El experimento ruso del sueño

Alguno de vosotros ya conoce esta foto. Para el resto será la primera vez que la contempla. Sin duda es una foto inquietante, estremecedora y perturbadora.
Se ha hablado mucho de ella pero tranquilos, no es una foto real. Como muchos habréis supuesto se trata de un montaje.

Sin embargo esta foto forma parte de una leyenda urbana que lleva un tiempo circulando por internet. Una de las muchas leyendas urbanas existentes que hablan de conspiraciones y experimentos ocultos. Pero ¿existe algo de real en esa leyenda? ¿Puede ser que haya una parte de realidad y el resto se ha exagerado o se ha inventado? Lo desconozco, pero en cualquier caso me ha parecido una historia muy atractiva e interesante de compartir.

Existen varias versiones en internet sobre cómo sucedieron los hechos. Yo he intentado hacer un resumen lo más conciso posible escogiendo aquellos elementos comunes a todas las publicaciones que permitan entender lo que supuestamente ocurrió.

A finales de los años 40 los rusos desarrollaron en laboratorio un gas que pretendía eliminar la necesidad de dormir en el ser humano. La intención era su aplicación con fines militares.
Para investigar con dicho gas se utilizó a 5 presos políticos a los cuales se les prometió la libertad en caso de acceder a someterse a un experimento durante 30 días para estudiar los efectos que producía en ellos la ausencia de sueño.

Para llevar a cabo dicho experimento se utilizó una habitación cerrada en la cual se controlaba el consumo de oxígeno y se les administraba a los presos el gas en determinadas dosis controladas. Existían diversos micrófonos para escuchar lo que sucedía en el interior así como una pequeña ventana de cristal que permitía la observación.
Los sujetos disponían de agua y alimentos para sobrevivir durante un mes. Para evitar que durmieran disponían de somieres metálicos pero sin colchones. Tan solo un retrete y algunos libros era lo que había en la habitación.

Los primeros días fueron relativamente normales, con algunas molestias por la falta de sueño pero interactuando entre ellos con tranquilidad. Sin embargo partir del quinto los individuos empezaron a tener alucinaciones y conductas paranoicas. Desconfiaban los unos de los otros y hablaban a los micrófonos en voz baja intrigando contra sus compañeros.
La comunicación entre ellos cesó; los investigadores sospecharon que esto se debía a un efecto secundario del gas.

El noveno día uno de ellos comenzó a gritar sin parar durante 3 horas seguidas hasta que se desgarró las cuerdas vocales, mientras los otros 4 presos actuaban como si no pasase nada y seguían susurrando a los micrófonos.
Al cabo de un rato, un segundo preso también empezó a gritar y el resto alterados taparon el cristal de la ventanilla con las hojas de un libro impregnadas en sus propias heces.
Al poco tiempo los gritos y todo tipo de conversación cesaron.

Durante los siguientes días apenas se escuchaba nada procedente del interior de la habitación.
Sin embargo se tenía la certeza de que varias de las personas estaban vivas por las mediciones del consumo de oxígeno en el interior sin embargo apenas se escuchaban sonidos y no podía verse nada.

En la mañana del día 14 comunicaron a los presos por un intercomunicador que se iba a proceder a abrir la puerta. Para ello se les dio una serie de indicaciones de lo que debían hacer. La respuesta de los individuos fue sorprendente ya que indicaron que no deseaban ser liberados.
Tras un periodo de incertidumbre, los científicos decidieron abrir la puerta y entrar.

En primer lugar se cortó el gas para inyectar aire fresco, pero la respuesta de los ocupantes fue de desesperación y súplicas de que les volviesen a poner el gas.
Se dio orden a los militares de que accediesen al interior de la habitación y el espectáculo que encontraron fue dantesco.
El suelo estaba lleno de sangre con trozos de carne humana esparcidos por toda la habitación. Uno de los presos había muerto y los supervivientes se encontraban en un estado deplorable.
Se habían desgarrado la piel y arrancado partes de su cuerpo con sus propias manos para devorarse a sí mismos en un acto de autocanibalismo. Algunos órganos estaban a la vista. Ofrecieron resistencia y tuvieron que ser reducidos. Lo único que hacían era gritar e implorar volver a inhalar el gas ya que deseaban permanecer despiertos. Los cuatro presos murieron en los días posteriores en distintas circunstancias.

Por supuesto no existen informes ni documentación sobre este experimento que hagan sospechar que fue cierto. Las fotos que circulan por internet son montajes o se cree que no se corresponden con este suceso.

Existen muchos casos documentados de personas que apenas pueden dormir unos pocos minutos diarios e inclusos casos de personas que no duermen nada. La ausencia de sueño está demostrado que causa graves problemas psicológicos y físicos a la persona que lo padece e incluso en algún caso puntual severo puede llevar a la muerte, pero no existe ninguna evidencia de que puedan producir los efectos expuestos en el experimento ruso del sueño. Otra cuestión sería los efectos secundarios que pudiera causar el gas inhalado.

Esta leyenda urbana empezó a circular por internet en el año 2010. Hay mucha gente que sigue creyendo que esta historia es real, bien en su totalidad o bien parte de ella, a pesar de que el supuesto autor de la misma haya desmentido su veracidad.
Pero ¿es todo mentira o está creada a partir de algún elemento real? ¿existió el supuesto gas y algún tipo de experimento al respecto?

Fuentes e imágenes:
https://www.elpensante.com/el-experimento-ruso-del-sueno-la-verdadera-historia/
http://cribeo.lavanguardia.com/cultura/10638/leyendas-urbanas-el-experimento-ruso-del-sueno-no-te-dejara-dormir-esta-noche
http://www.upsocl.com/mundo/el-terrorifico-experimento-ruso-del-sueno-mito-o-realidad/
http://es.blastingnews.com/ciencia/2016/03/el-aterrador-experimento-ruso-del-sueno-00819977.html
http://www.lamentiraestaahifuera.com/2014/11/20/el-experimento-ruso-del-sueno/
http://www.nexofin.com/notas/463344-leyendas-urbanas-el-experimento-ruso-del-sueno-n-/