¿A quién le ha pasado, que inconscientemente o en esos momentos de aburrimiento extremo, nos rascamos con las uñas o algún objeto de punta que tengamos a nuestro alcance? Es posible que a todos, ¿verdad?. Ahora imaginemos que minutos seguidos a esta acción, notamos que nuestra piel queda marcada de tal manera, que parezca un tatuaje (sin tinta, claro), y con una picazón tremenda. ¿Sabes a que se debe esto?. Pues aquí te explico.

Se trata de un trastorno de la piel denominado Dermografismo, el cual produce marcas lineales en relieve con una duración de aproximadamente 30 minutos, tras solamente un roce o el rascado de la piel. Comienza primero con la zona un poco enrojecida, minutos después esta zona comienza a inflamarse y posteriormente aparece la visible marca. Afecta al 2-5% de la población y se considera uno de los tipos más comunes de urticaria. Su causa no es del todo conocida, sin embargo, está claro que la histamina (un mediador inflamatorio implicado en alergias y reacciones de hipersensibilidad) juega un papel fundamental en esta condición, otras causas que podrían provocar esta reacción alérgica son las infecciones, los disgustos emocionales e incluso algunos fármacos.

Existen factores que pueden empeorar el dermografismo, por ejemplo: el ejercicio, calor, frio, estrés y alcohol. Esta condición puede aparecer a cualquier edad, siendo más propensas las personas que padezcan de enfermedades de la piel que produzcan la imperiosa necesidad de rascarse. Cabe destacar que como medidas de prevención podemos evitar irritar la piel, mantener la misma limpia y humectada, evitar duchas calientes o muy frías, usar protector solar, entre otras.