Las Emociones ¿Qué Podemos Hacer con Ellas?

Somos humanos. Las emociones forman parte de nuestra existencia. Steemian, vivimos con emociones que nos hacen la vida alegre, llena de esperanza, amor; son las emociones positivas, son esos sentimientos que hacen que existir valga la pena. Pero tenemos un lado oscuro, negativo, hay emociones que llegan sin avisar, nos acosan, se siembran y son capaces de destruir las relaciones, nuestros días. Ya las conoces, son las emociones negativas.

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De nada vale sentir pesimismo, depresión y desaliento. Eso no sirve, eso deteriora la calidad de vida y es dañina para las relaciones personales. A nadie le gusta tratar a un neurótico, que intimida y se enfada por cualquier cosa. Me refiero a esas personas que hay que pensar bien el cómo y cuándo decirle algo, así sea preguntarle “¿Qué hora es?”

Con esta introducción, quiero poner en claro que lo más importante para tener una vida feliz, es estar conscientes a todo momento del estado anímico que tienes. Así es, amigo, el que sea capaz de poseer la serenidad a voluntad, tendrá una vida feliz, alegre, acompañado de las emociones que este decida sentir, en el momento y circunstancias que sean.

Ya lo sé, steemian; en el colegio nunca nos enseñaron que las emociones podías ser escogidas. Más bien, la creencia es pensar que somos dominados por las emociones. Somos humanos, no somos animales. Los animales reaccionan, no pueden decidir cómo reaccionar, están dirigidos por sus instintos. El Homo Sapiens, decide qué hará, él decide qué respuesta dará según lo que le pasa. Es controlado por sus instintos si descuida o ignora que tiene el poder de su raciocinio.

Si es así, ¿Por qué las personas estropean sus vidas permitiendo que las emociones negativas se apoderen de ellos? Es sencillo, es que ni siquiera intentan elegir a voluntad que emoción debe sentir en su mente.

Es común escuchar que alguien justifique su mala reacción diciendo que “lo que pasa es que estoy muy rabioso”, o cualquier otra frase similar, ya me entiendes. Si te enfadas, si yo me molesto, es porque lo permití, fue mi elección aunque no me dé cuenta de ello.

Suponte que te fue pésimo en el trabajo, llovió, se te mojaron los panes que compraste, se te cayó al suelo una docena de huevos, casi te atropellan, un delincuente te robó el celular, y cuando llegas a tu casa, te cuentan que tu suegra te chocó el carro.

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La reacción más común, tomando en cuenta el estado de ánimo presente, es estallar de ira. Pero si justo antes de abrir la puerta de la casa, un vecino te da la excelente noticia de que te ganaste un millón de dólares, cuando te digan que la suegra le daño el guardafangos a tu auto, seguro que nada de eso te importará, tu alegría estará por las nubes.

Ese fue un cambio de estado mental producido por agentes externos, haber ganado la lotería; pero recordemos que el cerebro se cree todo lo que le digas. Lo que te quiero decir es que uno puede fabricar, inventar circunstancias que tengan un efecto parecido al de haber ganado el premio gordo.

La postura corporal, influye muchísimo en los sentimientos que se formarán en ti. Camina con frustración, ten gestos faciales de tristeza, mueve las manos con desánimo, y adivina que, vendrá la depresión por la puerta grande. Por el contrario, si aun cuando te sientes triste o depresivo, finges alegría, contento, optimismo, el cerebro ajustará los sentimientos hacia las emociones positivas.

Te convertirás en un magneto social, en un líder confiable. Serás admirado y aplaudido, te agradecerán tu paz y tu integridad.

No entiendo por qué las personas aprenden a sentirse deprimidas. Sí, steemian, aprendieron cómo producirse emociones negativas. Sus gestos corporales, sus pensamientos, su manera de hablar, todo confabula para generar emociones destructivas.

Bueno, si usamos el sentido común, lo que habrá que hacer es hacer justo lo opuesto. Levantemos la barbilla, caminemos más deprisa, hablemos con orgullo, demos la mano con firmeza y miremos a los demás a los ojos; exudemos seguridad y confianza, y no importa si te estás muriendo de miedo. La mente hará las correcciones al no entender por qué tienes fisiología de campeón cuando tienes sentimientos depresivos. Ordenará a las glándulas a producir hormonas de felicidad, y en cuestión de instantes, la alegría te inundará tanto como tú quieras.

¿Qué no es así, que estoy exagerando? Piénsalo dos veces, steemian. El cerebro se cree todo. Por eso dan miedo las películas de terror. O es que ¿acaso te asustan esos actores disfrazados de zombis?

No te enseñaron en la escuela que podías elegir tus emociones. Se vive como una hoja golpeada por los vientos. ¿Estás alegre? Ni sabes porqué, no te sientes responsable. Igual, si estás triste, la culpa recae a las circunstancias. “¿Cómo no me hoy a sentir mal, mira lo que me hicieron?”, dirán algunos.

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Claro que nos vamos a molestar, y te aseguro que podrás calmarte más pronto. También podrás prevenir el no caer en una ira desbocada.

Por supuesto te llegará la tristeza, hay momentos que lo ameritan y justifican, cómo perder a un ser querido. Pero está en nuestra elección el acortar el dolor y recuperar la alegría con prontitud.

¿Cómo justificar pasar años de agobio por situaciones que no podemos controlar? Espero que me haya explicado bien, steemian. No quiero decir que controlar las emociones signifique que seremos imperturbables o que hay que reprimirlas.

Sí es mi deseo dar a entender que las emociones negativas, si bien estarán con nosotros de por vida, no le vamos a permitir que nos empañen la existencia ni nos hagan desperdiciar los invaluables momentos felices que podremos pasar con los seres queridos. Recuerda que las emociones destructivas son las acompañantes de los fracasados.
Lo digo, porque sé que se pueden estropear hasta las navidades, si algún enojón llega a descargar su descontrol emocional sobre la familia.

Aquel que sepa invocar a la serenidad, incluso en los peores momentos, ganará. Triunfará con alegría, esperanza, amor; sabrá mantenerse alejado de la venganza, rencores, tristezas. Serás una persona con fe, con la convicción de que cada día, sin importar si el Sol te acompaña o no, puedes elegir entre ser feliz o no. Te convertirás en un magneto social, en un líder confiable. Serás admirado y aplaudido, te agradecerán tu paz y tu integridad.

Steemian, este es uno de los post más importante que he compartido en esta red. La felicidad es una elección, no es algo fortuito.

Este es un post hecho con cariño para ti, steemian.

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Chao!