La expresión de la soledad. Sentimientos vacíos. Buscar e intentar llenar el vacío. Existencialismo. No poder mediar consigo mismo. Son los problemas con los que tendrá que lidiar Susan Ashworth, una mujer solitaria que convive con un motón de gatos. Una vez que decide suicidarse, un ente se le aparece y le da un propósito para vivir: acabar con los "Parásitos", cinco asesinos en serie despiadados. Mediante una supuesta oportunidad de mejorar su vida, se enfrentará a sus temores para lograr salir adelante y cumplir su impuesto objetivo. El desarrollo y creación del juego tiene un enfoque muy parecido a los escritos y narraciones de Stephen King.

The Cat Lady es algo complejo, un juego muy atrapante como ningún otro, que te engancha desde el principio al final. Y por complejo no me refiero a su forma de jugar (point&click), sino por los temas que éste trata: situaciones como la depresión y el suicidio son los principales a destacar, y que se resaltaran durante toda la aventura gráfica. No es en absoluto nada lo que piensas, cuando comienza la historia uno no tiene conocimiento alguno de lo que se encontrará, dando cierta sensación de desconocimiento, de que nos lanzamos al abismo, cosa demostrada después de mostrar los créditos del principio: “Adiós y gracias por nada” escribe Susan, antes de intentar quitarse la vida.

Todo esto es contado con una tétrica atmósfera, unos oscuros colores, tonalidades que demuestran que el ambiente en el que nos encontramos es muy lúgubre, sin esperanza, sin lugar a dudas es algo feo, algo que no agrada a la vista. Se utiliza unos dibujos para representar a los personajes, dibujos que son muy realistas, casi como fotografías.

Mucha gente cataloga el género de este juego en el terror, pero se dan una grata sorpresa al no ver sustos, monstruos o cosas paranormales. Lo que el autor en realidad trata de representar en ese punto en particular es que a quienes debemos de temer son aquellos que viven cerca de nosotros, gente que luce normal, gente que en cualquier momento puede entrar en nuestras casas y asesinarnos, gente psicópata. No existen los monstruos, a excepción de nosotros...

A medida en que avanza la historia conoceremos diversos personajes que harán un gran contraste con la actitud de nuestra protagonista, como Mitzi, una adolescente punk que no para de hablar, con una enorme fuerza de voluntad. Con la aparición de dicho personaje se ve el crecimiento de manera progresiva de Susan, sin tener que usar la típica formula de enfrentarse a aquello a lo que te atormenta. Ocurre una conexión instantánea, el contraste que estas dos tienen, las llevan a convertirse en el mejor dúo que jamás verán. Una relación que destacará mucho en la trama.

El juego llega a reflejar la mala atmósfera en la que llegó a vivir el autor (Remigiusz Michalski), el lugar tétrico en el que vivía junto a diez personas. El como iba a trabajar todos los días (como conserje) para mantenerse distraído de todo aquello por lo cual estaba pasando. Durante su tiempo libre en aquel trabajo, para pasar el rato escribía historias, que luego convirtió en dos juegos: Downfall y The Cat Lady. Descargó todas sus emociones y frustaciones en estos dos títulos, como una especie de auto-terapia.

Al final todo esto no trata sobre la muerte, sino sobre la depresión, las ganas de vivir. Sobre cómo tratar a la gente, cómo dejar de sentirse solo. Sobre todo, el saber cómo perdonarse...