Meinn, Diluvios y Relámpagos

in #spanish7 years ago (edited)

 

                                                Capítulo 1 

      Miré hacia el alba, vista que admiraba en la estación de trenes mientras sentía la brisa arropar mi piel. Eran las 6 de la tarde en Londres, mi equipaje estaba listo así que procedí a emprender mi viaje hacia la casa de mis tíos en Bourden. Sonaban desde lo lejos los rieles anunciado la llegada de los vagones que se movían rápidamente mientras los pasajeros se despedían de sus familiares y seres queridos, yo iba solo, mi padre trabajaba en la notaría, y mi madre probablemente estaba en las fiestas de té con la señora Emma Ashdown. El tren se detuvo y en aquel instante decidí entrar con mi equipaje, caminé y miré hacia los alrededores buscando un asiento vacío; me encontré con uno que quedaba justo al frente de una señora que tejía una manta con sus manos en compañía de un hombre con semblante alegre, saludé con educación mientras pretendía colocar mi equipaje arriba de los asientos. Estaba preparado para emprender el largo viaje que me esperaba.

         Me senté en mi puesto y observé a la señora que tejía la manta, tenía facciones desgastadas por su edad, y se le veía muy concentrada en los colores pasteles de su trabajo, subió su mirada y me regaló una pequeña sonrisa de la cual salieron a la luz pequeñas y tiernas arrugas que figuraban su rostro. Le devolví la sonrisa agradecido por la tierna escena. Desde un largo rato el tren avanzaba mientras observaba por la ventana deslumbrándome con una serie de paisajes que emergían a través de la niebla, un hombre alto se acercó a mi asiento, tenía unos ojos oscuros casi envueltos en unas cejas prominentes y una barba podría decirse que bien afeitada y me sugirió una serie de alimentos que podía pedir durante el transcurso del viaje. Me entregó una carta que tenía escrita en ella varios alimentos y tentempiés para pedir durante los viajes, miré cada alimento y eran platos sencillos como pan y sopas, me decidí por un pan ligero con mermelada para digerir bien, estar calmado, lleno y confortado hasta llegar a Bourden; emití mi orden al caballero quien aceptó mi pedido y se encaminó a la cocina para decir los pedidos al chef y luego atender a los otros pasajeros. La señora frente a mí dormía placenteramente mientras el hombre que la acompañaba leía un libro del cual mi curiosidad se hizo participante enseguida. Leí el nombre de la portada y decía ‘’El vuelo del Codorniz’’. Pensándolo claramente yo no acostumbraba a leer; en mi tiempo libre me dedicaba a cabalgar, tocar la mandolina, y administrar documentos en la notaría de mi padre que se empeñó en que viajara a la mansión de mis tíos para proceder a elaborar los documentos de la boda de mi primo Heins, quien se casaba con la joven María de sangre española, su familia vivía por años en Inglaterra, y siempre que viajaba de pequeño con mis padres a Bourden jugaba con María, mi primo y sus amigos en la gran mansión llena de diversos espacios para haces todo tipo de juegos.

        Actualmente Heinz tiene 22 años, es el principal heredero de todo el capital monetario de su padre al ser el primer hijo varón de descendencia inglesa. Heinz transcurrió gran parte de su niñez y adolescencia viviendo toda clase de fiestas de alta sociedad y hasta de estratos medios, su matrimonio se realizaba por conveniencia ya que la joven María es de familia adinerada, esos matrimonios de  alta sociedad específicamente por conveniencia son clave para que las familias según la sociedad prevalezcan. El mismo hombre servicial que me atendió antes se acercó y me hizo una pregunta. — ¿Desea pedir algo más señor? — Yo me negué, estaba ensimismado en mis pensamientos y no estuve al tanto de lo que sucedía en el tren.

   — ¿Cuándo llegamos a nuestro destino? — Pregunté famélico —.  

        Estaba algo ansioso por llegar ya que no tenía la compañía de ningún conocido, estando pendiente de los documentos de Heinz y de cómo administrar los detalles de su compromiso, no he tenido tiempo para entretenerme un poco en otras actividades recreativas. 

 — Pronto señor, falta seguramente una hora—. Respondió el hombre con el tono cortes que le caracterizaba desde el primer momento que hablo.

 — Muchas gracias— Le dije con amabilidad.  

         Me levanté y me dispuse a ir al baño, en todo el vagón hacía un frío no muy moderado, sino más bien intenso así que me abrigue, llené mis manos de vapor con mi boca y las frote calentándolas para poder mantener mi cuerpo lo más caliente posible, en mi camino hacia el lavabo observaba por las ventanas de los pasajeros las vistas que me permitía tener el tren. Debo admitir que era hermoso, era admirable ver tanta sabana, tanto verde que tranquiliza y conmueve tu alma; al llegar al baño me miré en el espejo y noté que estaba algo despeinado así que acomodé mi cabello y cepillé mis dientes, el lugar tenía una temperatura más caliente que el resto del tren. Al volver a mi asiento, sentí que finalmente el tren se detuvo, uno de los conductores dio la orden de salida, tal como dijo el ferromozo llegamos a Bouden en las horas que pautó, estaba listo para visitar a mi familia y proceder a elaborar mis trabajos. 

