El taburete de oro (4)

in #spanish7 years ago

Arrancó el coche con dificultad, la batería no funcionaba correctamente, ya se lo había dicho, pero no le daba importancia, "sólo tienes que usarlo para ir al hiper, no voy a comprarte uno nuevo”, decía él, entrando en su último modelo de automóvil de médico con suerte en su profesión. Decidió pasar antes por la tintorería, así que se desvió hacia el centro, donde, con cierta dificultad, encontró un sitio para aparcar el coche.

Al abrir la portezuela, lo vio, fue lo primero que apreciaron sus ojos de todo lo que se movía por los alrededores; estaba intentando vender la mercancía que había distribuido cuidadosamente en un paño negro sobre la acera, uno más entre los manteros que aprovechaban los días en que todo el mundo gastaba hasta lo que no tenía, poseídos por el espíritu de una Navidad antropófaga que se habían apoderado desde hacía tiempo de las ciudades. Una extraña inquietud la obligó a no moverse, a quedarse mirándolo como quien observa el suelo sobre una altura considerable. Fue entonces cuando Santi sonrió desde la distancia de veinte metros que los separaba, animándola a avanzar hacia su manta. “Si mi suegro me viera...” pensó Celia, “siempre dice que esta gente nos quita puestos de trabajo”.

-Veo que lleva la máscara colgada del cuello.

El movimiento instintivo de Celia fue tocarla.

-Sí, me gusta mucho. Y no me trates de usted, que no soy tan vieja -se atrevió a decir, sonrojándose ligeramente-. Ah, tienes bolsos de marca.

-Sí, son de la misma marca de los que venden los grandes almacenes. Ellos son los que nos los dejan baratos, para que les saquemos adelante lo que no venden de otra forma. No se entiende que luego nos denuncien por intrusión en sus negocios, ¿verdad?

Lo dijo desde muy arriba; tanto, que cuando el mensaje llegó a los oídos de Celia, se había convertido en algo que no dañaba, una especie de explicación científica y ampliamente probada, sincera y objetiva.

-Voy a llevarme ése, el grande, que siempre viene bien más espacio, y tiene un bolsillo con cremallera para guardar las llaves del coche, que nunca sé dónde las dejo.

-Las llaves son poderosas, unen y separan mundos, deciden abrir o, por el contrario, que no es el momento de moverse. A veces se esconden para que quien las busque, sea capaz de encontrar su camino.

aaa.jpg

Celia, sin saber muy bien por qué, se puso a vigilar la acera, por si llegasen los municipales. No para, como hubiese sido natural en alguien como ella, escapar antes de que la viesen comprando ilegalmente. En esos momentos, lo único que quería era proteger a los manteros, una sensación ajena a ella hasta entonces que le dio fuerza y miedo a la vez, pues jamás hubiera pensado que su ánimo pasaría por algo semejante. Sintió calor en el punto exacto donde reposaba la máscara, y se atrevió a decir:

-Te invito a un café, está la mañana muy fría.

Santi sonrió de nuevo, mirando el trocito de cobre que colgaba de la garganta de Celia.

Sort:  

Bien narrada y llevada, solo que no entiendo el titulo ya que no veo relación del taburete con la historia, a menos que sea un capitulo y me he perdido los anteriores.

Es así, se trata de una novela que dejo por aquí poco a poco, es la 4ª entrega. Gracias, por tu visita.

Congratulations @susiunderground! You have completed some achievement on Steemit and have been rewarded with new badge(s) :

Award for the number of upvotes

Click on any badge to view your own Board of Honor on SteemitBoard.
For more information about SteemitBoard, click here

If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word STOP

By upvoting this notification, you can help all Steemit users. Learn how here!

Bonita cuarta parte!

Gracias, espero que el resto te guste también.

Coin Marketplace

STEEM 0.23
TRX 0.12
JST 0.029
BTC 66278.21
ETH 3557.49
USDT 1.00
SBD 3.14