un papel fundamental en lo que llamaríamos el enamoramiento; para estar enamorado de alguien no solo basta con que te atraiga sexualmente, sino que también te tiene que atraer su fondo, su personalidad, su interior. Pero si nos ceñimos exclusivamente a lo que es la atracción sexual, estaremos de acuerdo que en la mayoría de las personas lo que prima es la atracción física.

Un buen amigo mío, siempre que hablábamos de estos temas, comentaba que a él lo que le atraía sexualmente de una chica era la inteligencia. Recuerdo que siempre decía “A mí me pone una chica que sea más inteligente que yo”. También recuerdo que discutíamos sobre esa afirmación y le decíamos que no confundiera la atracción sexual con la búsqueda de su ideal de pareja, de lo que para él representaba el amor. Sin embargo y para sorpresa nuestra, él siempre defendía que lo que le atraía sexualmente de una chica era la inteligencia, y esto era algo que no acabábamos de comprender.

Con el paso del tiempo y mis estudios de psicología acabé entendiendo perfectamente lo que mi amigo quería expresar. Existen personas que no se sienten atraídas sexualmente por el físico de la gente, sino que se excitan en compañía de personas inteligentes; son aquellas personas a las que no les atrae el llamado “interior” de los otros. Y como hoy en día existe la moda de ponerle nombre a todo, a estas personas se las denomina “sapiosexuales”.

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Un sapiosexual se excita por determinadas formas de pensar de otras personas, encontrando en la inteligencia el rasgo más atrayente a nivel sexual. Por tanto para un sapiosexual la interacción a través de la palabra, la conversación, tiene un papel fundamental en este proceso; una conversación profunda e interesante a nivel cultural, político o científico puede desembocar en un juego sexual donde el cortejo y la sensualidad acaben en un profundo deseo y excitación.

Los sapiosexuales tienen en general un rasgo de personalidad muy agudizado: se trata de la apertura a la experiencia. Dentro del estudio de la personalidad de las personas, el modelo de los 5 grandes es uno de los más famosos y más utilizados; este modelo propone que la personalidad humana puede analizarse y explicarse a partir de 5 grandes rasgos principales que todas las personas poseen en diferentes grados: extroversión, responsabilidad, neuroticismo, apertura a la experiencia y cordialidad.

La apertura a la experiencia implica una mente flexible y abierta, carente de ideas preestablecidas y convencionales, con una gran curiosidad por nuevos planteamientos, interesada en cualquier aspecto que le aporte algo diferente a nivel intelectual.
De acuerdo a este rasgo de personalidad, los sapiosexuales se interesan por estímulos nuevos y en cambio les aburre todo lo que sea repetitivo y superficial. Es por ello que una conversación interesante sobre algún tema profundo y que signifique un ejercicio intelectual, un debate, adquirir nuevos conocimientos, le provoca una profunda excitación y atracción por la otra persona.

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Es importante diferenciar a una persona sapiosexual, con un rasgo de apertura a la experiencia muy pronunciado, con aquellas personas que son muy inseguras y tienen una autoestima muy baja; estas personas también sienten atracción hacia personas con una elevada inteligencia, pero en estos casos es por la búsqueda de seguridad que estas personas le puedan otorgar; realmente lo que buscan es un cobijo, llegando a sentir una gran dependencia hacia ellas en cualquier aspecto de su vida. Este tipo de relaciones se pueden convertir en patológicas y tóxicas para la persona con baja autoestima, ya que a menudo quedan completamente anuladas.

No existen muchos estudios sobre este tema, aunque se sabe que existen más sapiosexuales entre las mujeres que entre los hombres; una explicación desde la perspectiva evolutiva nos dice que una mujer busca, dentro de su condición de género, a un hombre que le pueda aportar seguridad, protección y estabilidad, y posiblemente lo encuentre más en un hombre inteligente. Por su parte el hombre quizás vea en una mujer inteligente a una mejor madre para sus hijos.

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Fuentes:
https://psicologiaymente.net/pareja/sapiosexual-atraccion-inteligencia
https://lamenteesmaravillosa.com/sapiosexual-la-atraccion-la-inteligencia/
https://www.muyinteresante.es/curiosidades/preguntas-respuestas/que-es-un-sapiosexual-301395392063
http://www.psicoadapta.es/blog/que-es-sapiosexual/
http://www.lavanguardia.com/vida/20150120/54423527408/sapiosexual-excitacion-erotica-cerebro.html