          Miré a todas las personas que estaban acumuladas recibiendo a los viajeros, había gran cantidad de adultos y niños saludando y abrazando a sus seres queridos; al lado de un señor de estatura media con cabello color negro pude distinguir al lado una mujer de cabello rubio con una reluciente sonrisa.

 — Tia Elina. — dije finalmente­—, cuantos años sin verla — 

 — Querido Ellan— dijo la tía con ojos desbordantes en brillo y calidez. —Muchos años debo admitir, recuerdo que eras sólo un niño—. 

        El tio Beltor saludó bajando la mirada con su sombrero y dándome la mano. 

 — Ya eres todo un adulto—. No tardó en mencionar. Les sonreí amigablemente, estaba seguro que viviría de forma reconfortante el tiempo que me quedaría con ellos.

         Sentí un golpe brusco en mi hombro, como un empujón un poco fuerte, al girar mi cabeza noté a una chica de ojos color azul claro disculparse, tenía unas facciones finas y suaves como terciopelo, una piel tan blanca como la nieve acompañada de un cabello color castaño fiel a una seda del mismo color. 

— No te preocupes— mencione tranquilo­—

         La chica se veía algo agitada y nerviosa mientras hacía una pequeña reverencia y corría hasta la siguiente calle que cruzaba la estación. Me pareció curioso, estaba entrando a una especie de librería.  

— Ellan, ¿Qué sucede? — Tia Elina me miraba con su semblante alegre y a la vez un poco curiosa mientras trataba de rebuscar con los ojos el punto que yo observaba­— Luego me dijo. — Tomaremos el siguiente auto para llegar a casa—

          Pasaron varios autos y taxis que no se detenían por tener pasajeros u otros fines en sus viajes. Alcé mi brazo para llamar uno que se veía vacío, cambió su trayectoria a nuestro punto y se estacionó frente a nosotros, tía Elina menciono la dirección al chofer y nos preparamos para ir a casa. Durante el camino me fijé que por donde pasaba el auto había tiendas y casas modestas, personas trabajando y algo lamentable como niños pidiendo limosna cerca del banco central del pueblo. Cuando el trayecto comenzó a convertirse un verde desbordante por medio de la zona boscosa llena de árboles, tierra y todo tipo de planta posible, me fijo de un extraño detalle, la misma chica de antes estaba caminando a un paso constante con un gran libro entre sus brazos, luego observo que gira a un atajo pequeño y cerrado casi visible en donde en cuestión de segundos se perdió de vista. El auto frenó fuertemente y sentí un dolor punzante en el cuello por el impacto, mi corazón estaba agitado por el susto que propinó en mi aquel golpe, Tía Elina tenía los ojos cerrados y el chofer estaba totalmente inconsciente, absorto en mis ideas temerosas observo a mi tío en el mismo estado de ambos, el miedo sucumbió en mi así que salí del auto y fui a ver que había ocasionado esa fuerte colisión y por qué quede ilesa de ella, fui a ver la parte delantera del coche, y veo un fuerte choque que aplastó todo el capo, pero no había absolutamente nada que pudiera haberlo ocasionado. 

— ¿Fuiste el único que quedo ileso de eso? — Giro mi rostro y me fijo de la misma chica de antes, sólo que esta vez tenía unos ojos aterrados y estaba aún más agitada que antes.  

— Oh no, no puedo creerlo, se suponía que nadie sobreviviría— Dijo la chica con un tono de angustia.   

         Yo estaba según mis propias ideas mil veces más aterrado que ella por lo que acababa de ocurrir, deseando una explicación sobre el evento en sí que ocasiono un fuerte impacto en mi mente, la chica que estaba ante mi llena de misterio sabía cosas posiblemente sobrenaturales de las cuales yo no tenía idea.  Con un fuerte miedo dentro de mí inquirí una pregunta.

— ¿Qué quieres decir? — Dije.

          Tomó mi mano y salimos corriendo adentrándonos al bosque. Estaba jadeante esquivando las ramas tratando de no tropezar con ninguna roca, bordeé todo lo posible, mientras ella lo hacía con total agilidad como si hubiese nacido en ese lugar y caminara con su total conocimiento y costumbre. Llegamos a una especie de círculo que bordaba una pequeña parte del bosque mientras ella abría el libro que tenía en sus manos y recitaba una serie de palabras en una extraña lengua que desconocía. ‘’Venire ventus venire, sinere solus sentire relaxari, venire nunc nunc venire, venire venire venire’’ .

