Si hay un hábito que atrae a los problemas, estrés, discusiones y una vida fuera de control; es el dejar las tareas de hoy para mañana.

Sí, me refiero a la procrastinación.

Quienes viven atormentados, presionados con actividades urgentes, muchas veces es por sufrir de “mañanitis”, el mal hábito de dejar para después lo que se debe hacer hoy.

Es fácil dejar para otro día lo que debe hacerse hoy.

Primero que todo, debes saber algo.

Esta técnica funciona de manera inmediata.

No hay que esperar semanas, ni meses, ni años.

Te lo hago saber, porque los que sufrimos del miedo al éxito, se nos dijo que para tener algo:

Tiene que pasar mucho tiempo para ver resultados
Si es importante y valioso, es difícil
Hay mucho que hacer y aprender
Para empezar algo, hay que hacerlo bien, o mejor no hacer nada (a mí ahora, me repugna el perfeccionismo).

Yo aprendí que los cambios pueden ser INMEDIATOS.

Te digo, tengo en mi escritorio una nota que me recuerda que “LOS CAMBIOS SON INMEDIATOS”.

Verás, el primer requisito es DESEAR CAMBIAR, CON MUCHAS GANAS.

Si tienes un deseo tibio por abandonar el mal hábito de la postergación, nada pasará.

Seguirás dejando para mañana las cosas.

¿Tienes unas verdaderas ganas insoportables de ser proactivo?
¿Deseas con ardor ser una persona que cumple son sus tareas?

¿Estás dispuesto a empezar tus proyectos, aunque sabes que te falta mucho por aprender, que al inicio puede que lo hagas terriblemente mal, y esperar a que la práctica te conduzca hasta la excelencia?

Lo segundo para dejar de postergar, es que debes valorar de corazón, la importancia de ser un individuo de acción inmediata.

Si no lo valoras, nada pasará.

A muchos les da igual ser descuidados con sus responsabilidades.

Por fortuna, tú no eres uno de ellos.

Ahora, como paso tres, identificamos los placeres que ganaremos si somos responsables y hacemos ya mismo, lo que hay que hacer.

Luego, determina las cosas malas que pasarán en tu vida si sigues procrastinando.

Las humillaciones, las pérdidas, los sentimientos de culpabilidad, de frustración por fallarte a ti mismo y a tu familia.

Debes hacer unas escenas a todo color, con realismo, usando los cinco sentidos; con lo bueno y lo malo que pasará si continúas o no con la procrastinación.

Este paso es necesario.

Deseo para abandonar el mal hábito e identificar los placeres y dolores de la procrastinación.

Si es necesario para motivarte, usa a tus seres queridos en estas visualizaciones de placer y dolor.

Ellos perderán mucho si seguimos postergando las cosas.

Si encuentras las verdaderas razones para abandonar de una vez por todas a la procrastinación, eso será un mal hábito que se quedará en el ayer.

Una última sugerencia.

Escribe tus deseos ardientes por dejar atrás a la postergación.

Escribe las razones, muchas razones.

Escribe en un papel, los placeres y dolores. Las penas por seguir con la procrastinación en tu vida.

Ponle alma y corazón ahora mismo.

Sería el colmo que dejarás para mañana tu decisión de abandonar a la procrastinación.

Me contenta que hayas llegado hasta aquí.

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Thomas Flores

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