El Síndrome de la Rana hervida
Raro es el día que no encuentro en la prensa, radio o televisión alguna noticia relacionada con la muerte de alguna mujer, víctima de una situación de violencia de género; y lo que más llama la atención es que la gente del entorno más próximo de la fallecida siempre confirman que la misma llevaba años viviendo esa situación de continuo maltrato psicológico y físico, y que le habían advertido en multitud de ocasiones del peligro ante su pasividad para afrontar los hechos.
¿Por qué estas personas aguantan estas situaciones? ¿qué mecanismos hacen que una persona sea capaz de aguantar durante tanto tiempo prolongado determinadas situaciones de stress y de desgaste psicológico, emocional y motivacional que las llevan a verse prácticamente anuladas y sin capacidad de reaccionar?
Son personas incapaces de salir de esas situaciones, y a menudo incluso las justifican, engañándose a sí mismas, aceptándolas e incluso pensando aquello de “tampoco es para tanto” o “estoy bien”.
En el ámbito de la psicología existe una metáfora, paradoja o analogía muy utilizada para definir el por qué se producen este tipo de situaciones; se trata del Síndrome de la rana hervida.
Pensemos en un recipiente con agua muy caliente; si introducimos una rana en su interior, lógicamente la misma saltará para escapar.
Pero imaginemos otra situación; colocamos a la misma rana en el mismo recipiente con el agua a temperatura ambiente; en este caso la rana se sentirá cómoda y no intentará escapar.
Ahora comenzamos a calentar el agua de forma muy lenta, muy poquito a poco; la rana tiene un sistema o mecanismo interno que le permite regular su temperatura corporal y adaptarse a la temperatura ambiente. Según sube la temperatura, la rana se sigue auto regulando, incapaz de detectar que se encuentra en una situación delicada y peligrosa.
En cierto momento el agua estará excesivamente caliente y la rana ya no será capaz de seguir ajustando su temperatura corporal, con lo cual intentará saltar para huir; el problema es que la rana, de forma inconsciente, ha dedicado tanto esfuerzo para adaptarse a la temperatura del agua, que se encontrará exhausta y apenas tendrá fuerzas para moverse; el resultado final es que la rana acaba achicharrándose y muere.
Aunque efectivamente la rana muere a consecuencia de la altísima temperatura del agua, lo que realmente la ha matado es su incapacidad para detectar el peligro de la situación para escapar a tiempo.
Esta metáfora es perfectamente extrapolable al ámbito de las relaciones humanas. Seguramente cualquier persona, ante una situación puntual de agresión física o psicológica, tendrá la capacidad de reaccionar inmediatamente rechazándola de pleno; eso mismo es lo que haría la rana si la introducimos en un recipiente con agua muy caliente.
Pero al igual que la rana no es consciente del peligro que supone el aumento lento pero progresivo de la temperatura del agua, una persona tiene la capacidad de irse adaptando progresivamente a las situaciones de stress emocional con las que nos vamos encontrando en el día a día, llegando al punto de asimilarlas como algo normal. Cuántas veces hemos escuchado aquello de:
-“Al principio era muy cariñoso y detallista, muy romántico”
-“Con el paso del tiempo cada vez se fue volviendo más celoso y controlador”
-“Un buen día me gritó y me insultó pero luego me dijo que se arrepentía y yo le creí”
-”Al cabo de unos meses los insultos eran cada vez más frecuentes y llegó el momento en que por primera vez me pegó”.
Esta historia se repite una y otra vez; la mujer, al igual que la rana va sufriendo poco a poco en sus carnes acontecimientos de violencia emocional a los cuales se va acostumbrando y que la van anulando como persona; llegado el momento de la verdad, la persona piensa que es imposible salir y romper con la situación.
Esta metáfora no solo es aplicable para los casos de violencia doméstica, sino también para otras muchas situaciones de la vida; el mobbing o acoso laboral y el bullying o acoso escolar están a la orden del día y cada vez representan un mayor problema para la sociedad.
Las personas tenemos que adaptarnos a las situaciones, es ley de vida. La capacidad adaptativa de los seres vivos es fundamental para la supervivencia de la especie. Pero como seres humanos a los que se nos supone racionales, tenemos que saber medir de qué manera adaptarnos, en qué situaciones y con quienes lo hacemos.
Aunque no sea fácil, existen determinados momentos en la vida en los cuales hay que afrontar las situaciones y hacerles frente en lugar de ser conformistas y entrar en una espiral negativa que nos provoque un desgaste y deterioro psicológico y físico que nos deje exhaustos y sin capacidad de reacción.
No hay que hacer como la rana y esperar al último momento donde ya no tengamos fuerzas para saltar y escapar.
Fuentes:
https://mejorconsalud.com/el-sindrome-de-la-rana-hervida-cuando-no-reaccionamos-al-maltrato-sutil/
https://psiqueviva.com/el-sindrome-de-la-rana-hervida/
Justo ayer, leía en la novela, El juego de la luz
Louise Penny este síndrome de la Rana Hervida, pero aplicado a las relaciones interpersonales entre dos amigas y no deja de sorprenderme lo mucho que aguantamos los humanos.
No conocía ese libro, pero si, tal y como dices no solo es una cuestión aplicable a hombre-mujer.
Saludos!
Amigo, excelente reflexión; antes esperaba el último día... el último minuto para dar el paso; y las circunstancias imprevistas me hacían perder citas, encuentros y momentos; después de mucho perder en el intento: aprendí la lección y ahora estoy de primera en el andén.
Gran abrazo! @torkot
Me alegra que decidieras escapar a tiempo del agua hirviendo y pudieras coger el tren.
