El día que te conocí ෴ Relato

Hoy se cumple un año más de haberte conocido, ya ha pasado mucho tiempo unos 6 o 7 años en realidad y aunque no leas esto, porque seguramente dejaras pasar tu vista de este correo como spam en tu bandeja de entrada, quiero contarte las razones por la cual ese día fue tan espacial para mí. En caso de que si leas esto y yo sea un tarado por creer que eres tan despreocupado de tu correo electrónico, podrías entonces estar preguntándote “¿De quién es este correo? Ni conozco la dirección del usuario”, pues veras esa es exactamente la idea, no pretendo hacerte saber quién soy, ya que tú a mí no me conoces, o al menos no debes recordar haberme conocido nunca, yo para ti seguramente no existo, pero tú para mi existes más de la cuenta.

Desperté y era un día más, tenía intenciones de hacer lo impensable, pero me obligue a recordar las cosas buenas que me sujetaban a la vida, solo era un niño para ese entonces, hasta que el entro a mi habitación, y recordé la razón por la cual desperté, fueron los gritos de mi madre en el exterior de la habitación compartida, luego entro ella con manchas moradas y verdes en algunas zonas del rostro y le suplicaba a su actual pareja “¡no lo hagas, él no tiene la culpa, fue mía, siempre es mía!” pero él no la escucho, yo me encontraba debajo de mis sabanas pero una fuerza me arrastro del colchón en el piso y contrapuso mi cuerpo hacia la pared con violencia, quede aturdido después de eso todo se puso oscuro y solo recuerdo despertar en el baño mientras mi madre limpiaba mi cuerpo y por mis piernas corría agua teñida de un tono rosado, ese día decidí irme, me dolía caminar pero no podía seguir allí, aunque me doliera abandonar a mi madre, sabía que si me quedaba seria cada vez peor el dolor, la mire a los ojos y también sabía que ella pensaba lo mismo, mientras su pareja no estaba, ella guardo algunas cosas en un bolso y me dijo “Vete, no quiero verte aquí… ¡VETE!”

Ya no podía caminar más, mi garganta estaba seca y no tenía ni una gota de agua conmigo, pasé muchas horas caminando ya eran por encima de las tres de la tarde cuando encontré una plaza con una fuente en el centro, jamás en mi vida pensé que haría lo que hice, pero no había remedio, metí mi cabeza en la fuente y sorbí toda el agua de tonalidad verde que pude hasta saciar mi sed, pero no pude contenerla mucho tiempo en mi cuerpo, aparte la cabeza del borde de concreto y devolví lo poco que tenía en mi estómago. Frenéticamente me puse a llorar, solo era un niño estaba perdido, no recordaba el camino a casa, que ya no era mi casa, ni siquiera podía volver allí y llegaste tú, bajo el ardiente sol y pronunciaste palabras inentendibles para mí, estaba muy agotado como para escuchar, pero estiraste tu mano con un envase lleno de agua limpia y fresca.

En ese momento no solo me ayudaste, también me ofreciste compañía y consuelo, aunque nunca te dije lo que me pasaba… y tu solo dijiste “no llores ¿quieres jugar conmigo y mis amigos?” solo éramos niños nuestros problemas se resolvían jugando al fútbol o jugando a las escondidas, creerás que es una tontería, pero eso fue más de lo que nadie había hecho antes por mí, trajiste felicidad a mi vida, no quería que ese momento acabara pero todo día tiene su final, comenzaba a ponerme triste nuevamente pero me dijiste “Tranquilo seguiremos jugando mañana”… Luego de despedirnos conseguí llegar a casa de mis tíos y muchas cosas se solucionaron. Luego de irme no volviste a verme de nuevo.

Pero… yo si te veo a ti, no vivimos tan lejos como crees, la verdad puedo verte cada día pasar frente a mi casa, llegar a la tienda de la esquina a desayunar tu comida favorita, una hamburguesa de pollo con poca salsa y un batido de fresas, luego veo cómo vas a tu trabajo, en el café que estas dos cuadras más allá de la tienda de desayunos, te veo salir a las 3:00pm y vas al gimnasio, luego vuelves a casa a descansar toda la noche y aun te observo porque algún día me llenare de valor y te agradeceré por ese simple detalle que hiciste por mí.

Parece que… si lees tu correo, pero no reaccionaste como pensé que lo harías, lo supe por como actuaste ese día, al día siguiente de enviarte el correo saliste de casa,no llegaste a la tienda de desayunos y no fuiste tampoco a trabajar, te vi entrar a la estación de policías, decidí escabullirme adentro, el lugar estaba atestado de personas, pero te escuché hablar con un oficial y decirle, “alguien está acosándome”. Ese día un policía llego a casa de mis tíos y ellos decidieron hablar conmigo, parece que si sabes muy bien quien soy, aunque no entendía que estaba mal en lo que hice, me pidieron que fuera a disculparme contigo, así que fui a tu casa a buscarte, prometo que no volverá a pasar, sé que no iras de nuevo a la estación de policías porque ahora estamos juntos siempre, aunque estés llenando el suelo de mi baño de manchas rojas, yo estaré contigo para limpiarlas y no te dejare en la calle, estaré allí para decirte “Tranquilo seguiremos jugando mañana.” Todos los días y cuidare de ti en todo momento.

PD: Tal vez deba dejarte usar tu correo electrónico para que puedas leer ese último mensaje, pero sería algo arriesgado, quizás solo lo imprima para ti.

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