No tiene sentido no ensoñar en un entorno así, no dejar para otro momento la realidad de cemento y plástico de las ciudades, que nos invade la cabeza. Las xanas, siempre cerca del agua.
No tiene sentido no ensoñar en un entorno así, no dejar para otro momento la realidad de cemento y plástico de las ciudades, que nos invade la cabeza. Las xanas, siempre cerca del agua.
Es cierto: ante lugares así, la ensoñación es algo tan natural como la vida misma. Teóricamente, las xanas siempre cerca del agua, excepto en un pueblín del Bierzo, donde tienen una Nuestra Señora de las Chanas en el altar.