          Yo la miraba con ojos absortos y aterrados mientras un fuerte viento azotaba el lugar, casi como una ráfaga gigantesca de tormenta pero sin ningún indicio de lluvia, mientras eso ocurría ella me empujó hacia atrás y retrocedimos unos pasos mientras el suelo de tierra se abría poderosamente. Lentamente fue saliendo un pequeño ser con ojos saltones y pelaje oscuro parecido a un zorrillo.

— Anabela ¿qué haces abriendo este camino justo ahora? es peligroso, no puedes estar aquí — Ese pequeño zorrillo acababa de hablar algo que yo tenía claro como meramente imposible, — ¿y quién es él? — Mencionó nuevamente. —Nadie más aparte de ti puede saber esto, corres más peligro de lo que crees —.  

Yo simplemente no podía creer lo que estaba pasando, ese pequeño animalito emitió esa serie de palabras tan perfectamente formuladas que mi sorpresa no pudo ser más grande 

— Spirit, tenemos que hablar ahora— Menciono Anabela con un tono preocupado, a continuación dijo. 

— Este chico acaba de presenciar un accidente y quedó ileso de él, nadie sobrevive a lo que ocurre en este bosque cuando él está furioso por algún humano que se avecine—.  

— Anabela debes huir ahora y esconder a ese chico si él lo descubre lo aniquilará y tú no podrás evitarlo—. La voz del zorrillo se tornaba en un aura de protección y a la vez un tono autoritario-

— Ahora estoy haciendo guardia y no me pueden ver hablando contigo junto con otro humano presenciando este lugar—.

— Por favor Spirit — dijo aterrada Anabela­.

Estaba alelado presenciando esa extraña escena mientras hablaban de algo que podría hacerme un sujeto desconocido y lo que pudo haberle ocasionado a mi familia. El pequeño zorrillo estiro sus pequeñas patas delanteras y las movió de forma circular cerrando el hoyo que había creado la chica. 

— Debes seguirme ahora, iremos a un lugar donde nadie te verá— Mencionó la chica. 

Posteriormente me tomó la mano de nuevo y me llevó hacia algún lugar desconocido; pasamos junto a un inmenso río que yo no tenía idea de que existiera, seguimos caminando justo al lado de él hasta que de pronto se desvió de lugar y me guio cerca de un gigantesco árbol con una enorme piedra color mate, la chica abrió un compartimiento oculto en la piedra y me hizo entrar en él. El lugar parecía una pequeña cabaña con muchos libros regados en todo el lugar y dentro de una pequeña librería, un sofá, una mesa de madera con dos sillas, el lugar tenía un aspecto brusco, oscuro y de color madera parecido a las casas de los carpinteros o personas de bajos recursos.

— Es increíble que este lugar esté dentro de un árbol, no es tan grande— Mencioné a Anabela declarando mi afirmación de que era extraño que cupiera en ese árbol un cuarto como ese.

— No sabes que soy capaz de hacer para que este lugar esté como está— Anabela hablo con un pequeño pizque de soberbia— por suerte no vivo aquí, no es tan cómodo para mí, es útil solamente para practicar y hacer mis investigaciones—. 

— Disculpa, ¿me podrías explicar qué está pasando? — Dije con un tono preocupado. 

— Verás hay muchas cosas que no sabes, tú sólo has vivido tu vida pensando que todo es naturalmente normal, sin imaginar lo que está oculto en el mundo o lo que puedes encontrar en él — Dijo la chica con soltura al expresarse— Continuó su explicación diciendo. —Estamos llenos de magia y seres que viven más allá de la imaginación de los humanos y ahí estás tú, un pequeño hombre con ideas humanas caminando en este desconocido lugar de Inglaterra, pero lo que no sabes es que no deberías estar aquí y eso es lo que me hace dudar tanto el por qué estás aquí conmigo en este momento — 

        Yo sólo me asusté cuando esa chica emitió esas palabras, a continuación dijo. — Estoy segura de que debo hallar una forma en la que estés a salvo para que no descubran que eres parte de esa familia que agredieron —.  

       Confuso sentí que mi vida daba un giro impreciso y poco claro, era suficiente con que mi familia estuviera afectada y Anabela haya mencionado a alguien que posiblemente los agredió con intenciones, y en ese proceso yo prácticamente debí morir. Quiero entender qué sucedió con ellos, y mi único camino a ese conocimiento era esa chica.  El temor comenzaba a discernirse en mi, porque no tenía ni la menor idea de lo que estaba por avecinarse.  

Registrada en Safe Creative, no se acepta plagio sin permiso de propagación. Sólo se hace si se confirma su autoría original. 

Coloco el mismo capítulo con mejores etiquetas, soy muy nueva en la red.

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