Recuerdo que mis padres me llevaban a un antiguo zoo de Madrid en el que había un oso polar esquelético, triste, enfermo. El león ya ni siquiera se movía en sus pocos metros cuadrados. Era muy pequeña, pero desde entonces odio esos sitios.
Recuerdo que mis padres me llevaban a un antiguo zoo de Madrid en el que había un oso polar esquelético, triste, enfermo. El león ya ni siquiera se movía en sus pocos metros cuadrados. Era muy pequeña, pero desde entonces odio esos sitios.
Si si, puedes ver la tristeza en sus miradas. Es horroroso. Gracias por comentar @susiunderground