Saludos!
Saludos amigo @torkot este síndrome ya atrapó a los venezolanos. Por ejemplo ya nos estamos acostumbrando a los cortes de luz, agua e internet sin razón alguna y otros conciudadanos solo esperan pasar su libreta del banco para cobrar una miseria. No se creo que están esperando que el Gobierno cambie porque al principio era cariñoso y ahora hambrea el pueblo.
Es un buen ejemplo de extrapolación del síndrome a la vida real. Y un buen ejemplo de cómo los gobiernos nos manipulan para obtener sus propósitos.
Saludos!
Agradezco que se me promocione aunque no sé si lo merezco. En cualquier caso muchas gracias por todo.
Estudiaré el proyecto.
Saludos!
Considero que la conducta es definida en parte importante por las influencias sociales de nuestro proceso de formación.
Me refiero a que nuestra actitud y carácter se forjan en base a los ideales que nos enseñan en casa y en el colegio cuando somos niños.
Los padres son nuestro primer modelo a seguir, y si alguno de ellos tiene el síndrome de la rana hervida, es probable que nosotros también lo adoptemos porque nos hicieron creer que era algo normal.
Pondré el ejemplo de la mutilación de genitales femeninos: en ciertas culturas las mujeres nacen sabiendo que en algún momento de su vida violentarán su integridad física, pero ellas no hacen nada porque "es parte de su cultura", aunque sepan que probablemente puedan morir por una infección u hemorragia.
En conclusión, sólo la educación es capaz de librarnos de Síndromes como este.
Nunca había escuchado sobre tal analogía, pero sí sobre muchos casos como los que mencionas. Muchas gracias por hacerme un poquito más culta hoy ¡Feliz día! 😄
Me alegra que te haya gustado mi post y que te haya aportado algo.
Excelente la reflexión que haces y totalmente de acuerdo con ella.
Saludos!
Esa metáfora es muy buena, para darnos cuenta que nos cuesta salir de nuestra zona de confort. Sea buena o mala la situación, nos vamos acostumbrando. Por eso es bueno siempre hacer autoevaluaciones y si es posible con externos, mejor. Saludos
Totalmente de acuerdo amiga!
Muchas gracias!
Interesante tema, la verdad no conocia nada sobre ese sindrome de la rana hervida. Es triste saber que aun existan casos como estos donde las mujeres s on mal tratadas y no tengan la fuerza para librarse de ese mal que perjudica a la sociedad! Excelente post! Saludos.
Lamentablemente es un mal muy extendido. La única ventaja es que cada vez es más denunciado y existe más apoyo para las víctimas. Pero queda mucho por hacer.
Saludos!
Hola amigo @torkot realmente tengo muchas cosas que decir de este síndrome pero seré breve jeje...
Este síndrome se asocia mucho a cuando nos acostumbramos a hacer cosas malas o al pecado, decimos yo puedo con esto de ay no paso, hasta ay llego y en un momento ya no podemos zafarnos....
Por otro lado he visto, soy muy analista creo, he visto como chicas con sus novios que no tienen ni 2 meses las maltratan y que en juego, pero he notado que son mas sentimientos que quisieran salir, al final estos chicos se casan y van creciendo estos síntomas hasta que se termina la relación o se acostumbra la mujer a vivir golpeada es triste pero así es pero este síndrome se asocia a otro al del padre ausente o al del padre que golpea y maltrata, dicen los sicólogos que las mujeres buscan sus parejas lo mas parecida a sus padres y por ejemplo en Venezuela tenemos una sociedad di-funcional por que simplemente el Hombre debe ser machista y para serlo tiene que tener 3 mujeres como mínimo.
Como yo soy Cristiano, aunque fui criado machista creo en el buen trato, en la familia y en el amor del hogar, en las buenas costumbre morales y demás, pero es triste ver una sociedad tan destruida por la depravación del hombre....
Saludos gracias amigo!
Habría que analizar detenidamente el perfil del acosador, pero seguramente en la mayoría de los casos existe una infancia de malos tratos en la familia. Otra cuestión es de la mujer víctima y su conformismo, por eso escribí este post.
Gracias amigo!
Quizás el sindrome de Estocolmo sea algo similar a esto ¿o no?. La analogía con la rana estuvo magistral, desconocía la existencia de este sindrome pero el maltrato psicológico lo he vivído ya hace unos años y a veces tengo residuos de esas experiencias, como por ejemplo el miedo a no ser aceptado o a la burla. La gente no se da cuenta que el maltrato psicológico es frecuentemente mucho peor que el físico, porque los recuerdos siguen allí latentes, dañando el autoestima y la seguridad de los dueños de dichas experiencias que suelen tardar años en superarse. Muchas gracias por este post y por tus valiosos artículos en general, muy nutritivos @torkot.
Si, de alguna manera en el síndrome de Estocolmo existen mecanismos psicológicos que alteran la percepción de las personas. Muy buena reflexión.
Muchas gracias!
El mundo de la violencia doméstica es un tema delicado, pues como bien dices, tiene que caerles el veinte primero (y luego también hacer acopio de valentía) y eso es muy duro. Es enfrentarse a uno mismo
¿Otro ejemplo? México y sus elecciones. Hasta lo toman a broma. ha llegado a puntos de ridículo altísimos que ya ni sentimos lo irracional de toda la situación, y como bien dices, nos quedamos sin fuerzas y termina por darnos igual la impunidad.
Espero que no, pero a ver cómo nos va.
¡Saludos!
Cierto. Este tipo de situaciones se pueden perfectamente aplicar a otros muchos aspectos de la vida.
Muchas gracias por tu comentario!