El destino, haciendo de juez y parte, solucionó el problema que suponía el amoral millonario. Un relato en su punto de sal y de pimienta.
El destino, haciendo de juez y parte, solucionó el problema que suponía el amoral millonario. Un relato en su punto de sal y de pimienta.
Gracias, es complicado montar un relato desde un argumento previo.