Hola @abgrobert5, la idea del empoderamiento de Dios al sentir miedo por Él rompe con toda lógica sabiendo que siendo omnipotente no necesita de nada ni nadie para obtener poder: todo el poder le pertenece. Tampoco estoy de acuerdo con que a los niños se les enseñe a obedecer a través del miedo, ya que esta ha sido la principal causa de los problemas del mundo, en especial los de índole social. Pensar en un Dios castigador no solo me parece absurdo sino injusto, sabiendo que es "el amor" en su aspecto armonioso para con los seres vivos y en especial con la humanidad, no le encuentro sentido que nos quiera castigar cuando somos la "razón de su creación".
Cuando dices que toda la inteligencia de dios no alcanza para solucionar los asuntos en este mundo, yo te contesto que no solo le alcanza sino que le sobra. Cuando fuimos adolescentes nuestros padres, sabiendo que pasábamos por problemas de pubertad, también sabían que no podían hacernos adultos de la noche a la mañana para resolver nuestros problemas de una sola vez; Dios mejor que nadie sabe que la humanidad está pasando por su estado de adolescencia y sabe, como lo hicieron nuestros padres terrenales, que vamos a superar nuestros "asuntos del mundo" alcanzando la madurez espiritual.
Con respecto al ejemplo que mencionaste acerca de los asesinos en serie, si es verdad que utilizan la inteligencia de Dios porque es "la inteligencia de todos", y en nuestro libre albedrío podemos valernos de ella para bien o para mal... estás con Dios o estás con el Diablo. Si existe algo que te puedo afirmar es que con Dios el resultado final siempre será satisfactorio, caso contrario si te vas al lado opuesto.
Amigo @abgrobert5, no se trata de ser egoísta al atribuirle a Dios todo el conocimiento como si la humanidad estuviera apartada de Dios: el conocimiento es de todos porque somos parte de Dios, pero si no investigamos y experimentamos no accederemos a este conocimiento, de hecho, nuestra evolución como personas y como especie depende esto. Como seres de naturaleza egocéntrica nos cuesta percibirnos como un todo, en sentido holístico, pero es a través de esta perspectiva en la que trato de explicar nuestra naturaleza como seres humanos, como sociedad y nuestra relación con Dios. Estoy inmensamente agradecido por tu participación y tus críticas, no solo por el tiempo que te tomaste para leer mi artículo y para escribir tus inquietudes, sino que ahora se que estoy en deuda contigo y el resto de mis apreciados lectores para expresar y desarrollar con nuevos artículos lo que aquí he escrito.
¡Qué Dios te bendiga! y seguiremos en contacto.